
Que nuestro voto sea bien pensado
Faltan unas tres semanas, para que se sepa quién será el presidente elegido para el período 2021-2026, en el Año del Bicentenario. Tres semanas en el Perú, es una eternidad, por lo que cualquier cosa puede suceder, con nuestra población tan diferente, según región, nivel socio económico, sexo y edad. Esperemos que todos los peruanos acudan a votar y sepan elegir lo mejor para el bien del país.
Y quien gane, que nos de tranquilidad, esperanza y confianza, con un plan a realizar en estos 5 años, qué sea factible de hacer, convocando a toda la cantidad de peruanos buenos que existen en el Perú y en el mundo, para hacer las correcciones necesarias, al manejo económico-social, que la sociedad lo viene reclamando insistentemente, mostrando los resultados que se esperan alcanzar, con metas y plazos establecidos y con la mayor transparencia para los controles respectivos, de parte de las instituciones que deben mejorarse, y de parte de la sociedad civil que debe organizarse y participar activamente en el progreso y desarrollo del Perú.
Debemos desarrollar una actitud de cambio, pensando y procurando hacer lo mejor que cada uno puede hacer por el Perú, y no esperar sólo lo que el Perú pueda hacer por uno. Si queremos el desarrollo de nuestro país, debemos ser más participativos, más colaborativos, más solidarios. Aprendamos a pensar, ¿cómo lograr el cambio?, ¿qué es lo que quiero de mi país en el futuro?, ¿para qué lo quiero?, ¿cómo conseguirlo?, ¿cuándo lograrlo?, ¿cuánto costará hacerlo?, ¿quiénes lo harán? Definiendo, con visión al futuro, objetivos a corto, mediano y largo plazo. Asignando recursos humanos, técnicos y de capital. Comprometiéndose a un mejor aprovechamiento de las capacidades y potencialidades del espacio geográfico, con visión territorial. Y teniendo siempre presente, que en el mundo de la economía y las ciencias sociales, “que lo que no se cuantifica, no se ve”.
Establecer líneas de acción, para el cambio: A. En las áreas productivas: agricultura, zootecnia, ingeniería agrícola, forestales, pesquería, minería, industria, comercio, banca, servicios, gestión ambiental, energía. B. En infraestructura: transportes, vivienda, luz, agua y desagüe, comunicaciones. C. En cultura: turismo, cultura. D. En servicios sociales: salud, educación, deportes, participación de la mujer, empleo juvenil, seguridad ciudadana, sistema de pensiones. Incidencia especial en brindar salud y educación competitivas que generen bienestar a la población y oportunidades para la vida.
Se debe procurar recursos económicos, técnicos y financieros, aprovechando nuestra calificación de riesgo país, en permanente interacción con la cooperación y asistencia técnica internacional, para mejorar niveles de ingreso y empleo, a través de actividades económicas eficientes y rentables, en una amplia diversificación productiva, que le es posible desarrollar al Perú por su diversificada riqueza natural, a lo largo y ancho del país, con la ciencia y tecnología más avanzada que exista en el mundo, del que somos parte y debemos serlo en forma mucho más activa, para poder lograr una óptima comercialización de nuestros productos, tanto para nuestro consumo, cómo para el consumo global, que con el turismo, nos permitirán generar divisas, para comprar lo que no producimos y obtener ingresos, para nuestro propio desarrollo, que tanto necesitamos.
Acercarse a los gremios empresariales y laborales a buscar consensos para generar riqueza para eliminar la pobreza, e invitarlos a invertir, en las diferentes modalidades existentes a lo largo y ancho del país, para generar empleo, resulta imperativo.
Espantando al capital no se gana nada. Poderoso Caballero Don Dinero. Hay que reconocerlo, sopesarlo. No sé puede hacer experimentos. La gente quiere bienestar en paz y armonía. No quiere Venezuela, ni Cuba, ni nada que signifique violencia, terror, pobreza. Acá ya se vivió el terrorismo. Acá ya se vivió de todo, y la población ya se cansó de tantos malos gobiernos. No hay un ex presidente vivo con problemas con la justicia. Acá queremos democracia en paz. Y eso quiere decir que cada uno puede elegir libremente la opción que prefiera, la cual se comportará acorde a lo que establece nuestra constitución y tratados internacionales suscritos.
Ahora, tenemos que elegir entre dos candidatos, que 4 de cada 5 peruanos no los eligió, una con problemas ante la justicia, al igual que su partido político y el otro candidato con problemas del Secretario General del partido que lo postula. Menuda capacidad de filtración de candidaturas, por parte del sistema electoral. Se deben hacer todas las mejoras necesarias en nuestras instituciones, en especial estas que conforman el sistema electoral. Es un absurdo, que en plena lucha anti corrupción que tantos años nos ha costado y nos estará costando combatir, un sistema electoral mal hecho, haya permitido la participación de organizaciones políticas con 142 candidatos con problemas con la justicia. Y esto indigna a la sociedad, que ya está cansada de tan mala clase de dirigentes, de tanta corrupción y malos manejos.
La gente quiere cambio: casa, comida, movilidad, justicia, seguridad, empleo. Cosas simples (complejas de hacerlas realidad), pero si queremos y tenemos la convicción de lograrlo, sin miedos, ni temores, sí lo podemos conseguir. Lo qué le interesa a la gente es mantener lo básico y lo necesario que ha ido logrando materialmente, con la posibilidad de incrementarlo. Quiere estabilidad. Y por esto, queremos escuchar a los candidatos a que nos presenten clara y firmemente su oferta electoral, con las acciones a desarrollar para poder satisfacer a las grandes demandas de la población, por sexos, edades, al corto plazo y el camino a seguir al futuro, insertados en este mundo global, que con la pandemia, nos ha demostrado la necesidad de interactuar en un mundo sin fronteras, como especie humana, de la que somos parte, y por lo cual tenemos las mismas aspiraciones de alcanzar lo que las sociedades más avanzadas han logrado en su desarrollo, en forma sostenida y sustentable.
No hay que mostrar violencia, hay que mostrar los objetivos a procurar con sus estrategias para lograrlas. Qué se conozca adónde se va a ir, adónde se quiere ir, y pedir el concurso de todos para lograrlos. Pedir unidad nacional, con la bandera anti corrupción y por el desarrollo del Perú. Un Perú que inicie su Tricentenario con ganas de ganar, para que no haya tanta pobreza, que con la pandemia se ha incrementado a un 30% de la población, esto es alrededor de 9 millones de compatriotas teniendo hambre, en un país tan rico. Hecho, que no tiene sentido, y nos obliga a presentar soluciones factibles al respecto.
Luego de todo lo vivido, el Perú no quiere perder el tiempo. Los peruanos queremos cosas factibles, reales, posibles. Esperemos que los candidatos sepan comunicar bien que ello puede ser alcanzable. Si así fuera la gente lo apoyará sin dudas, ni murmuraciones, porqué ya está harta de todo lo que tradicionalmente se ha ofrecido y no se ha cumplido, como obstruido para que no se cumpla. De todo hemos padecido, en nuestra vida política nacional, ahora agravado todo el panorama, con el COVID 19, que tanta muerte y desolación nos está dejando a su paso.
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