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Julio Schiappa Pietra / Elecciones, rueda chicago 

  • Julio Schiappa Pietra
  • 17 ago
  • 2 Min. de lectura

La Rueda Chicago, el juego que aterrorizaba a los niños hasta fines de los años 80, nos daba la sensación de colgar al borde de un abismo, de estar en alturas que no éramos capaces de controlar, hasta que un descenso muy violento te devolvía al infierno de la realidad.

 

Así es la escena electoral peruana bajo el reinado de Dina Boluarte. Un mix entre la violencia y el pánico de la Rueda Chicago, y la vulgaridad llamada arte del Circo de la Chola Chabuca.

 

Los 40 candidatos -con la excepción de media docena de cuerdos- se sienten en la Rueda Chicago, en las alturas del poder, ajenos a la realidad a nivel del suelo, en un sube y baja con adrenalina que embriaga y evita lidiar con el día a día que consume a los peruanos.

 

En contraste, hay ira en pueblos y ciudades. Basta leer los carteles, que portan los protestantes, para entender que la ruptura con el gobierno y sus asociados es insalvable.

 

Y si las elecciones 2026 fracasan por fraude, manoseo de los resultados parlamentarios o enfrentamientos post electorales, un largo período de desorden social y político puede poner en jaque mate al país.

 

Donde la violencia -como el 2022 al 2023-no produjo fenómenos de ruptura con el estado, lo fueron la pésima atención a las emergencias climáticas. O la operatividad cero en soluciones para terminar con el drama de obras inconclusas, los crímenes en las calles, y el problema del transporte, entre muchos pendientes de los últimos 5 gobiernos del país.

 

La rueda Chicago del proceso electoral sigue girando, y queda claro que ni las elecciones producirán un resultado que pueda enderezar el rumbo del país. Solo entre 5 a 10 candidatos Presidenciales pasaran la valla, el Congreso será más disperso como el actual y la Bicameralidad parirá un Senado mayoritariamente de líderes limeños.

 

El nuevo Presidente no tendrá mayoría en el Congreso, repitiéndose el drama de un gobierno parlamentario en un régimen constitucional Presidencialista.

 

¿Qué hacer? ¿Cómo darle salida al país?

En mi opinión el único líder político que ha planteado seriamente que el Perú cree un gobierno de unidad nacional es Alfonso López Chau. Propone un modelo como la exitosa Concertación Chilena, para reconstruir la república demolida por los Atilas del Gobierno y del Congreso.

 

¿O vamos a esperar que un Pinochet propuesto por la neo-oligarquía de nuevos millonarios informales y viejos dueños del Perú pongan el orden de los cementerios en el país? Paremos la Rueda Chicago y hagamos gobernable al Perú.


 

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