Los organismos electorales han convocado a elecciones para los nuevos gobiernos subnacionales este 2 de octubre próximo; sin embargo, la opinión pública sigue enfocada en las investigaciones por corrupción del gobierno central, cuando también hay que sopesar la importancia de estos comicios que se avecinan para el futuro inmediato del sistema democrático en país.
Los candidatos a los gobiernos locales y a los gobiernos regionales siguen sin exponer ampliamente sus propuestas, porque los medios caen en la tentación de solicitar sus puntos de vista por la coyuntura política, antes que sus planteamientos para resolver los problemas referentes a su ámbito. En consecuencia, el debate público a este nivel es casi inexistente, no calienta, siendo tan importante como los temas nacionales.
El éxito o fracaso del proceso de descentralización y regionalización en el país dependen de quienes sean electas como autoridades subnacionales, de su perfil político y técnico, como de la conducta que hayan exhibido en su vida. Si bien, el menú de candidatos ya viene escrito y bendecido por la ONPE, los ciudadanos tenemos el deber de informarnos de quién es quién y de sus propuestas de gobierno antes de votar, para que después no “lloremos sobre leche derramada” o recurramos a la huachafería de protestar con un “no me representa”.
Es verdad que esta tarea no se la podemos pedir a todos, pero quienes tienen un nivel mayor de educación y de verdadero interés por la construcción de una democracia sana y saludable a mediano y largo plazo debieran convertirse en referentes para un voto consciente e informado, frente a todos los demás que, ya sea por falta de tiempo o de falta de cultura política, no quieran o no puedan acudir a las fuentes que se encuentran en los portales de los organismos electorales.
Sabemos, por ejemplo, que postulan 1,403 candidatos con antecedentes penales y civiles declarados y que proceden sobre todo de los partidos Somos Perú, Alianza para el Progreso y Perú Libre; asimismo, que 24 candidatos a alcaldes en Lima tienen sentencias penales, y que hay 8 sentenciados que son candidatos para gobernadores. Información que, con amplitud, se recoge también en medios como ECData.
La información judicial es importante, pero no es todo. Los candidatos para alcaldes y regidores están más cercanos a las comunidades y, por tanto, suelen ser más conocidos por los vecinos. Se conoce a la familia, la actividad que realizan, su interés por el desarrollo de la ciudad o el distrito, su sensibilidad social, su conducta ciudadana. Y, si no es así, porque hay lugares más grandes que otros, es necesario preguntar e informarse en fuentes fidedignas y, a su vez, informar a quienes van a votar.
La conducta de las personas, nos dan luz para saber cómo se van a comportar como autoridades. Asimismo, es necesario saber el perfil de los candidatos a gobernadores, pero también de quienes les van a acompañar en la gestión que, normalmente, serán aquellos técnicos que ayudan a elaborar los planes de gobierno en los distintos ámbitos y, ojalá, nos aseguren que no van a colocar en los gobiernos regionales a advenedizos, tan poco preparados, como golosos.
Desde el punto de vista democrático, estas elecciones van a fortalecer o debilitar a un gobierno central acusado de corrupción, ineficiente y populista que se apura en repartir cartelones con altas cifras no presupuestadas, “promesas” que no se cumplen, como la supuesta donación que le ofreció al presentador de TV, Andrés Hurtado, para los niños con cáncer.