La actual crisis que vivimos nos obliga a revisar lo avanzado en el país en materia de salud, desde distintos enfoques. Si lo vemos por el lado presupuestal apreciamos que, desde el 2010 hasta el 2020, el presupuesto en Salud para los tres niveles de gobierno (nacional, regional y local), se ha ido incrementando paulatinamente, y de forma importante. Si el 2010 el presupuesto en salud fue de S/8,413 millones, para el 2020 asciende a S/21,816 millones. Asimismo, si el gasto en salud representaba para el 2010 el 7.9% del presupuesto nacional, para el 2020 representa el 11.65% (y el 2019, 11.08%). Por otro lado, en cuanto a la ejecución, la misma tampoco ha sido baja: durante el período analizado ha sido superior al 80%; y, en los últimos 7 años, cercano al 90%.
No cabe duda entonces que recursos han existido. En los tres niveles de gobierno. Y en todos los casos, cada año ha sido mayor. Sin embargo, no se ha apreciado mejoras importantes en nuestro sistema de salud. Ante ello, se hace necesario enfocarse en los temas de gestión y de planificación, así como de la correcta ejecución de los recursos para evitar situaciones de corrupción. Nos tocará como ciudadanos prestar más atención a este sector. Es un duro aprendizaje de la pandemia que nos aqueja.
Durante los años 2007 a 2009 se transfirieron competencias en salud desde el G. Nacional hacia los G. Regionales. Así, los GR pasaron a manejar la infraestructura, el personal y otros gastos vinculados a la salud en sus regiones. ¿Cuál ha sido la atención que han puesto los GR en esta materia durante el periodo 2010 a 2019? ¿Lograron transformar y mejorar lo que recibieron?
Les muestro un cuadro adjunto donde se compara el gasto ejecutado por habitante en dicho período. Cómo se aprecia hay realidades distintas. Mientras Moquegua, Huancavelica, Ayacucho y Apurímac ejecutaron por encima de los S/. 5 mil; otras como Lambayeque, La libertad y Piura bordearon los S/2,000. Sin duda, las necesidades pueden ser distintas en cada región, pero no creo para justificar algunas marcadas diferencias.
Cada GR debe ser responsable en el diseño y mejora de su sistema salud regional, para lo cual debe trabajar en forma coordinada y bajo la rectoría del MINSA, fortaleciendo el sistema nacional en su conjunto. La población debe ser vigilante y exigente, en dicho proceso. Se hace necesario seguir ajustando nuestro modelo de estado, unitario y descentralizado.
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