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Alejandro Narváez / Inflación y respuestas erradas (2 de 2)


Respuestas erradas

Ante la inflación desbocada a nivel global, la receta de los bancos centrales de occidente ha sido la misma: subida de tasas de interés, sin tener en cuenta realidades distintas, como el crecimiento económico y el nivel de desempleo de cada país. En cambio, el Banco Central de China (la segunda economía del mundo), ha seguido el camino contrario. La tasa de referencia del gigante asiático en febrero de 2020 estuvo en 4.05% y en mayo de este año registra un valor de 3.70%. El PBI de China para este año se proyectó en 5.5%, sin embargo, hay señales de que esta cifra se reduzca a un 4.5%. La respuesta del banco chino es de sentido común: evitar la caída de su economía.


En el Perú, la vehemencia con la que el Banco Central de Reserva (BCR), ha decidido combatir la inflación viene desde agosto de 2021. Son 10 meses seguidos de aumentos de tasas a un ritmo de 0.50% mensual. Algunos analistas estiman que la tasa llegaría hasta 6.5% en el tercer trimestre de este año desde el 5% actual. La política monetaria restrictiva del banco se ha impuesto sobre el crecimiento económico con las consecuencias que ello tiene para el empleo. Credicorp Capital Research, en su último informa de Perspectivas Económicas estima que el Perú crecerá este año un exiguo 2.5% y BBVA Research proyecta un 2.0%.


Pregunto: ¿la inflación es el principal problema de la economía peruana? Esta pregunta nos lleva a la siguiente respuesta: La inflación no es su principal problema, es el crecimiento económico y el desempleo, por lo tanto, la estrategia seguida por el banco no es la más certera. La causa de la inflación en el Perú no es la misma que en Estados Unidos. Un par de datos: el desempleo en Estados Unidos a marzo de este año 3.6% (pleno empleo), en Perú 47.34% subempleado (trabajo inadecuado ya sea por ingresos o con menos de 35 horas de jornada laboral a la semana) y 5.7% desempleo abierto (INEI: abril 2022).


Algunas ideas finales

La exoneración temporal del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a algunos combustibles les cuesta a todos los peruanos 250 millones de soles al mes, sin embargo, esta medida no llega a los consumidores finales, menos aún a los hogares más pobres. El reciente aumento de 10.2% del sueldo mínimo vital, tampoco resuelve el problema, si se tiene en cuenta la inflación acumulada desde el 2018 cuando se dio el último aumento. La exoneración del impuesto general a las ventas (IGV) a cinco productos de la canasta básica familiar, sigue siendo, una medida ineficiente, ya que, beneficia a ricos y pobres. Hemos dicho que la inflación golpea más a las familias pobres, por tanto, la ayuda debe focalizarse en ellas.


Se asoma una crisis mundial alimentaria de consecuencias impredecibles y estamos peor preparados que otros países para resistir los embates de esa crisis. El gobierno tiene que tener un plan de acción para atender la emergencia de hoy y esa emergencia de hoy es el hambre de 6 millones 300 mil peruanos que padecen de inseguridad alimentaria grave (NU: Informe Regional de Seguridad Alimentaria y Nutrición 2021). Tiene que echar mano a los recursos que sean necesarios para asegurar que su población más vulnerable logre sobrevivir a los embates de la crisis. Hay que crear programas temporales y focalizados, identificar quién necesita qué. Es el Gobierno el que tiene los instrumentos para conocer y llegar a la población más necesitada.


Por otro lado, para evitar la caída drástica de la producción del campo, una medida inmediata, es dotarse de un plan de provisión de fertilizantes como la urea y abaratar el costo del financiamiento de los pequeños y medianos agricultores, ganaderos y pesqueros, principalmente. Simultáneamente, poner en marcha un plan agresivo de inversión pública para reactivar la economía y generar empleo. Finalmente, el BCR debiera revisar su estrategia de lucha contra la inflación, puesto que la demanda se está secando y el sacrifico del crecimiento económico y el empleo, es evidente.


Referencias:

Este artículo también puede leerse en:alejandronarvaez.com

El autor es Profesor Principal de Economía Financiera en la UNMSM.


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