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Embajador Jorge Castañeda / Dimensión Olvidada: Informalidad 

  • Embajador Jorge Castañeda
  • hace 28 minutos
  • 3 Min. de lectura

La Política: La Dimensión Olvidada de la Informalidad

En el Perú, el concepto de "informalidad" ha sido históricamente secuestrado por el discurso económico y social. Se habla de la informalidad laboral, del comerciante ambulante, de la falta de acceso al sistema financiero. Sin embargo, esta mirada fragmentada es insuficiente y peligrosamente ingenua. Oculta la raíz de una crisis más profunda: la informalidad política que la sustenta.

 

La informalidad política es la dimensión que afecta a la arquitectura misma del Estado en su estructura y dinámica de poder, generando mecanismos clientelares donde los candidatos políticos responden a incentivos de sectores informales, mientras estos buscan cuotas de poder político. Esta dinámica crea interdependencias perversas entre actores informales y gobiernos regionales, distorsionando la representación política genuina y condicionando la toma de decisiones públicas.

 

Manifestaciones Concretas de la Crisis

Esta configuración patológica se materializa en la realidad peruana a través de tres ejes principales que demuestran la captura estatal:

 

La Minería Ilegal: Un Estado Paralelo en Territorios Abandonados

La minería ilegal ha creado economías locales completas fuera del control estatal, con ingresos estimados que superan los 12,000 millones de dólares anuales. Esta economía ilícita opera como un verdadero Estado paralelo, ofreciendo empleo precario donde el Estado está ausente y financiando una logística sofisticada que incluye maquinaria pesada y sistemas de transporte. El fenómeno se sustenta en la corrupción sistemática de autoridades locales y cuerpos de seguridad, llevando a episodios de extrema violencia que demuestran la pérdida del monopolio estatal de la fuerza en zonas como Pataz y La Pampa.

 

El Narcotráfico: La Sombra que Crece Exponencialmente

El crecimiento del 135% en los cultivos de coca en la Amazonía peruana entre 2015 y 2022 refleja una crisis institucional profunda. Este crecimiento "exponencial", como lo calificó el primer ministro Alberto Otárola, evidencia la incapacidad estatal para contener esta amenaza. El narcotráfico peruano ha desarrollado la capacidad de corromper a funcionarios de aduanas, policías, jueces y políticos, creando una "cultura de la ilegalidad" donde se difuminan progresivamente las fronteras entre lo lícito y lo ilícito.

 

El Lavado de Activos: El Mecanismo de Sostenibilidad

El Perú ha sido señalado como un "paraíso" para el lavado de activos, utilizando empresas fantasmas, transacciones digitales opacas y criptomonedas que mueven aproximadamente 8,000 millones de dólares anuales según la UIF. Este sistema no solo blanquea dinero, sino que también lava poder, permitiendo que los capitales ilícitos se inviertan en economías lícitas y en el financiamiento de campañas políticas. Las investigaciones por lavado de activos que alcanzan a expresidentes y altos dignatarios evidencian una crisis sistémica de legitimidad que explica en parte la explosión social reciente.

 

Impacto Multidimensional y Circulo Vicioso

El impacto de esta configuración es profundo: la informalidad política dificulta sustancialmente la reducción de la pobreza al limitar el acceso a empleos productivos y sistemas de protección social, condenando a amplios sectores a vulnerabilidad permanente. Paralelamente, reduce drásticamente la recaudación fiscal en aproximadamente 30% según estudios del BID, generando un círculo vicioso donde el Estado ve limitada su capacidad para invertir en bienes y servicios públicos de calidad.

 

La participación electoral se ve afectada - los trabajadores informales participan 25% menos que los formales según el JNE - creando un déficit de representación que afecta la calidad democrática. Esta situación se agrava por la influencia directa de esquemas clientelares sobre gobiernos regionales y locales, donde la informalidad organizada impacta directamente en políticas públicas.

 

Conclusión: Rompiendo el Círculo Vicioso

La informalidad política, alimentada por economías ilícitas que mueven cerca del 15% del PBI nacional, ha generado una crisis multidimensional que amenaza la viabilidad del proyecto nacional peruano. No se puede entender la inestabilidad política en Lima sin analizar los campamentos mineros en Madre de Dios o los valles cocaleros del VRAEM.

 

Para romper este círculo vicioso, se requiere un enfoque integral:

 

1.     Fortalecer la Justicia y la Regulación: Blindar al sistema judicial y organismos supervisores financieros contra la corrupción, aumentando en 50% el presupuesto del Ministerio Público y la Judicatura.

2.     Recuperar el Territorio y la Soberanía: Implementar una estrategia de  fortalecimiento del rol y cumplimiento estatal inteligente que combine seguridad con oferta real de Estado: educación, salud, justicia y oportunidades económicas formales.

3.     Transparencia Radical en el Sistema Político: Establecer mecanismos drásticos de transparencia en financiamiento de campañas y conducta de funcionarios, con rendición de cuentas obligatoria.

4.     Cooperación Internacional Estratégica: Profundizar la colaboración con agencias internacionales para el combate al crimen transnacional, replicando modelos exitosos como el Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica.

 

La reconstrucción del Perú requiere reconocer que la informalidad no es solo un lastre económico, sino una falla política estructural que ha permitido que intereses ilícitos capturen las palancas del poder. La formalización de la política es el primer paso inexcusable para recuperar la gobernabilidad y construir un Estado capaz de servir a todos los peruanos.

 


 

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