
En el 490 aniversario de Lima, conocemos que los mayores socios comerciales del Perú y de América Latina, son Estados Unidos y China, por lo que es preciso darle un rápido vistazo a estas dos economías, que conforman el 43% del PBI mundial, con una diferencia de más de 10 billones de dólares, entre ambas, Estados Unidos, US$ 30.3 billones (26.52% de la economía mundial), versus China US$19.5 billones (16.52%).
El tercer más rico del mundo se encuentra a distancia, Alemania (4.9 billones – 4.38%). Como información valiosa, el Perú, se encuentra a una distancia sideral (0.28 billones – 0.24%). Somos sólo el 0.2% de la riqueza mundial ¿Les gusta ser tan poco? A mí no, cómo seguro, a la gran mayoría. Entonces, ¿qué esperamos, para cambiar?
Estados Unidos sigue siendo la primera potencia mundial desde hace ya 100 años por razones económicas, tecnológicas, militares, estabilidad política en el tiempo, y de energía, ya que es uno de los mayores productores de petróleo y gas, lo que le permite tener costes de energía más bajos que Europa, lo que le fortalece su competitividad.
El éxito del capitalismo estadounidense, se refleja en que, en 2008, el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos y la zona euro eran comparables en tamaño. Actualmente, según el Fondo Monetario Internacional, la economía estadounidense es casi el doble de grande. La OCDE dice que la productividad norteamericana se ha duplicado sobre la alemana, de un 8% de ventaja en el 2000 al 16% en la actualidad. Su productividad actual, resulta ser superior en un 40% a la europea y canadiense, y en un 60% a la japonesa.
Van a otra velocidad que los demás países desarrollados que todavía enfrentan desafíos estructurales y crecimiento limitado. Por su dinamismo económico, la distancia entre Estados Unidos y el resto del mundo desarrollado se amplía con cada año que pasa. La distancia que separa a Estados Unidos del resto de países desarrollados no es un accidente ni una coincidencia, sino el resultado de un sistema que valora la libertad política y económica, la eficiencia, la flexibilidad y la innovación
La capacidad para fomentar la innovación, no se limita a las grandes tecnológicas de Silicon Valley. La tienen presente en todo lugar posible, en pequeñas empresas, Startups y centros educativos. Este espíritu emprendedor, apoyado por políticas que incentivan el riesgo y recompensan el éxito, resulta ser la base de su liderazgo global.
El modelo alemán, antes envidiado por su eficiencia industrial y equilibrio social, ahora parece estancado frente a la agilidad de la economía estadounidense. El modelo alemán de Economía Social de Mercado es la fuente de inspiración de la Constitución del 93, en el Perú, la cual ha sido modificada en casi un 60% por los congresos, en especial este último, que, sin recurrir a una asamblea constituyente, los grupos de poder la han modificado a su entera conveniencia, en un ejercicio totalmente anticonstitucional, y que nos retrocede en nuestro camino al desarrollo.
El modelo económico estadounidense no solo se distingue por sus gigantes tecnológicos (Alphabet, Apple, Amazon, Meta, Microsoft y Nvidia), que lideran sectores clave como la inteligencia artificial (IA) y la digitalización. Sino también por una rica cultura de emprendimiento que se extiende por todos los rincones del país.
Además, un sector público bien dimensionado. Como diría uno de sus padres fundadores, Thomas Jefferson, «estoy a favor de un gobierno que sea vigorosamente frugal y sencillo». En concreto, un sector público, eficiente y eficaz, que lamentablemente, no lo tenemos en el Perú, y que lo necesitamos, y debemos tener. La receta está clara: Fomentar la innovación, modernizar el mercado laboral, invertir en educación y tecnología
Reflexionemos, ¿Qué rescatamos del primer país del mundo con el que tenemos un Tratado de Libre Comercio, desde hace 15 años? ¿Qué aprendemos? ¿Qué realmente, queremos aprender? ¿Qué queremos, qué ambicionamos lograr?, ¿Cuál es nuestro Plan Estratégico de Desarrollo a corto, mediano y largo plazo con Estados Unidos?
Teniendo presente, hacia futuro, la afirmación de Jaime Saavedra, Director Global de Educación del Banco Mundial. (Ex ministro de educación, censurado por el fujimorismo): “El 30% de los estadounidenses lee a un nivel que se esperaría de un niño de 10 años. Es difícil imaginar que una de cada tres personas que conocemos en la calle tenga dificultades para leer incluso cosas sencillas. ¿Por qué sucede esto? En parte, porque la tecnología ha cambiado la forma en que las personas consumen información, pasando de textos más largos y complejos, como libros y artículos de periódicos, a publicaciones breves en las redes sociales y videoclips. ¿Nos estamos convirtiendo en una sociedad pos alfabetizada?”
Por su parte China, impulsada por un mercado laboral que tiene una parte, rica en capital humano y otra parte, de baja productividad, es una potencia tecnológica y manufacturera que se enfrenta a limitaciones crecientes. Entre ellas, el envejecimiento de su población, un mercado inmobiliario en crisis, enormes problemas de sobrecapacidad, tensiones geopolíticas en alza y quiebra de sus instituciones. Los consumidores chinos están comprando menos, importantes empresas han recortado salarios y contrataciones, y millones de egresados universitarios enfrentan grandes dificultades para acceder al mercado laboral.
