“Presidente Sagasti, le tengo una respuesta; se llama corrupción y falta de integridad moral”, le respondió el periodista de la cadena de TV-CNN en español, Fernando del Rincón, cuando el Presidente dudaba en responder, cuando éste le preguntó qué sucedía en el país con la “vacunación VIP” de altos funcionarios del Estado del gobierno del Martín Vizcarra y también del suyo propio, a lo que alcanzó a responder solo con una risa nerviosa.
¿Nos preguntamos, qué significó esa risa del actual Presidente en el momento en que los peruanos se sienten decepcionados, dolidos y heridos con el expresidente Vizcarra y ahora candidato al Congreso de la República y miembros de su familia y gobierno? ¿Qué significará esa risa nerviosa, cuando dos de sus ministras -nada menos que la ministra de Salud y, también, la de Relaciones Exteriores- se vieron obligadas a confesar que se beneficiaron de las “vacunas VIP”?
Queremos recordarle al actual Presidente, Francisco Sagasti, que en estos actos de aprovechamiento del cargo y corrupción también tiene una responsabilidad política la actual presidenta del Consejo de Ministros (PCM), Violeta Bermúdez, ya que tanto Pilar Mazzetti como Elízabeth Astete eran miembros de su Gabinete, es decir, personas de su probada confianza y nombradas bajo su rúbrica. ¿Sería por eso la risa nerviosa en CNN?
El Congreso de la República, hasta ahora, está pasando este grave asunto por agua caliente, porque lo que le corresponde es interpelar y, eventualmente, censurar a la actual PCM; de lo contrario, también el Parlamento, de alguna manera, se convierte en “protector” de un gobierno, en el cual -no uno, sino dos miembros de su gabinete- han confesado conductas reprobables en plena pandemia, cuando la cifra de los muertos y enfermos en las Unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales crece exponencialmente.
Hasta ahora, no hemos escuchado ninguna voz que se manifieste al respecto, tal vez por “miedo” a la inestabilidad política y en momentos en que “supuestamente” se realizarían las elecciones generales en determinada fecha; pero pretextar inconveniencia de “timing” para escabullirse de responsabilidades, deja en mal pie, también, a los actuales legisladores, frente a la historia.
Este gobierno, no puede soslayar la propia responsabilidad en esa “corrupción y falta de integridad” frase que le alcanzó el periodista de CNN, cuando no le salía ninguna para responder, al actual Presidente; y después de la cual, sólo pudo entregar a todo el público de América Hispana “una sonrisa nerviosa”, pensando tal vez en sus dos ministras renunciantes y en un Congreso que “felizmente”, en este punto, le había sido complaciente.
Por otra parte, el Estado tampoco se manifiesta sobre la postulación en la agrupación de Somos Perú, de Martín Vizcarra al Congreso; hasta ahora, ninguna autoridad electoral, ni los dos Pactos Éticos, han dicho esta boca es mía; menos podemos esperar la renuncia del mismo candidato -en un acto de mínima justicia- después de confesar que se había beneficiado él y parte de su familia con las “vacunas VIP”. Esperar que la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales actúe, señores, es como esperar el parto de los montes.
Sí, Presidente, como diría el periodista del Rincón, le tengo una respuesta: exija Ud. elecciones generales puntuales y limpias, aunque su Partido Morado esté participando y, asuma los errores y horrores de la conducta de sus dos ministras, antes de estar buscando el consuelo de psicólogos y el “olvido” de una ciudadanía profundamente engañada y maltratada en momentos de enfermedad y muerte generalizada.
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