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  • Ernesto Morales

Ernesto Morales / Revolución de Independencia II (2 de 2) 

Te llaman el limeño, dije, me respondió. “viví en Lima, bailo minué o cueca; crecí entre caletas, valles y sierras ¡qué saben estos!, no interrumpan. Un buen día padre dijo vamos a Ica por unas semanas ¡fueron más de dos años! Caleteando llegamos a Pisco, tuvo mujer mi padre, tuve el amor de Aurora, me escapé a unirme a la revolución jaja. Camine por Ica, Palpa, Nasca, con otros muchos subiendo, bajando por cada cerro, Puquio, Chalhuanca, Abancay. No sabía que tras nosotros venían miles de tropas del virrey. Luche en el cerco al Cuzco. Perdimos. Luego, un día capturaban una, o mataban otro. Escondido en Tungasuca, vi cuando llego uno de los brazos del Túpac, de quien lucho por una nación de todos. ¡Realistas hijos de mala entraña!, despedazaron al rebelde, a sus hijos... Lloré”.

 

La luz de la fogata descubre surco bajo el ojo de ese lagrimear. “…jure que lo haría otra vez. En los años que siguieron, cada vez que podía mande, con estos que aquí ve, al diablo un godo, o a uno de las tantas naciones que les ayudaron. Case, tuve hijo, quien se unió en 1821, a los catorce, a la Legión peruana de la guardia, creada por San Martín y comandaba, cuando no pagada, por José Tagle, mire ahí va mi hijo. ¿Sabe?, nunca supe más nada de mis padres”. Aplacaba dolor bebiendo Pisco. “Otra noche le contaré mi vida con otro nombre en Huamanga o Andahuaylas. Éramos más, muchos ya murieron. Salimos siguiendo la revolución de Mateo Pumacahua, otro que dijo hijos del Sol somos; liderados por Hurtado Mendoza, José Béjar y Mariano Angulo atacamos Huamanga en setiembre de 1814, donde las mujeres de Buenaventura Fernández convencieron a todos de luchar ¡qué valor, lisura y gracia!  Realistas corrieron hasta Huanta.”. Qué paso, pregunte. “el coronel de milicias reales Pedro José Lazón y sus bravos resistieron, gua de eso le cuento mañana paisano”. Bosteza, se recuesta, termina “…hoy aquí, igual que ese liberto Hilario Pío, seguimos a Miller, a Ninavilca, estoy viejo, listo pa´ morir, solo deseo que los hijos de mi hijo vivan libres y en paz”.

 

Un rioplatense rascaba guitarra, cantaba del silencio en noche sin combate, ya todo está en calma, que sus músculos duermen; pregunte si era música del arequipeño Pedro Ximénez Abril, “…zamba, es zamba che, gua paisano” dijo[1].

 

La pérdida de Lima, el avance realista, han puesto en peligro separarnos de España. Pero, para que usted lector se una a la lucha, le cuento lo siguiente. Las tropas aumentan desde que se dio el decreto del 26 de enero, reclutamiento de hombres de doce a cuarenta años en todo el norte, desde litoral a la montaña de Rioja. Llegaban tantos que hasta cuerpos de ejército colombianos Bogotá, Voltígeros, Rifles, Vencedor se llenaban con peruanos; el decreto del 18 de febrero para reunir 300 mil pesos para caja militar y 100 mil pesos mensuales para gastos, sumando hasta los adornos de Iglesias y conventos, donde cura que no cumplía era cambiado. Se organizó cada zona. Lambayeque y Piura debían proporcionar calzado para la tropa; Huamachuco, vestidos y monturas; Trujillo, jabones, aceites, lienzos y tocuyos; Cajamarca, cordel late y bayetas para pantalones; Chota, Jaén y Chachapoyas, lana y cueros. ¡Incluso se ha requisado a armeros, herradores y artesanos!

 

Es que Bolívar, puede gustarnos o no, pero nadie discute su dedicación a la causa, enfermo, ni duerme ni descansa cuidando cada detalle. Colabora el congresista y secretario José Faustino Sánchez Carrión, aunque hay rumores que de tanto hacer un día se muere. En cada paso, gesto, suspiro se lee “victoria”. Y nuestra red de arrieros informantes nos han traído la mejor noticia: realistas divididos y enfrentados; el godo Pedro Antonio Olañeta llamó traidor al virrey La Serna, con sus tropas controlaba desde lago Titicaca hasta casi la región pampeana. Semanas más, semanas menos, es el rumor cada domingo, con Bolívar al frente iremos a buscar a los godos.

 

Veo formar a tantos, recuerdo esa frase “…tener un país nuestro, ser libres, donde primero seamos peruanos y luego lo que quieras”, eso es. Hasta pronto amables lectores, ¡que viva la Libertad carajo!

 

Referencias:

El autor es Investigador, catedrático y gestor en seguridad y defensa; magíster en historia política por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Miembro de sociedades académicas como Instituto de Estudios Histórico Marítimos, Centro de Estudios Histórico Militares del Perú, Sociedad Bolivariana, Instituto de Estudios Políticos y Estratégicos.


 


[1] Recomendación, amable lector pónganle sonido a la imagen narrativa, escuche una zamba “Aires de Independencia” en  https://www.youtube.com/watch?v=yVhI-WQ7xxM, si desean conocer ritmo que del Perú se extendió a Buenos Aires, el “gato”, ingresar a https://www.youtube.com/watch?v=in6-fOp5YF4

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