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Fabiola Morales / Los símbolos patrios 

  • Foto del escritor: Fabiola Morales
    Fabiola Morales
  • hace 2 minutos
  • 3 Min. de lectura

A pocos días de la celebración de Fiestas Patrias, se ha desatado una polémica porque el Ministerio de Defensa ha propuesto que los medios transmitan el Himno Nacional, en dos momentos del día, y que se observe el uso de los estampados “interpretativos” de símbolos patrios en las prendas de vestir.

 

Enseguida se ha levantado la protesta de los dueños de los medios privados que ven en este proyecto del Ministerio una imposición que recorta la libertad de los medios informativos en cualquiera de sus plataformas, donde la narrativa de los mensajes la dirigen ellos y no el Estado, aunque se trate de transmitir el Himno Nacional, en lo que llevan razón.

 

Por otra parte, diseñadores peruanos y medianos empresarios de la moda que ofrecen prendas de vestir con alusiones a los símbolos patrios también están enojados, porque han conseguido captar un mercado de peruanos que viven aquí o en el exterior, interesados en adquirir estas prendas y las han puesto de moda.

 

Un gobierno democrático debe tener cuidado cuando quiere legislar en contra de la libertad de los ciudadanos que, más bien, motu proprio, debiera rendir homenaje a la Patria a través de la difusión de su himno y otras prácticas, sin que sea necesaria una ley que lo obligue, sobre todo si se trata de medios privados que necesitan un grado de libertad para informar, opinar y fiscalizar.

 

En cuanto al uso de los símbolos patrios en la vestimenta, se trata de una tendencia, no solo del Perú, sino en muchos países del mundo, como también lo son —aunque en menor medida— algunas imágenes religiosas populares, como la de Nuestra Señora de Guadalupe en México.

 

La polémica se produce porque es evidente que las actuales generaciones han sido influenciadas por una educación más laxa respecto a ciertos valores, como es el caso de los símbolos patrios; corriente que no ha llegado a la formación militar, donde sin duda se les enseña a dar la vida por la bandera como valor patriótico, a modo de Alfonso Ugarte en el morro de Arica durante la Guerra del Pacífico.

 

La Educación Cívica ha desaparecido de las mallas curriculares desde hace décadas; por eso, no se pueden exigir los frutos que no se han sembrado. A lo cual se suma que, por el contrario, el trabajo de la progresía mundial en contra de la veneración de los símbolos nacionales ha sido exitoso.

 

Podría apostar que en ningún colegio se escucha el poema dedicado a la bandera, del escritor Enrique López Albújar:

 

“La bandera es palma heroica /

la bandera es arca santa /

que en las manos de los pueblos /

une el Dios de las batallas”.

 

Ni tantos otros versos que, en la escritura de los poetas, enaltecían el valor de los símbolos patrios.

 

Si se embanderan las casas y edificios públicos y privados de las ciudades del país con motivo de las Fiestas Patrias, es por ordenanza municipal y bajo amenaza de multa que varía según los lugares: desde no menos del 10 % de una UIT —lo que equivale a 500 soles— y puede llegar al 25 % de una UIT.

 

El citado proyecto del gobierno se ha publicado para la opinión del público; pero una tendencia tan extendida como es el diseño de símbolos patrios bajo libre interpretación, principalmente en casacas y camisetas que se venden tan bien, no puede frenarse. Ni tiene sentido abrir la polémica sobre los símbolos patrios ahora que, más bien, deben unirnos.


 

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