Embajador Jorge Castañeda / Perú aliado extra OTAN Parte II
- Embajador Jorge Castañeda
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El Perú ante la propuesta de designación como aliado principal extra- OTAN- (parte II) el multialineamiento como respuesta
La estrategia de multi alineamiento activo, consistente en mantener compromisos paralelos y diferenciados con potencias y bloques diversos como Estados Unidos, China, la Unión Europea, India y Corea del Sur, entre otros, ofrece ventajas estratégicas superiores a una política de alineamiento exclusivo con una sola nación. La comparación sustantiva entre ambos modelos puede resumirse en los siguientes puntos clave:
Soberanía y autonomía del Estado
El multi alineamiento maximiza la soberanía y autonomía de un Estado, permitiendo una diplomacia ágil y una mayor capacidad de negociación al evitar la dependencia estratégica de un único polo de poder. Esta postura diversificada fortalece a su vez la posición geopolítica del país, posicionándolo como un interlocutor confiable y un puente entre bloques, lo que incrementa su relevancia en los foros de gobernanza global.
Por el contrario, un alineamiento exclusivo, si bien puede simplificar la gestión diplomática en el corto plazo, conlleva un riesgo estratégico profundo que, en un mundo multipolar y volátil, esta dependencia representa una vulnerabilidad existencial para un Estado que pretenda salvaguardar su margen de maniobra y su desarrollo soberano.
Genera una dependencia crítica que compromete la seguridad nacional en sus dimensiones militar, económica y tecnológica, subordinando la agenda doméstica a los intereses y los ciclos políticos del aliado hegemónico. Ejemplo de ello es la suspensión por tiempo indefinido, el 27 de enero de 2025, por parte del del Gobierno de los Estados Unidos del contrato de mantenimiento de 22 helicópteros Black Kawk al servicio de la policía antinarcóticos de Colombia y la prohibición de su utilización. Ello, resultado de las tensiones entre los Gobiernos de Colombia y los Estados Unidos por la desautorización del Gobierno colombiano que ingresaran a su territorio dos aviones militares con 201 deportados colombianos.
Acceso diversificado y preferencial a múltiples mercados, atrayendo inversión extranjera
El multi- alineamiento estratégico facilita un acceso diversificado y preferencial a múltiples mercados, atrayendo inversión extranjera de distintos orígenes, de mayor calidad bajo términos competitivos, mejorando los términos, la tecnología asociada y los estándares de los proyectos.
Este modelo mitiga de forma proactiva los riesgos externos al distribuir las relaciones económicas entre varios bloques, lo que reduce la vulnerabilidad frente a shocks o cambios bruscos en las políticas de un socio único. La sola inversión principal por parte del Estado hegemónico puede llevar a condiciones menos favorables, con inversiones que priorizan los intereses estratégicos del aliado sobre el desarrollo sostenible local y dicha dependencia exclusiva puede deteriorarse por factores internos o externos, poniendo así en riesgo sectores económicos clave del país aliado.
Un ejemplo ilustrativo de este riesgo es la abrupta decisión que tomó el Gobierno de los Estados Unidos el 9 de julio de 2025, al imponer aranceles del 50% a la importación de productos brasileños. Esta medida fue vinculada directamente a la afirmación de que las acciones de Brasil representaban una amenaza para la seguridad nacional, la política exterior y la economía estadounidense, declarándose una emergencia nacional en consecuencia. Este caso subraya el peligro de depender de un solo aliado mayoritario.
Transferencia Tecnológica Óptima y Selectiva
El multi- alineamiento estratégico permite un acceso diversificado y selectivo a las mejores tecnologías disponibles en cada bloque o país líder, optimizando así las capacidades nacionales. Por ejemplo, un país puede priorizar la digitalización con la Unión Europea, infraestructura con China, agrotecnología con Estados Unidos y desarrollo de software con India. Esta flexibilidad contrasta marcadamente con la dependencia tecnológica de un solo Estado hegemónico, cuya transferencia suele limitarse a los estándares y tecnologías de ese aliado único, las cuales pueden no ser las más avanzadas ni las más adecuadas para cubrir todas las necesidades de desarrollo
Defensa, Seguridad y gestión de Riesgos
El multi- alineamiento estratégico fortalece la seguridad nacional al diversificar las fuentes de cooperación en áreas clave como defensa, ciberseguridad y gestión de riesgos. Este enfoque permite al país responder con mayor autonomía y resiliencia ante amenazas multidimensionales, sin depender de una única potencia. Por el contrario, vincular la seguridad exclusivamente a las garantías y prioridades de un solo Estado hegemónico no solo hace dudosa la asistencia en momentos críticos, sino que también puede involucrar al país aliado en conflictos ajenos a sus intereses nacionales.
Por lo tanto, y lejos de ser una opción de contexto limitado, el multi- alineamiento se consolida como la respuesta estratégica no solo viable, sino óptima para el Perú, un país con el margen de maniobra, la posición geográfica y el historial diplomático para implementarla con éxito. Su adopción exige una cancillería profesionalizada como la peruana y una estrategia de Estado
Esta estrategia no es meramente teórica, sino que ya es aplicada con éxito por diversas naciones que buscan maximizar su autonomía en un mundo multipolar. Países como India, Singapur, Vietnam y los Emiratos Árabes Unidos ejemplifican el multi- alineamiento pragmático, manteniendo relaciones económicas, tecnológicas y de seguridad profundas y simultáneas con potencias rivales como Estados Unidos, China, Rusia y la Unión Europea. Esta postura les ha permitido atraer inversiones diversificadas, acceder a tecnología de múltiples fuentes y aumentar su relevancia e influencia geopolítica, evitando quedar atrapados en la dinámica de un conflicto bilateral
Sin embargo, esta estrategia no está exenta de dificultades. Exige una diplomacia de alto nivel, coordinación entre diferentes sectores del Estado (defensa, economía, comercio) y el riesgo constante de que las potencias involucradas perciban la falta de lealtad exclusiva. Equilibrar relaciones con actores que compiten entre sí, como Estados Unidos y China, es un desafío diplomático de primer orden








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