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Carlos Ginocchio / Políticas Agrarias Transversales

Actualizado: 5 abr 2020

Para el desarrollo del sector agrario en nuestro país es necesario  el financiamiento como para cualquier actividad productiva, pero no es lo único y, además el método difiere del tipo de crédito que se otorga a otros rubros, por las características propias de este sector.


Por qué es tan importante el desarrollo del sector para la sostenibilidad de nuestra nación? Por varias razones u posibilidades. El 28% de la PEA se desenvuelve en el agro, la mayor pobreza y conflictividad se encuentra en los sectores rurales, 75% de los alimentos que consumimos proceden de la pequeña y mediana agricultura, lo que nos otorga una seguridad alimentaria, el Perú posee más de 80 microclimas de los 115 del planeta, y tenemos una gran oportunidad en sub sectores como el forestal, donde teniendo mayor cantidad de hectáreas que en Chile, nos vemos obligados a importar madera del vecino país sureño.


Hoy, sólo 3% de las colocaciones del sistema financiero formal son dirigidas al sector agrario. Este es considerado de alto riesgo, y ello debido a dos elementos: riesgo climático e informalidad.


El riesgo climático se minimiza, como lo he propuesto desde 2017 ante diversos auditorios, incluso de niveles elevados como el Ejecutivo y el Congreso de la República, con la implementación de un seguro agrícola comercial (diferente al catastrófico) que proteja la inversión del pequeño productor, que vaya junto con el crédito, y en cuyo costo (aproximadamente 3% de la inversión) participe el Estado con 50% o 60% del mismo, dependiendo de la zona  y el cultivo, como lo hacen la mayoría de los países de América Latina, incluso aquellos considerados como capitalistas. El Estado debe entender se trata de una inversión antes que un subsidio. Me explico: con un seguro de este tipo, la banca se acercará más al campo, con más créditos habrá más compra de insumos y por tanto mayor IGV y recaudación, el Estado desembolsará menos fondos en ayuda ante eventos catastróficos, se mejorará el clima social y se reducirá la pobreza, además de constituir un importante  nicho de negocio para la banca que hoy compite en el sector urbano, sobre endeudado. Esta propuesta no es nueva, la implementamos en 2016 en Agrobanco, junto con los créditos, y permitió que numerosos pequeños agricultores recuperaran su inversión  tras una fuerte sequía en Sullana, y luego con el Niño Costero.


En lo referente a la informalidad, se debe promover aceleradamente la transformación de los certificados de posesión en títulos en Registros Públicos. El tema de la propiedad ya lo ha tratado con mucha autoridad Hernando de Soto.


La SBS tiene una participación  fundamental. Esta institución, rectora del sistema financiero, ha desarrollado ocho tipos de crédito, y ninguno compatible con  el agrario, que tiene características particulares, pues su producción no es mensual, y su recuperación ante un evento climático requiere dos o tres campañas. Inversiones en cultivos como el café o la uva, entre otros, demandan tres años de gracia antes de producir resultados.       


El Estado ha desarrollado programas de promoción de la asociatividad con fondos no reembolsables para proyectos asociativos (Agroideas), programas de capacitación (Serviagro), instituciones de financiamiento como Agrobanco, y de articulación a mercados (Sierra y Selva Exportadora, agregados comerciales)  que deben integrarse para una mayor efectividad.


Las Direcciones Generales Agrarias, a cargo de los gobiernos regionales, deben ser fortalecidas. Un instrumento es disponer un porcentaje del canon o recursos que otorga  el Estado, para promover la inversión  agraria en las regiones asociando a productores.         


Otra herramienta recomendable es fomentar la inversión de las AFP en proyectos forestales que requieren recursos de 8 a 12 años, a empresas privadas especializadas, con aval del Estado y garantías del inversionista.


Por supuesto, el Agua (con mayúscula) es vital, no sólo para el agro, sino para nuestros ciudadanos. Sin agua no hay salud ni educación posible y este es el gran reto del Estado peruano. Se afirma (ignoro si es real) que la brecha para dotar se esté recurso en forma regular las 24 horas diarias a los 30 millones de peruanos, es de 16 mil millones de dólares. Se puede disponer ya de un porcentaje de nuestras reservas para solucionar de una vez por todas esta deficiencia? No tiene sentido una persona con  una libreta de ahorros muy grande y sin agua.


El desarrollo del sector agrario trasciende al Ministerio de Agricultura y Ruego, como la educación depende más allá del Ministerio de Educación. Las soluciones a  nuestros grandes problemas,  son  transversales y deben involucrar al Estado, instituciones privadas, gremios, instituciones educativas y científicas. Una muestra es lo que todos unidos estamos haciendo para derrotar al Corona Virus. Comencenos la batalla por el Agro, postergado durante décadas. 


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