En las tres anteriores entregas (de la 1 a la 15), notamos falta de liderazgo y planificación estratégica (orientaciones), táctica (metas) y operativa (acciones). Asimismo, el desconocimiento de la amenaza y la falta de preparación debieron superarse con la oportunidad normativa (aunque con ajustes) y presupuestal. Lección 16: Diagnóstico de necesidades tardío Habiéndose subestimado la amenaza y sin una debida orientación estratégica, era previsible la dificultad para anticiparse al ingreso del virus en el país. Ello sumado al cierre del ejercicio 2019 y la apertura del ejercicio 2020, hicieron que este proceso no marche al ritmo de las exigencias del momento. Lección 17: Programación presupuestal inadecuada La programación presupuestal entonces debía ser afinada sobre la marcha, para lo cual se debería tener conocimiento cabal de las necesidades que debían financiarse, y por ende los recursos que debían reasignarse. Lección 18: Demora en los requerimientos La excepcionalidad del virus y la gravedad de su expansión demandaba un equipo técnico con experiencia para definir desde el primer momento lo necesario en infraestructura, equipamiento y personal, incluyendo las particularidades, en el marco de un mercado externo con exceso de demanda. Lección 19: Demora en los actos preparatorios La demora e imprecisión de los requerimientos y la premura y saturación de los actos preparatorios, agrega a la situación un nivel mayor de complejidad que lo convierte en un desafío difícil de superar en un sector poco habituado a gastar. Lección 20: Amenaza de la corrupción Las informaciones sobre actos de corrupción en Salud y en la Policía deben ser aclaradas inmediatamente, pues no sólo retrasan la respuesta ante la enfermedad, sino que erosionan el mayor capital de este gobierno. En esta entrega, tenemos que la deficiente planificación complica el proceso de programación y preparación de las adquisiciones para enfrentar el COVID-19.