Embajador Jorge Castañeda / Talento en la cancillería

La institucionalización del talento profesional de apoyo en la cancillería

El buen funcionamiento del Ministerio de Relaciones Exteriores reposa en su Servicio Diplomático. Este está constituido por profesionales especializados en la gestión de las relaciones internacionales, cuya labor es ejercer las funciones de representación, negociación y protección de los intereses del Estado peruano en el ámbito exterior, así como la asistencia a los ciudadanos peruanos en el extranjero.

Actualmente, el Servicio Diplomático cuenta con 734 miembros que se desempeñan de forma indistinta dentro del territorio nacional —en la sede central y oficinas desconcentradas— y en el exterior, a través de las embajadas, consulados, representaciones ante organismos internacionales y misiones especiales.

La naturaleza del servicio exterior implica que los funcionarios diplomáticos roten entre el Perú y el exterior bajo un esquema de permanencia de 3 años en el país y 5 en el exterior. Si bien esta práctica es valiosa para la formación de los diplomáticos, genera un desafío operativo para la Cancillería.

El número total de funcionarios diplomáticos resulta insuficiente para cubrir de manera estable toda la estructura funcional de la institución. Esta brecha se ve mitigada actualmente con la contratación de personal profesional de apoyo bajo regímenes transitorios o permanentes, para cumplir funciones operativas y de asesoría especializada.

Para darle una solución de fondo a este desafío, es necesario considerar la creación de un Servicio Profesional Permanente para el personal de apoyo. Esta medida se justifica por razones estratégicas, de eficiencia y profesionalismo, entre las que destacan:

a)    Ofrecer una carrera estable y con oportunidades de desarrollo permite competir con el sector privado y asegurar que el Estado cuente con los perfiles profesionales calificados de manera permanente.

b)    Basar las carreras en el mérito y la experiencia profesional, por encima de designaciones políticas, garantiza una asesoría técnica objetiva e imparcial, beneficiando los intereses nacionales de largo plazo.

c)     Un equipo estable y especializado mejora la continuidad de los procesos. Por ejemplo, agilizaría trámites consulares complejos o mantendría la memoria institucional en negociaciones internacionales largas, donde la rotación diplomática puede causar pérdida de información valiosa.

En esencia, se trata de una inversión estratégica para dotar a la Cancillería de capacidades humanas permanentes y altamente especializadas.

La creación de este servicio requiere una implementación metódica y bien planificada, que incluye:

1.     Realizar un análisis exhaustivo para determinar el número exacto de funcionarios de apoyo necesarios, las dependencias críticas que los requieren y el modelo de contratación más adecuado.

2.     Establecer con precisión los objetivos, funciones y responsabilidades del nuevo Servicio para evitar duplicidades o vacíos.

3.     Planificar una estructura que defina las unidades de trabajo, puestos, líneas de autoridad y mecanismos de coordinación.

4.     Definir detalladamente las habilidades, conocimiento y experiencia requeridos para cada puesto.

5.     Desarrollar e implementar un programa de formación para mantener al personal actualizado y preparado para los cambios.

6.     Implementar mecanismos regulares para medir el desempeño, verificar el cumplimiento de objetivos e identificar áreas de mejora.

7.     Formalizar el servicio a través de un marco legal que regule su funcionamiento, derechos, deberes y procedimientos.

8.     Garantizar el presupuesto, personal, equipo y materiales necesarios para una operación efectiva desde el inicio.

En conclusión, el establecimiento de un Servicio Profesional Institucionalizado es un paso clave para modernizar y fortalecer las capacidades de la Cancillería. Al contar con un equipo de profesionales de apoyo, capacitados y comprometidos, se brindará un soporte sólido al Servicio Diplomático. Esto se traduce directamente en una mayor calidad en la prestación de servicios a la ciudadanía, una gestión internacional más eficaz y una mejor capacidad para defender los intereses del Perú en el mundo.