Alfonso Velásquez / Perú: “Terminator” Latinoamericano
- Alfonso Velásquez

- hace 29 minutos
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El “Terminator” de Latinoamérica: soluciones para un Perú que debe liderar
El Perú continúa sorprendiendo a la región: vivimos una inestabilidad política persistente, con presidentes que no terminan sus mandatos y escándalos que erosionan la confianza. Sin embargo, la economía mantiene fundamentos sólidos, exportaciones crecientes y una capacidad de resistencia que ha motivado que algunos nos llamen el “Terminator de Latinoamérica”. Pero un país no puede vivir eternamente de su resistencia. Necesitamos transformar esa percepción en liderazgo estructural.
La ilegalidad y la informalidad no pueden seguir marcando el rumbo de amplias zonas del territorio. La minería ilegal, el contrabando, la tala clandestina y las actividades informales capturan jóvenes, distorsionan mercados y frenan el desarrollo. En lugar de seguir describiendo el problema, necesitamos orientar soluciones concretas que canalicen la energía emprendedora del país hacia actividades legales y productivas.
La experiencia peruana demuestra que, cuando articulamos esfuerzos, el país avanza. Lo vimos en distintos sectores, desde la agroindustria hasta la manufactura, la pesca, el turismo, los servicios digitales y las industrias culturales. El Perú tiene capacidad suficiente para generar valor agregado desde los territorios y convertir sus recursos en empleo digno y sostenible. Nuestro desafío no es inventar modelos nuevos, sino replicar y escalar lo que ya funciona.
Propongo tres conceptos estratégicos para orientar la acción nacional:
Oportunidades reales de emprendimiento legal y productivo. Debemos hacer que la legalidad sea una opción viable y atractiva para los jóvenes. Esto implica promover cadenas de valor diversas: bioproductos amazónicos, industria alimentaria, metalmecánica regional, servicios logísticos, turismo sostenible, transformación digital, industrias creativas y economía circular. La riqueza peruana —natural, cultural, gastronómica y territorial— debe convertirse en motor de empleos dignos para quienes hoy están expuestos a economías ilícitas.
Presencia activa del Estado desde la producción. El Estado debe actuar no solo como regulador, sino como impulsor de capacidades. Formación técnica descentralizada, servicios productivos móviles, centros de innovación en regiones y acompañamiento empresarial permiten que los jóvenes encuentren alternativas reales antes de caer en circuitos ilegales. Es la producción, más que la fuerza, la que cambia destinos.
Valor agregado territorial como estrategia nacional. El Perú no debe limitarse a exportar recursos; debemos transformarlos. Desde la madera certificada hasta los servicios creativos, desde la pesca hasta la energía y la agroindustria, cada territorio tiene potencial para crear productos con identidad y calidad. Esta es la vía para ampliar la base productiva, reducir brechas y consolidar un crecimiento inclusivo.
El Perú tiene la oportunidad histórica de convertir su resiliencia en liderazgo. Somos un país con talento, recursos y creatividad. Para dejar atrás la narrativa del país que solo resiste, debemos ofrecer caminos claros hacia la productividad, la formalidad y el desarrollo territorial. La juventud merece oportunidades que superen la seducción de lo ilegal y les permitan construir un futuro digno.
Solo así, el Perú pasará de resistir a liderar.








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