El número de los congresistas electos, todavía virtuales, mientras no reciban sus credenciales por parte del Jurado Nacional de Elecciones, sería el siguiente, de acuerdo a las distintas bancadas: Perú Libre (Castillo-Cerrón) 37, Fuerza Popular (Fujimori) 24, Acción Popular (Lescano) 17, Alianza para el Progreso (Acuña) 15, Renovación Popular (López Aliaga) 13, Avanza País (De Soto) 7, Juntos por el Perú (Mendoza) 5, Podemos Perú (Urresti-Luna) 5, Somos Perú (Salaverry) 4 y el Partido Morado (Guzmán) 3; éstos dos últimos no pueden formar bancada.
Después que se instale la Junta Preparatoria, presidida por el congresista más votado, a quien acompañan el de mayor edad y el de menor edad, se produce la juramentación de los nuevos parlamentarios y el proceso de votación para conformar la primera Mesa Directiva que gobernará el Parlamento por un año y que, normalmente, está conformada por el presidente y 3 o 4 vicepresidentes que pueden proceder, de la misma bancada, o como es costumbre desde hace varios años, por representantes de las bancadas afines.
En un primer escenario, la Presidencia del Congreso podría estar en manos de Fuerza Popular con un total de 76 votos, si la acompaña en la primera vicepresidencia, Acción Popular; en la segunda, Alianza para el Progreso; en la tercera, Renovación Popular y, si hay una cuarta, Avanza País; orden que se seguiría de acuerdo al número de parlamentarios electos por cada fuerza política. Si a estos se suman Somos Perú y Podemos Perú, la votación sería mayor.
En otro escenario, desde nuestro punto de vista, más difícil, la presidiría Perú Libre con Juntos por el Perú y el Partido Morado, quienes son eventualmente más cercanos, así tendría un total de 45 votos. Por tanto, deberían acercarse a Podemos Perú y Somos Perú, para sumar, 54; lo cual no les sería suficiente. Solo en el eventual caso que logren negociar con Acción Popular, tendrían 71; resultado que, si bien no es imposible, lo vemos más lejano.
En estos momentos, por tanto, sea el que fuera el resultado de la segunda vuelta, Fuerza Popular y los partidos que, eventualmente, no apoyarían a Castillo y su Plan de Gobierno de extrema izquierda que se perpetuaría en el poder para considerarse “exitoso”, de acuerdo a las declaraciones de Vladimir Cerrón, presidente del partido Perú Libre, debieran estar formando alianzas para dirigir la Mesa Directiva y presidir las principales comisiones ordinarias (dictaminadoras), así como las Comisiones Especiales, Comisiones de Investigación, la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, la de Ética, entre otras.
No vaya a ser que, por enfocarse “sólo” en ganar el gobierno, dejen descuidado el Primer Poder del Estado que, ahora más que nunca, necesita ganar confianza y fortalecerse, ya sea para sostener un gobierno democrático o hacer el adecuado contrapunto a la extrema izquierda de cuño comunista ortodoxo marxista y maoísta. Esta tarea es urgente.
Entre los congresistas electos, algunos tienen peso y experiencia en el sector público, la política y en el liderazgo público; sin embargo, vemos un panorama en que la mayoría de representantes no tienen el debido peso específico que el país necesita en estos momentos. Es por eso también necesario que el equipo de asesores parlamentarios de las bancadas no responda al pago de favores; sino que sean profesionales con experiencia en el manejo de consensos políticos y, sobre todo, en la “práctica parlamentaria”, para que en estos momentos y, no en agosto, comiencen la tarea que ayuden a organizar un Parlamento fuerte para asegurar la gobernabilidad.
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