Nuestros países hispanoamericanos viven un presente, tantas veces, empantanado en la mentira, la corrupción e ineficiencia de los líderes políticos, económicos, mediáticos y sociales, de quienes se esperaría, más bien, que se constituyan en personajes inspiradores.
Sin embargo, hay también iniciativas de profesionales con la mirada en el futuro que han empezado a resolver problemas desde hoy.
La clave del trabajo de estas organizaciones está en su habilidad para desarrollar proyectos en los que participan el Estado, la empresa, la academia y la sociedad organizada; todas aportando sus distintas capacidades y recursos para conseguir el bien común, donde todos se benefician, pero especialmente, quienes tienen menos oportunidades para salir adelante.
Una de estas organizaciones es “Forte”, que trabaja levantando fondos nacionales e internacionales para ayudar al sector público y privado, a fin de brindarles colaboradores preparados para los desafíos tecnológicos, brindando a los estudiantes oportunidades de reskilling o “reciclaje laboral” frente a un mercado laboral en continuo cambio.
Desde Medellín en Colombia, está extendiendo sus servicios para toda América.
Medellín es una de las ciudades que ha superado un pasado doloroso, marcado por el narcotráfico, con un presente desarrollado y pujante que compite con las grandes capitales de Sudamérica por su infraestructura y posibilidades de desarrollo que beneficia no solo a las mejores comunas, sino a las otrora peligrosas y empobrecidas, como la famosa “Comuna 13”.
El secreto del actual desarrollo que muestra la región “paisa”, la cual hemos visitado desde hace años en distintas oportunidades, ha sido el punto de quiebre, después del cual, han trabajado juntos: Estado, empresa, academia y sociedad. La Alcaldía de Medellín lo facilita, mediante distintas herramientas, como lo son: la Secretaría de Desarrollo Económico (SDE), el fondo Sapiencia, la ciudadela educativa de la cuarta Transformación, entre otras.
La SDE, tiene como objetivo fortalecer la productividad, la competitividad y la sostenibilidad, mediante mecanismos de desarrollo empresarial, asociatividad, intermediación laboral, alianzas sociales público-privadas, internacionalización e innovación.
El fondo Sapiencia, busca democratizar el acceso a la educación superior, financiando recursos, conjuntamente con las empresas, para estudios de pregrado y postgrado, priorizando a los nacidos en la región. La ciudadela municipal de la Cuarta Revolución y la Transformación del aprendizaje, forma talento especializado de acuerdo a las necesidades laborales; ha sido construida en la antigua cárcel de mujeres dentro de la “Comuna 13”.
Por su parte, ACI Medellín es una agencia de Cooperación e Inversión que lidera el proceso de su internacionalización gestionando alianzas estratégicas, atracción de turistas e inversionistas, colaborando con entidades gubernamentales, cámaras de comercio, universidades y organismos internacionales.
Asimismo, la “Ruta N” es un centro de innovación y negocios que ofrece servicios y espacios para realizar emprendimientos a través de la ciencia, la tecnología y la innovación, atrae la inversión extranjera para fomentar el desarrollo, principalmente, de los jóvenes.
La Cámara de Comercio, es un actor clave, tanto para la formalización de las empresas, como para el fortalecimiento del tejido productivo y empresarial, generando confianza a la inversión, promoviendo la institucionalidad, la competitividad y trabajando en alianza para el mantenimiento del buen gobierno y la democracia.
En este ecosistema trabajan organizaciones como “Forte”, liderada por Nat Ware y el peruano Sergio Claux –que esta semana, mostró sus avances a representantes de distintos países– brindando alianzas win to win, donde todos ganan; pero, sobre todo, quienes se entrenan para utilizar las herramientas tecnológicas que, cada vez más, les demanda el trabajo presente y futuro. Ojalá pronto la tengamos en el Perú.
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