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Eloy Durán / El PBI y su rebote estadístico de marzo


El INEI anunció que el PBI creció 18,2% en marzo del 2021 en medio de una cuarentena focalizada de 30 días, recuperación en comparación con marzo del 2020 en que el PBI cayó 16,8% en medio de una cuarentena total de 15 días. El resultado del 2021 es aún 1,6% menor al del mismo mes del 2019.


Respecto de marzo del 2019 (inicio de la emergencia), se ubican por encima de este nivel los sectores más dinámicos durante la pandemia (financiero y telecomunicaciones), el sector secundario de la economía (construcción y manufactura) y la pesca.



Contribución del Sector Primario: 1,81%

El mejor desempeño con un crecimiento de 33,63% en marzo del 2021 (y 39% en el trimestre y 13% en el año) lo tiene la Pesca, basado en el consumo indirecto (100%, por la disponibilidad de anchoveta), el consumo humano directo (41%), congelado (103%), enlatado (86%) y curado (76%).


Minería e Hidrocarburos se recuperó en marzo del 2021 con un resultado positivo de 15,37% (aunque aún es negativo en 0,09% en el trimestre y 12% en el año). La explicación se encuentra en la mejora en la actividad de la minería metálica (en contraposición a la caída en hidrocarburos), especialmente en estaño (110%), hierro (77%), plata (36%), zinc (26%), molibdeno (22%) y Cobre (20%).


Finalmente, el desempeño más discreto se da en el Sector Agropecuario, que cayó -1,86% (que siguen reduciendo sus crecimientos trimestral y anual a 0,18% y 0,56%, respectivamente). Cayeron los subsectores pecuario y agrícola, sobre todo éste por la menor producción de quinua, maíz, camote y café; y pese a la mejora en la de tangelo, rocoto, maracuyá, mandarina y lúcuma.



Contribución del Sector Secundario: 9,86%

Los dos subsectores de mayor aporte al resultado de marzo pertenecen al Sector Secundario: Manufactura (5,09%) y Construcción (4,77%). En el sector Manufactura (que creció 50%), mejoraron el subsector fabril no primario (60%) y el primario (26%); mientras que, en el sector Construcción (que creció 133%), destacaron el consumo de cemento (145%) y el avance físico de obra (117%), esto último más en los gobiernos locales (157%) que en el gobierno nacional (100%) y en los gobiernos regionales (48%).



Contribución del Sector Terciario: 6,54%

Los mayores crecimientos se dieron en los subsectores antes citados Financiero (18%) y Telecomunicaciones (10%). El primero mantiene su crecimiento a doble dígito también en el último trimestre y año (18% y 17%, respectivamente); mientras que el segundo crece 8% en el último trimestre y 6% en el último año.


Otros sectores importantes como el Comercio y Alojamiento y Restaurantes también crecieron. En el primer caso, fue de 7% en marzo (y había sido negativo antes: -0,49% trimestral y -15% anual); mientras que, en el segundo caso, fue de 10% en marzo (y había sido negativo antes: -31% trimestral y -56% anual).



Perspectivas para el segundo trimestre

El crecimiento del PBI este año ha sido de 18,21% en marzo y 3,8% en el primer trimestre, aunque sigue siendo negativo en los últimos doce meses (-9,48%). Asimismo, se tiene aún cifras negativas en casi dos dígitos en sectores de mucha ponderación en el PBI (Minería y Comercio), y también cifras a superar en Manufactura y Servicios (principalmente, Alojamiento y Restaurantes).


La recuperación será grande en el segundo trimestre del 2021 por un efecto estadístico (debido a la fuerte caída en el segundo trimestre del 2020); pero este dinamismo no será similar en otros indicadores clave como empleo, ingreso y consumo, lo cual limitará el crecimiento en el tercer trimestre.


Para evitar esto, debemos impulsar decididamente la actividad del sector Servicios, sobre todo Comercio, Alojamiento y Restaurantes, especialmente en las pequeñas empresas. El saneamiento de las deudas vigentes es un aspecto clave a resolver, tanto para las empresas para recontratar trabajadores, como para las personas para recuperar consumo.


Finalmente, contribuirá a este crecimiento lento la incertidumbre general, debido por un lado a la incidencia de la segunda ola de la pandemia y a la lentitud del proceso de vacunación; y por otro, a la definición de la segunda vuelta electoral y a la implementación y consolidación de la nueva gestión gubernamental.



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