¿Cómo superar la crisis de gobernabilidad?
El congresista es sobre todo un representante que a nombre del ciudadano debe, principalmente, velar y sostener el sistema democrático; más en países como el nuestro, en que, al menor soplido se cae, como ya lo hemos vivido. Alejandro Toledo, por ejemplo, fue sostenido hasta el final por un parlamento responsable que, sin hacer caso al 6% de popularidad al que llegó, según las encuestas; prefirió que acabara su mandato, por el bien de la gobernabilidad.
Los otros actores
Los llamados poderes fácticos que, al margen de las instituciones políticas ejercen poder, han tenido también un rol importante; las marcadas líneas informativas de la televisión, la prensa escrita, la radio (especialmente la radio regional) y, como no, determinados portales e influencers en las redes sociales.
Desde nuestro punto de vista, IDL reporteros encabezada por el periodista Gustavo Gorriti, jugó un papel protagónico, reprimiendo y soltando información de primera mano, según convenía, con sus vínculos de oro en la Fiscalía, pero también con los otros poderes del Estado, incluido el Congreso.
Desde esta ONG informativa, se escribió la agenda pública que muchos medios siguieron -incluidos los espacios dirigidos por la colombiana Clara Elvira Ospina, tan cercana a la línea de La República- y aún siguen, a excepción de quienes se mantuvieron al otro lado del tablero, particularmente WillaxTV, cuyos periodistas y su propio local, fueron atacados.
Una agenda que claramente favoreció al expresidente Vizcarra quien, lejos de ocuparse con eficiencia de la grave situación generada por la pandemia de la COVID-19, se dedicó a consolidarse y aprovecharse del poder (incluido el caso de las vacunas vip), mediante importantes inversiones del Estado en los grandes medios; mientras jugueteaba con la Fiscalía y el Poder Judicial para mantener en cintura a sus adversarios políticos, a la par que se olvidaban del caso del siglo que quedó casi sepultado: la corrupción del llamado Club de la Construcción, liderado por la empresa Odebrecht.
Por otra parte, más que los gremios empresariales como la CONFIEP, gerentes generales de grupos económicos, también siguieron la comparsa de la crisis, siempre midiendo de qué lado de la balanza se inclinaría el peso del poder. Ahora mismo, más que apoyar la causa de la libertad económica, estos gremios ya empezaron a “dialogar” con quienes se han confesado marxista leninista maoísta en su Plan de Gobierno –a través de Pedro Francke, el economista limeño de clase alta, a quien le tienen confianza; porque se pasea por esos predios y los espacios mediáticos internacionales, bajando el tono del color rojo intenso del partido de Vladimir Cerrón- Así de simple.
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