La dictadura del partido único, se hace sentir y limita libertades del liberalismo que los puedan llevar a brechas económicas inimaginables, como que una sola persona tenga una fortuna superior a la de varios países. Y así han limitado a Alibaba y Tencent, por ejemplo, lo que ha generado incertidumbre y desincentivado la inversión privada nacional y extranjera.
Otro asunto a tener en cuenta es la situación de la economía de China, especialmente porque el gigante asiático es el principal socio comercial de varios países sudamericanos. China ha disminuido su históricamente rápido crecimiento y por ese motivo, los economistas hablan de una desaceleración. La economía china se está desacelerando, por lo que muchos esperan que el presidente Xi Jinping tome medidas en 2025, las cuales también dependerán de las que tome Trump con su equipo, conformado por supermillonarios tecnológicos, por lo cual Biden en su discurso de despedida, advierte sobre ‘una oligarquía que cobra forma’ en Estados Unidos, antes de la toma de mando de Trump, este próximo lunes.
¿Cómo le afecta esto a América Latina? Básicamente la región ha sido, y sigue siendo, una gran exportadora de materias primas a China. Cuando en China hubo un boom inmobiliario y el país crecía a toda velocidad, su economía estaba hambrienta de soja, acero, cobre y muchas otras materias primas latinoamericanas. Pero ahora, esa demanda ha bajado y sus efectos se han sentido en la región.
Sin embargo, Perú está muy ligado a China, luego de seis años, durante la APEC 2024, firmaron la actualización de su TLC. Documento presenta cinco capítulos nuevos, como el comercio electrónico, cadena de suministros y medio ambiente. Además, los representantes de ambas naciones firmaron, por lo menos, 25 acuerdos. Estos involucran a diferentes sectores y, según anunciaron, tienen el objetivo de intercambiar información técnica en desarrollo de inversiones mineras, electro movilidad, desarrollo urbano y educación, entre otras áreas. Las inversiones y presencia china, es cada vez más significativa en la economía del país
Debemos reflexionar al respecto y definir nuestro Plan Estratégico de Desarrollo con China, segunda economía mundial, que pretende y se proyecta lograr ser la primera economía mundial en la siguiente década. Y así cómo con estas dos grandes potencias, hacer planes con equipos de trabajo, para cada economía con quienes tenemos acuerdos comerciales. Tenemos que contar con un Plan de Internacionalización, mientras no lo tengamos, y hagamos lo mismo, tendremos los mismos resultados, los cuales no son buenos, como nos lo revelan algunas cifras a continuación
En el 2023, Perú le vendió a Estados Unidos 9.1 MMM (mil millones de dólares). Chile 16.4 MMM, Brasil 37.1MMM. Estados Unidos compró del mundo 3.172.5 MMM
Perú le vendió en el 2023 a China 23.1 MMM, Chile 37.6 MMM, Brasil 104.3 MMM. China compró del mundo 2.559.3 MMM
En 2023 Perú compró de Estados Unidos 10.9 MMM, Chile 16.2 MMM, Brasil 38.4 MMM. Estados Unidos vendió al mundo 2.019.2 MMM
Perú le compró a China en 2023, 13.4 MMM, Chile 17.9 MMM, Brasil 53.1 MMM. China vendió al mundo 3.388.7 MMM
Para lo que compran y venden al mundo estas dos potencias económicas, las cifras de estos tres países, Perú, Chile y Brasil son cifras relativamente bajas, lo que da una perspectiva de que hay mucho por trabajar, más aún, si el Perú vende y compra menos de los tres países citados, a pesar de que están más lejos, de los mercados de destino, e incluso en algún caso comparativo, tienen menos recursos naturales y menos población que nosotros
Iguales resultados desfavorables obtenemos, si nos comparamos con otras economías. Si vamos analizando cifras, hay algunas que resultan desconcertantes, como, por ejemplo, que Chile que no es vecino de Brasil y está más distante, le venda casi el triple que nosotros. Que a España que está más lejos, le vendamos un poco más que a Brasil, que está al costado, y podemos seguir y apreciar, que tenemos mucho que hacer, para mejorar resultados.
Las cifras no engañan, nos indican que debemos mejorar, y eso implica reflexionar, sobre cómo hacer mejor nuestros planes estratégicos de desarrollo, y ello, nos determina la necesidad de contar con buenos gobiernos, que lastimosamente, no los tenemos, por este sistema electoral, que permite que cualquiera sea candidato, con las consecuencias que estamos viviendo, que más de 9 de cada 10 peruanos desapruebe al Ejecutivo y al Legislativo
Veremos qué sucederá a partir del lunes 20 con el segundo mandato de Trump, y que nos trae el innecesario viaje de la presidente Boluarte al Foro Económico Internacional en Davos, Suiza, con tantos problemas a resolver en el país. No se entiende para que se expone la imagen del país. Los que asistirán a esta reunión, se informan regularmente por el Financial Times, The Economist, y en ambos importantes medios, informan de que nuestra presidente, es la más impopular del mundo, la peor presidente de Sudamérica, de la inseguridad en que vivimos, y de su frivolidad.
Además, con sus propias declaraciones, ella se auto elimina del viaje, ya que sobre su 3 % de aprobación, dijo: «No fui buena en matemática, por eso los números no me preocupan». Y desafortunadamente, en el mundo económico, “lo que no se cuantifica no se ve”. Entonces, surgen las preguntas, ¿para qué va?, ¿por qué derrochamos nuestros escasos recursos?, ¿por qué seguimos exponiendo nuestra alicaída imagen internacional?
Seguimos perdiendo el tiempo, con esta calidad de autoridades. Ya fue suficiente
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