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Juan de Dios Guevara / China vs. Estados Unidos en Latinoamérica 

  • Foto del escritor: Juan de Dios Guevara
    Juan de Dios Guevara
  • hace 7 minutos
  • 4 Min. de lectura

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Un Año de Competencia que Abre Oportunidades

Hace unos días, Dva Juga, la primera publicación en línea sobre Latinoamérica en serbio, me preguntó sobre la influencia China y la de Estados Unidos sobre Latinoamérica en el año transcurrido. Cómo el ejercicio de la respuesta me significó analizar y darle vueltas al tema, les comparto mi respuesta, a tan importante pregunta, esperando que nos sirva de reflexión y acción

 

En este último año, Latinoamérica (LA) ha vuelto a ocupar un lugar central en la competencia entre China y Estados Unidos. Aunque esta pugna no es nueva, hoy se siente más intensa y más enfocada. Ambas potencias han ajustado sus estrategias, y la región se encuentra en una posición curiosa, ya que  al mismo tiempo, LA está: cortejada, presionada y llena de posibilidades.

 

China (CN): Menos mega préstamos, más precisión estratégica

China ha pasado de financiar megaproyectos en carreteras y represas a enfocarse en áreas que considera estratégicas: tecnología, infraestructura digital y energía. Ya no busca solo construir, sino integrarse más profundamente en el  funcionamiento económico de la región.

 

En la práctica, esto significa varias cosas:

 

-       Un comercio cada vez más fuerte: En países como Brasil, Chile, Perú, Bolivia y Uruguay, China es el principal socio comercial, superando a EE. UU.

-       Inversión más especializada: Las prioridades están en 5G, transición energética, tecnología financiera y plataformas digitales.

-       La Franja y la Ruta sigue creciendo: Más países se suman a esta iniciativa, Colombia por ejemplo, y el Puerto de Chancay, en Perú, inaugurado en 2024, se perfila como una pieza clave del comercio entre Sudamérica y Asia.

-       Más acuerdos comerciales: Ecuador ya ratificó un TLC, y otros países avanzan en esa dirección.

-       Diplomacia militar moderada: Existe, pero su interés principal sigue siendo económico.

-       China ofrece cooperación rápida, visible y sin demasiadas condiciones políticas. Pero también puede generar dependencia comercial o riesgos de deuda si no se negocia con cuidado.

 

Estados Unidos (US): Migración, seguridad y contención a China

La política estadounidense hacia la región estuvo marcada por la migración, la seguridad y la competencia directa con China. Gran parte de sus movimientos se explican por prioridades internas.

 

En este periodo, se ha observado:

 

-       Migración como eje central: Especialmente en relación con México y Centroamérica.

-       Economía con influencia selectiva: Aunque EE. UU. sigue siendo el principal inversionista y su comercio con la región duplica al de China, su influencia fuerte se siente principalmente en su vecindad más cercana.

-       Aranceles y presión comercial: Con la administración Trump regresaron las amenazas arancelarias para influir en la política migratoria.

-       Limitación a China: Estados Unidos busca frenar el acceso chino a sectores como semiconductores y tecnologías avanzadas.

-       Una ventana política: Con gobiernos más alineados a Washington en algunos países, ve una oportunidad para reforzar su presencia. Ejemplo: Milei en Argentina

-       Estados Unidos opera con una visión más reactiva que estratégica. Su agenda prioriza la seguridad, el control migratorio y el uso del comercio como instrumento de presión.

 

 

Dos potencias, dos estilos

 

Herramientas

-       CN: Comercio, inversión, tecnología

-       US: TLCs, seguridad, presión arancelaria

 

Zonas de influencia

-       CN: Sudamérica

-       US: México y Centroamérica

 

Sectores clave

-       CN: 5G, energía, puertos

-       US: Seguridad, migración, comercio tradicional

 

Riesgos

-       CN: Deuda, falta de transparencia

-       US: Disminución de influencia y polarización interna

 

 

Impactos en la región: Economía, sociedad y política

 

China

Economía: Es el gran comprador de materias primas; ofrece préstamos ágiles, pero a veces poco transparentes.

Social: Impulsa infraestructura y tecnología, pero también genera preocupaciones sobre privacidad y vigilancia.

Político: Su narrativa de “no intervención” atrae a muchos gobiernos, aunque puede debilitar la transparencia y los controles democráticos.

 

Estados Unidos

Economía: Mantiene fuertes TLCs e instituciones financieras. El nearshoring beneficia más a México que al resto.

Social: Tiene enorme influencia cultural, y trabaja en seguridad y desarrollo social. Pero existe cansancio ante su enfoque selectivo en derechos humanos.

Político: Lidera la seguridad hemisférica y trata de limitar a China, empujando a los países a tomar posición.

Oportunidades y advertencias para Latinoamérica

 

Mayor margen de negociación

La competencia entre potencias abre espacio para que los países negocien mejor, diversifiquen socios y exijan mejores condiciones.

 

Más riesgo geopolítico

La región se ha convertido en un tablero donde las presiones aumentan y los alineamientos pueden afectar la autonomía nacional.

 

Menos cohesión regional

Organismos como CELAC u OEA se ven fragmentados por las diferentes simpatías hacia China o Estados Unidos.

 

 

¿Qué camino debería tomar la región?

 

-       No caer en la lógica de “elegir partido”.

-       La autonomía estratégica debe ser prioridad.

-       Exigir transparencia en las inversiones externas.

-       Especialmente cuando involucran grandes deudas o activos estratégicos.

-       Fortalecer instituciones, reglas y controles.

-       La mejor protección frente a presiones externas es contar con instituciones sólidas y confiables.

 

China y Estados Unidos seguirán compitiendo. La verdadera pregunta es cómo puede Latinoamérica convertir esa rivalidad en una oportunidad para su propio desarrollo.

 

Con visión, transparencia y estrategia, es posible transformar esta competencia externa en un impulso para el fortalecimiento interno de la región.


 

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