En estos últimos días se ha presentado el tema del Racismo, por parte de la Congresista Martha Chávez frente al Ex primer Ministro Vicente Zevallos y también del ciudadano Aaron José Cotrina Gómez ante un agente de serenazgo del distrito de Magdalena.
Para ello primero definamos qué es el Racismo. Desde la RAE (Real Academia Española), se define como la “exacerbación del sentido racial de un grupo étnico que suele motivar la discriminación o persecución de uno u otros con los que se convive”.
En nuestra Constitución Política, en su artículo 2, inciso 2 dice que: “Toda persona tienen derecho: A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra índole”, además el Código Penal artículo 323 está tipificado; “El que, por sí o mediante terceros, discrimina a una o más personas o incita o promueve en forma pública actos discriminatorios, por motivos racial, religioso, sexual, de factor genético, filiación, edad, discapacidad, idioma, identidad étnica y cultural, indumentaria, opinión política o cualquier índole o condición económica, con el objeto de anular o menoscabar el reconcomiendo, goce o ejercicio de derechos de las personas, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos años ni mayor de 3 años o con prestación de servicios a la comunidad de sesenta o ciento veinte jornadas”.
Nuestro Perú en su esencia es un país discriminador, por muchos factores desde la colonia; un mestizo no podía acceder a un cargo por el color de la piel; parece que seguimos en esa época por todo lo que sucedería, no nos hemos educado y no hemos internalizado el concepto de que “todos somos iguales”.
Dicen que todos somos “cholos”, porque somos iguales, por la mezcla que tenemos, nada más. Ningún argumento escuché o leí, qué todos tenemos los mismos derechos, explicado en la Constitución.
Debemos partir desde que los seres humanos nos adaptamos a diversos pisos ecológicos y debido a ello optamos características propias, a eso se llama “Fenotipo”; pero, si biológicamente somos resultados de medio en el cual vivimos, entonces un ciudadano que naciera en un distrito de Lima Metropolitana como: La Victoria, Miraflores, San Isidro u otro que naciera en el distrito de Chiquilin (Chachapoyas), Olleros (Huaraz), debe tener los mismos derechos, pero ¿qué sucede?
Mientras en la capital del país se tiene grandes hospitales, con médicos y enfermeras, en muchos casos; en los distritos alejados se tiene un centro de atención pequeño, que cuenta con un médico y un equipamiento básico, debido a que no es la capital de la provincia.
Lo mismo sucede en educación, si hablamos de cobertura, ¿llegará el internet en alta velocidad?, ¿las carreteras serán asfaltadas?; en mi humilde opinión nos seguiremos discriminado, de una forma u otra. Lo óptimo y lo soñado es que todos lleguemos a tener las mismas oportunidades para poder desarrollarnos como ciudadanos.
Por eso la discriminación entre nosotros. ¿Por qué no tenemos las mismas oportunidades?; es claro que existe una diferencia social que “coincide” con lo racial. No puede haber igualdad a todo nivel, si no se cuentan con esas oportunidades. No podemos informarnos adecuadamente, tener acceso a textos, reclamar lo que es justo para ellos, si es que no pensamos en universalizar los servicios y la calidad estandarizada de los mismos. No sólo es cobertura sino calidad de servicio. Está pandemia nos ha mostrado lo sensible que somos y las grandes brechas que tiene nuestro país, en todo sentido.