Mega puerto Chancay: reto social también
Una de las características de las colaboraciones que presento cada quince días es tentar que luego de su lectura se pueda iniciar a profundidad mayor investigación en el tema, y a los que se atreven a leerlas les parezca interesante para hacerlo; pues son temas generales que tratan de pensar el Perú, siendo esto una misión latente de los científicos sociales.
En nuestra actualidad hay un tema que acoge las conversaciones de los entendidos empresariales, de los proyectados económicos financieros y las esperanzas de los que tienen que buscar siempre trabajo, es decir nuestra población mayoritaria a nivel nacional. Se va a gestar un hito para el comercio exterior peruano que avizora un gran cambio en el panorama del comercio global, es la inauguración, muy pronto de un mega puerto en Chancay, un distrito costero de los doce que conforman la provincia de Huaral, y que se ubica a una hora de Lima capital, permitiendo ahora mismo, una franca comunicación social y económica poblacional, traducida en los recorridos de ida y vuelta de movilización. La población de Chancay y alrededor será testigo de un gran cambio social.
Por otro lado, es seguro que ya, de inmediato, (y hay razón en eso), se va creando una necesidad natural y ambiciosa de comenzar a informarse de los más recientes avances en infraestructura portuaria pues las oportunidades se van a presentar para importar o exportar. Pues este proyecto muy ambicioso como dije líneas arriba se encuentra solo a 80 kilómetros al norte de Lima, y presenta una excelente ubicación para permitir el tránsito de mercancías entre Asia y América del Sur. De esta forma, en términos reales, el Perú al convertirse en un gran centro logístico de Sudamérica, será visto y reconocido por el mundo y obviamente generará ganancias y convertirá al Perú en el primer centro logístico del Pacífico sudamericano.
Este ambicioso proyecto contará con una infraestructura que va desde muelles de espigones, puntos de embarque y descarga, canales de ingreso marítimos, áreas de inspecciones de aduanas, estacionamientos para vehículos pesados, túnel subterráneo para conectar el complejo de ingreso con la zona operativa y muchos otros beneficios más especializados aún, que volverá al Perú en un centro de atención de la región, permitiendo estabilidad macroeconómica, permitiéndole también ser un polo de crecimiento y en un centro marítimo y logístico en toda América Latina. Liderado por la naviera china COSCO Shipping Ports Limited en asociación con la empresa peruana Volcan Compañía Minera, ambos dicen asegurar estándares internacionales en tecnología, seguridad y eficiencia.
Y es seguro que esto traerá beneficios sobre todo a las empresas inmersas en el comercio internacional, donde podrán mover productos en forma directa a Asia, esto reducirá costos logísticos reduciendo también los tiempos de tránsito, descongestionará nuestro querido puerto del Callao, abriendo de alguna forma mayor rentabilidad de carga para el oriente y la sierra central. En fin, se viene el nuevo HUB portuario y logístico de América Latina.
Ahora bien, mirando hacia el futuro, el mega puerto no solo será un punto de convergencia para el intercambio económico global, y un impulsor sin precedentes del progreso económico y comercial para Perú con las importaciones o exportaciones, todos los involucrados serán protagonistas de un crecimiento económico.
Pero también, y es importante decirlo, será un punto de convergencia de distintas poblaciones, cada una con cultura distinta, con múltiples diferencias, con muchas particularidades, donde la movilidad humana se dará no solo a la interna sino la migración externa se convertirá en necesidad operativa seguro y la mano de obra o el empleo será competitivo y las oportunidades generaran desbordes seguramente. El auge que se genera por este movimiento económico, motivará cambios importantes en los habitantes de la zona y alrededores, con una trasformación económica que desatará repito un proceso de migración que trae consigo nuevas y distintas dinámicas sociales y culturales.
Entonces la pregunta es: ¿estamos preparados para ese nuevo fenómeno social que se vislumbra? Parafraseando a Arguedas «La cartografía de mercados y circuitos nomádicos (ahora en Chancay) ha tenido como objetivo detectar una correspondencia simbiótica generada entre la producción de espacios y la pluralidad de lenguajes»(“El zorro de arriba y el zorro de abajo”), entiendo que este cambio social involucra obligadamente, a las diversas instituciones del Estado que comandados por un consciente Ministerio de Cultura sea el articulador funcional para que el mega proyecto funcione sistemáticamente. Economía – Sociedad articulada.
Migrantes foráneos en masa llegados al puerto, atenciones formales hacia ellos, negocios, empleo, autoempleo, emprendimientos serios, hace que sea urgente, incluso la revisión de leyes de atención social o programas de asistencia que deben comenzar a revisar las normas para ser un verdadero país que acoge no solo carga material sino los contrastes inmateriales traídos por las poblaciones que ya sean itinerantes ò con proyecciones de establecimiento, requieran también atención, para ello, por ejemplo, es urgente generar una seria y advertida ley migratoria.
Chancay no puede perder su esencia cultural y tendrá la misión de adaptarse, para ello se necesita gran apoyo, por ejemplo, su pesca artesanal corre el riesgo de ser desplazada a otras zonas costeras del norte motivando sobre explotación de recursos en zonas pequeñas y con ecosistemas legitimados, sería un peligro ambiental, esto además podría generar conflictos sociales.
En fin, no demos la espalda al crecimiento económico y por ende a nuestro desarrollo, pero advirtamos que existen temas que son relevantes y que tienen que ver con la población misma, con la sociedad, con el gran cambio social que hay que canalizarlo para beneficio mismo de la región y del Perú. Que hace tiempo es un país de acogida, aceptémoslo. Y quedan más temas señores, echemos a andar la investigación.
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