Esta semana, llamaron la atención tres mensajes institucionales publicados en la red social Twitter, con la misma fotografía, donde aparecía la actual embajadora de Estados Unidos, Lisa Kenna -puño izquierdo cerrado- con el presidente del Jurado Nacionales de Elecciones y el jefe de la Oficina de Procesos Electorales juntos, a su lado.
En la cuenta de la Embajada se lee: “La Embajadora Kenna conversó esta mañana con el Jefe de la ONPE Piero Corvetto y el Presidente del JNE Jorge Luis Salas Arenas, sobre la importancia de asegurar la independencia de los organismos electorales.” En la cuenta de la ONPE, se lee: “Agradecemos a la Embajada de EEUU en Perú por su respaldo a la autonomía del sistema electoral peruano y al fortalecimiento de la democracia en el Perú”. Y en la cuenta del JNE: “Las autoridades del sistema electoral sostuvieron una importante reunión con la embajadora de EEUU Lisa Kenna, en la que trataron temas relacionados a los ataques sufridos por los organismos electorales y la importancia de asegurar la independencia de los mismos”.
En primer lugar, el ciudadano se preguntará por qué dos organismos electorales autónomos e independientes “visitaron juntos esta única embajada” y no otras de países no menos importantes y democráticos en el mundo. Dando pie, como es lógico, a múltiples especulaciones que se podría hacer la opinión pública, con todo derecho, desde un sentimiento de orfandad que pudieran sentir estas instituciones, hasta un residuo de colonialismo o un complejo de “patio trasero”.
Asimismo, mientras la citada embajada informa que conversaron genéricamente de “la importancia de asegurar la independencia de los organismos electorales”, lo cual se traduce claramente en un buen augurio al que todos los demócratas peruanos aspiramos, ¿por qué la ONPE lo entiende como un respaldo de la embajada a la autonomía del sistema electoral?; y ¿por qué el JNE afirma otra cosa distinta, refiriéndose a los ataques sufridos por los organismos electorales?
Por otra parte, vale preguntarse: ¿No sería que la visita a la embajadora se debía, más bien, a la cercanía con la fecha de la votación, en el Congreso, del Informe Final de la Comisión Investigadora del Proceso Electoral 2021? Porque, lo más curioso es que esta visita se produjera, justo antes de la Sesión Plenaria, donde presentó este Informe rechazado, no solo por Perú Libre sino por APP y AP.
Sin embargo, la Comisión presidida por el parlamentario Jorge Montoya (RP) indica hechos irregulares irrefutables como la indebida inscripción de la plancha presidencial del partido Perú Libre, porque el candidato a la Presidencia omitió información y la aspirante a la Vicepresidencia seguía siendo funcionaria del Estado, en el Reniec, cuando debió haber renunciado con anticipación. Sin embargo, en ambos casos, José Pedro Castillo, como Dina Boluarte, postularon y fueron electos.
Además, el Informe concluyó lo siguiente: Indebida prerrogativa del JNE respecto a la declinación al cargo del miembro titular del pleno del JNE, Luis Arce; vulneración del derecho de partición política de los candidatos al Congreso por Lima del partido Popular Cristiano; indebida revocatoria de la resolución que excluyó al candidato al congreso Martín Vizcarra por el JNE; inadecuada selección de los miembros de mesa y de los coordinadores de la ONPE; resolución incongruente arbitraria y parcializadas de las actas observadas y los pedidos de nulidad; entre otras.
Si estos organismos electorales fueron a dar “su versión” sobre el proceso electoral 2021 a EEUU o a pedir amparo, lo prudente es que este país también escuchara a tantos demócratas peruanos insatisfechos con el mismo.
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