Pero si bien la relación con Washington es más antigua, en la competencia entre China y los EEUU, el primero está haciendo más esfuerzos por darle más intensidad a la relación con el Perú. Los chinos en Lima no se inmutan. Su embajador dice que “Chancay será un nuevo Shanghái”.
A Beijing no parece afectarle la situación política del anfitrión, y va cruzando Gobiernos como si fueran el mismo. El debilitamiento de la democracia local y el avance del autoritarismo no les afectan
Parece que mientras Shanghái avanza y Washington se preocupa, Lima no sabe qué hacer más allá de ratificar que el Perú es una plaza abierta a toda inversión que cumpla la ley y que el problema supuesto de la invasión económica china se arreglaría si Estados Unidos también se pusiera las pilas, lo que hace tiempo no está ocurriendo. Washington quiere las ventajas de China en el Perú y a la vez una buena conducta democrática de los peruanos, que por lo que se aprecia, no la tenemos
Hace poco más de tres décadas, en 1991, Estados Unidos, empezó a concedernos preferencias arancelarias a determinadas mercancías, las cuales fueron ampliándose hasta el 2010, fecha en que empezó la vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Perú y Estados Unidos, el cual fue suscrito en el 2006
La evolución favorable del TLC lo indican las cifras, pero hay demasiado por hacer, hecho que se aprecia, cuando se comparan las cifras.
Estados Unidos es nuestro segundo socio comercial después de China. Según Trade Map, las importaciones peruanas de Estados Unidos fueron en millones de dólares, en los años 2020, 2021, 2022, sucesivamente: US$ 6.661.440, US$ 9.562.256, US$ 14.271.622, y nuestras exportaciones a Estados Unidos fueron: US$ 6.240.574, US$ 7.192.891, US$ 8.431.595, en el mismo período
O sea, les compramos más de lo que le vendemos, y le vendemos muy poco comparativamente, con lo que Estados Unidos compra del mundo.
En los mismos años citados, y en millones de dólares, Estados Unidos compró del mundo US$ 2.406.931.650, US$2.935.314.152, US$ 3.375.948.186. Por lo que, al mercado de 333 millones de personas, con alto ingreso per cápita, sólo le vendimos el 0.26%, 0.245%, 0.25%, respectivamente, de sus compras
Las cifras no engañan. Es evidente que debemos mejorar la tarea. Tiene que haber cambios estratégicos, en el desarrollo de nuestro comercio exterior
Chile que está más lejos, del mercado americano y tiene menos recursos aparentemente en comparación con nosotros, en el 2022 le vendió a Estados Unidos US$ 15.586.384, más de 7 mil millones de dólares que el Perú. Colombia les vendió algo similar US$ 15.380.933. Brasil les vendió US$ 37.643.829 y México US$ 452.605.218, aprovechando su cercanía, y el T-MEC.
El T-MEC es una versión actualizada del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN) (Canadá, Estados Unidos, México), implementado en 1994 y que cambió las economías de los tres países con la eliminación de los aranceles a las exportaciones.
Las cifras de exportaciones de México a Estados Unidos, debe ser motivo para que nosotros aprovechemos lo avanzados por ellos, a través de la Alianza del Pacífico, que con Chile y Colombia, somos socios, así como también lo somos de la APEP (Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica).
También con Chile y México, hacemos parte de la APEC (Foro Económico Asia Pacífico) y de la CPTPP (Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico). Además, con Colombia, país vecino, somos antiguos socios de la CAN (Comunidad Andina de Naciones).
Cuantos acuerdos comerciales suscritos, cuantas ventajas por aprovechar, que no son conocidos y por lo tanto no aprovechados, por las veinte mil empresas que alguna vez han exportado, de las más de tres millones de empresas que tenemos.
Muchas fábricas americanas se han ido a México para venderle a su país y a Canadá. Por lo que, debemos traer esas y otras empresas para que desde acá fabriquen para el enorme mercado asiático, ahora que tendremos ruta marítima directa. Lo mismo con empresas brasileñas. Debemos desarrollar visión internacional, para llenar el mundo de banderitas peruanas, ampliando nuestra oferta exportable y nuestros canales de comercialización internacional.
Con Estados Unidos también somos miembros de la APEC y APEP, y es nuestro segundo socio comercial, con inversiones en el Perú, después de China.
Lo bueno de este incesante número de noticias, alrededor del nuevo mega puerto de Chancay, es que algunos han puesto su mirada, a la ubicación central del Perú en el Pacífico Sur limítrofe en más de 2 mil kilómetros, con Brasil que está en el centro del Atlántico Sur, y que es una de las 10 economías más grandes del mundo, lo que asegura un volumen de carga continuo de ida y vuelta hacia nuestros puertos en el Pacífico, además de darnos una nueva ruta para cruzar hacia los mercados en el Atlántico, siendo parte de la Nueva Ruta de la Seda.
Creo sería mejor que no sólo algunos, pongan la mirada en esta gran oportunidad, sino todos, autoridades incluidas, pongan la mirada en esta ubicación privilegiada, y se trabaje en el aprovechamiento de la misma, que nos da la gran ilusión de poder construir un desarrollo económico sostenible.
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