Homenaje a los voluntarios de las vacunas contra el COVID 19
Mucho se ha hablado acerca de todo lo que ha estado, y sigue estado en juego, para lograr que las vacunas contra el COVID 19 hayan llegado al estadio en que se encuentran hoy, ya en proceso de inoculación a escala poblacional. Entre ellos, que los científicos chinos lograran descifrar el código genético del nuevo coronavirus en tiempo récord. Cabe destacar que, para el 10 de enero de este año, fecha en que China hizo el anunció del primer genoma secuenciado del nuevo coronavirus, aún no habían transcurrido ni dos meses del primer caso.
Que si grupos de científicos, expertos en búsqueda de soluciones diagnósticas o terapéuticas reorientaran sus esfuerzos para lograr una vacuna nunca antes diseñada. Este es el caso de las dos vacunas que contienen la estructura del ARN del coronavirus: La vacuna formulada por el laboratorio BioNtech, fundada por los doctores turco-alemanes Sahin y Türeci, y la Vacuna ideada por científicos del laboratorio Moderna, en asocio con los Institutos Nacionales de Salud de los EEUU.
Se ha hablado también de las cuantiosas inversiones que los gobiernos han empeñado en este esfuerzo. Baste decir que sólo la iniciativa Warp Speed (Literalmente, el término podría ser traducido como “a la velocidad de la luz”), del gobierno de los Estados Unidos ha recibido un financiamiento de US$10,761 millones de dólares. Este sólo hecho explica por qué los laboratorios han podido acelerar su trabajo, ya que estaban libres de preocupaciones de financiamiento de cada una de las fases del proceso, situación que muchas veces es una barrera insuperable para los avances científicos.
Desde luego, también ha sido muy importante que se hayan movilizado voluntades a través de diversos espacios para unir esfuerzos a nivel global impulsando la cooperación en el terreno tecno-científico y también político; dándole a las vacunas el carácter de “bien de la humanidad”.
Sin embargo, siendo todos estos elementos cruciales, nada se hubiera logrado de no haberse podido desarrollar la fase clínica de los ensayos con humanos.
De acuerdo con información oficial procedente de los ocho laboratorios que se encuentran ya en la fase clínica del desarrollo de sus vacunas, se ha logrado movilizar a 294,400 voluntarios desde el 16 de marzo, fecha en que el Laboratorio Moderna dio Inicio a la Fase I del Ensayo Clínico, en el Instituto de Investigación para la Salud Kaiser Permanente en Seattle, Washington. Pasaron así, a la historia, los nombres de Neal Browning y Jennifer Haller, quienes fueron los primeros voluntarios en ser inoculados.
A partir de esa fecha, cada que hemos obtenido información pública, ha sido, sobre todo, para dar a conocer los eventos suscitados en torno a la aplicación de la vacuna. Hemos sido informados de los casos de Mielitis Transversa que se produjeron en dos participantes del ensayo, hasta del deceso de un participante en Brasil, aunque posteriormente se dijera que dicha persona no había recibido la vacuna, sino un placebo. Cabe destacar que los protocolos de investigación establecen que el estudio debe ser doble ciego, es decir, que ni los profesionales de la salud, ni los voluntarios que intervienen en los ensayos conocen si están administrando, o recibiendo, respectivamente, la vacuna o no.
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