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  • Juan Escobar

Juan Escobar / Formación agraria anti crisis (2 de 2)

Formación agraria: Crisis y alternativas para enfrentar la crisis que se avizora


Esta sería una oportunidad, forzada por las circunstancias, para poner en práctica un programa formativo y de fomento de la organización basado en gerencia, innovación, competencias, digitalización y pedagogía, que fundamente su trabajo en conceptos de mercado cuyo modelo de relación de partes sea entre usuario /proveedor (pago de servicios recibidos por resultados en productividad); y así abandonar el viejo concepto de benefactor/ beneficiario (de regalo incondicional y recurrente). El mercadeo de servicios como herramienta de gerencia existe desde hace mucho tiempo, pero no se usa.


En la propuesta sugerida, es indispensable considerar tanto el trabajo presencial como el virtual. Esta última, comenzando con la alfabetización digital, entendiendo que el uso de la tecnología avanza en el ámbito rural. Hoy en día, solo el 5% del “mundo rural” tiene acceso a Internet en sus hogares, mientras que el acceso a la telefonía móvil y por este medio a Internet alcanza casi al 95% en estas mismas áreas. Los sistemas de información web pueden fácilmente articularse a las radioemisoras locales, con lo cual se fortalece el sistema de información a favor del agro.


El trabajo formativo, en el tema económico, debe priorizar, el desarrollo de cadenas de valor y cadenas productivas; esto posibilitará la construcción de alianzas entre agentes, en lugar de concentrarse solo en un nodo agrario o producto específico.


Por cadena de valor nos referimos a los procesos internos que todo agente económico ejecuta (preproducción, producción, transformación y comercialización); por cadena productiva, nos referimos a la interrelación entre los diferentes agentes económicos que trabajan en base a un mismo producto de forma lineal o transversal (proveedores de insumos, productores, comerciantes, industriales, distribuidores y consumidores).


Esto permitirá trabajar con enfoque de mercado, de forma articulada y dotar del valor agregado requerido por la demanda. Para promocionar con efectividad, las cadenas productivas se requieren que sean segmentadas por líneas de negocios: agroalimentaria, agro textil, agroforestal, agro medicina natural, agro bebidas, agro chocolatería, etc. La gastronomía como factor y ejemplo de “arrastre” debe ser la pauta que marque cómo debe ser el trabajo de promoción, capacitación y organización.


En la tarea de construir una masa crítica e innovadora, sería interesante explorar la posibilidad de establecer una suerte de Beca Agro. Capacitar a 2500 jóvenes agrarios en 6 u 8 meses por año como “capacitadores de capacitadores”, a través de una organización privada, sería el inicio para construir un mercado de servicios, insertar nuevos conocimientos, formar más usuarios y dar cimientos a un auténtico sistema de capacitación dedicado a dar sostenibilidad al agro y que tenga como unidad de gestión operativa a las agencias agrarias fortalecidas. Esto aportaría, adicionalmente, mejorías en la organización campesina. Con 80% de nuevos líderes bien formados y comprometidos, estaríamos trazando y surcando un camino sólido hacia el cambio requerido.


Recordemos que el desarrollo será obra de los propios productores, no de las instituciones; para ello, se requiere líderes locales que asuman esta responsabilidad.


Esta tarea promotora debiera ser gestionada por un INIA Plus y contar con la colaboración de las unidades del MIDAGRI y de los GOREs. Sin embargo, el fortalecimiento del INIA es una tarea pendiente y sufrida que todos reclaman, pero que año a año se mantiene igual, incluso con sus proyectos del Banco Mundial.


En realidad, gran parte del recurso necesario ya existe y está sustentado en los casi 13 mil trabajadores de MIDAGRI y de las DRAs que están en funciones. “Reasignando” a 4 profesionales por provincia, gran parte del esfuerzo ya estaría cubierto. Los encargados de este ambicioso objetivo no pasarán de 800 a 1,000 técnicos y profesionales para cubrir todas las zonas; además, los municipios provinciales podrían sumarse a un programa de cambio social para dar valor a su gestión y apoyar al desarrollo de los mercados locales.


La situación en el agro es altamente complicada: 40% de pobres, cambio climático, competencia desleal de productos importados, sustitución de productos, tendencia a la alimentación chatarra y síntomas de ralentización de la agroexportación. Este escenario debe hacernos pensar que la mejor respuesta ante los riesgos es mejorar la formación de nuestros productores y que enfrenten de forma organizada y de pie las adversidades que se avizoran.


Sistematicemos prácticas internacionales que se validen e implementen de ser el caso. ¿Qué experiencias podemos recoger de Francia, Holanda, China o India? Podría ser interesante que el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo o la CAF apoyen en este trabajo por el carácter multilateral y experiencia que tienen.


“Si Ud. cree que la capacitación es cara, pruebe la ignorancia” (Asociación Mexicana de Capacitación de Personal - AMECAP)


Referencias:

El autor es el Econ. Juan Escobar Guardia, jescobar@planeamientoygestion.com.pe de Planeamiento & Gestión S.A.C.


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