El viernes se aprobó en Colombia una ley que autoriza, a las asambleas departamentales y concejos municipales y distritales, crear una tasa (tributo) pro-deporte y recreación; a fin de financiar la promoción deportiva, la educación fÃsica y la recreación, desde niños a adultos, y también entre la población discapacitada.
En Perú, ¿es conveniente aprobar una norma similar? ¿Es necesario crear tributos que financien la promoción de la promoción de las actividades fÃsicas y recreativas?
Veamos algunas cifras. El 2019 los GL destinaron S/. 714 millones al Programa Presupuestal 101, vinculado a la promoción de las actividades fÃsicas y recreativas. Se ejecutó sólo el 66%. En el 2018 fueron S/. 1,034 millones (!); y, la ejecución fue de 73%. En 2017, fue 619 millones y la ejecución 65%. Cómo se aprecia, el problema no ha sido falta de recursos. El gran problema ha sido la capacidad de gestionarlos. Y no sólo por la baja ejecución, sino por la falta de una planificación adecuada: lo ejecutado no ha respondido a planes ni objetivos nacionales claramente establecidos.
Esa falta de planificación, la limitada capacidad de gestión y de voluntad polÃtica para encaminar el rumbo, no se soluciona creando más tributos.
Algo que sà podrÃa evaluarse es garantizar, que todas las municipalidades, destinen un porcentaje de su presupuesto hacia esta importante labor. Pero, nuevamente, nada será efectivo si no hay una toma de conciencia de su trascendencia. Ejemplo, una población que practique mayor actividad fÃsica estará siempre más preparada para afrontar crisis como la actual pandemia. ¿La tendrá clara nuestra clase polÃtica?
