El COVID-19 es más trasmisible y letal de lo que se pensaba. En el mundo, se estimaba máximo 2,5 contagiados por infectado, cuando hoy se estima en 5,7 el R0; así como una letalidad menor a 2%, (va siendo 6,9% y en el Perú, 2,6%). Los mercados nos pueden dejar marcados Transporte público y mercado son 2 grandes fuentes de contagio. En el primero, los conductores deben moverse en un bus inseguro en lugar de su auto seguro, porque su vehículo podría burlar la inmovilización (caso del “General del Aire”). En el segundo caso: (i) Falta mejorar el diagnóstico que tomar las medidas, como en el “pico y placa” (días impares, hombres, y pares, mujeres), que fracasó el primer día de las mujeres al no haberse medido quién iba más a hacer compras; y (ii) no es verdad que el problema es la gente que va al mercado, como veremos. Problema de ingresos Salvo en las actividades esenciales (dinero, combustible, alimentos y medicinas), las familias han quedado en una situación precaria en ahorro, empleo e ingreso. Quienes están en vulnerabilidad, debieron recibir los Bonos Independiente y 380 (luego de 5 semanas, se había entregado al 50% y al 80%, respectivamente). Problema de precios Para una familia que dispone de S/ 760 para 1 mes o S/ 380 para 1 mes y medio, el precio es una variable de decisión para la compra. No les resulta igual pagar S/ 3 o S/ 12 por un kilo de limón, así que volverá cuando el precio se haya normalizado. Acá, tenemos un problema de especulación o de abastecimiento. Problema de organización Hubo disposiciones positivas del Gobierno y empresas (aforo, 1 persona por familia, o 3 horas más de atención); pero falta: (i) Las cajas demoran porque hay menos embolsadores; (ii) muchos reponedores generan congestión al mediodía; (iii) góndolas sin separación prudente; (iv) comida preparada que no muestra certificación. En fin, mucho por hacer, aunque estas dos últimas son anteriores. Para descongestionar mercados y supermercados, debemos tener más canales de venta. Las municipalidades pueden habilitar las losas deportivas -ahora sin uso- para que los productores vendan directamente, y mejorar los precios para ellos y los consumidores, y también para disminuir la probabilidad de contagio.