Juan de Dios Guevara / Entre dos Cuencas
- Juan de Dios Guevara
- hace 33 minutos
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El mundo económico actual se mueve al ritmo de dos grandes protagonistas: la Cuenca del Pacífico y la Cuenca del Atlántico. Perú, estratégicamente ubicado entre ambas, tiene la oportunidad única de ser un actor clave en este escenario global cambiante.
El panorama del comercio global en 2023 y 2024 revela una transformación significativa en las dinámicas económicas mundiales. El comercio mundial alcanzó un volumen récord de aproximadamente $33 billones de dólares en 2024, impulsado principalmente por el robusto crecimiento en el sector de servicios y la creciente influencia de las economías en desarrollo, particularmente en Asia
La Cuenca del Pacífico se ha consolidado como el epicentro económico más dinámico del planeta. Es el motor económico del siglo XXI. Las economías de APEC, que son parte fundamental de esta cuenca, representaron aproximadamente el 50% del comercio mundial de mercancías en 2024.
Gigantes como China, el mayor comerciante de bienes del mundo, y bloques como la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), impulsan este crecimiento. La región está compuesta por alrededor de 40 países y no solo es líder en comercio, sino que también alberga a más de la mitad de la población mundial y es cuna de industrias altamente competitivas en tecnología, automotriz, y electrónica.
La Alianza del Pacífico, con países como Chile, Colombia, México y Perú, es un claro ejemplo de la fuerza económica que surge de la colaboración en esta región. El éxito del Pacífico radica en la combinación de abundantes recursos naturales y avanzadas capacidades industriales.
La Cuenca del Atlántico, ha sido históricamente dominada por potencias como Estados Unidos y Europa, y ha sido el centro de la economía global. Aunque el Pacífico ha ganado terreno, el Atlántico sigue siendo un actor crucial con volúmenes de comercio inmensos. La relación comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos es considerada la más importante del mundo, superando los €1.6 billones en 2023.
La disminución de la participación del Atlántico en el comercio mundial, que pasó del 49% en 1980 al 20% en 2020, es un reflejo directo de la creciente prominencia de Asia. El auge de economías como China e India ha llevado a una reconfiguración de las cadenas de suministro globales, con muchas operaciones de manufactura trasladándose al Sur global en busca de menores costos laborales y entornos de producción más flexibles
El Canal de Panamá es un punto vital que conecta ambas cuencas, subrayando la interconexión global. Si bien su participación porcentual en el comercio mundial ha disminuido debido al «Cambio Global» del poder económico hacia Asia, las economías del Atlántico siguen siendo fundamentales en términos de PIB y desarrollo tecnológico, y buscan fortalecer lazos con África y América Latina.
El futuro económico global estará marcado por el continuo dinamismo del Pacífico y la constante adaptación del Atlántico. La Cuenca del Pacífico seguirá creciendo, impulsada por la innovación tecnológica (inteligencia artificial, biotecnología) y la consolidación de bloques económicos como APEC y ASEAN. Sin embargo, este crecimiento también traerá tensiones geopolíticas y la necesidad de un mayor enfoque en la sostenibilidad.
La Cuenca del Atlántico, por su parte, se centrará en la adaptación, la resiliencia y el fortalecimiento de sus alianzas clave. Se espera una mayor inversión en la relocalización de la producción y el fortalecimiento de las cadenas de suministro dentro de Norteamérica y Europa. Aunque el Atlántico ha cedido parte de su primacía, seguirá siendo líder en sectores como las finanzas, la industria aeroespacial y la farmacéutica.
Ambas cuencas no operarán de forma aislada; la interdependencia seguirá siendo una característica definitoria de la economía global, aunque con una competencia continua por el liderazgo en tecnología, inversión e influencia geopolítica.
En síntesis, el «Cambio Global» de poder económico hacia el Indo-Pacífico es una realidad innegable, con implicaciones profundas para los patrones comerciales, las cadenas de suministro y la dinámica geopolítica a nivel mundial. Este desplazamiento no es meramente una cuestión de volúmenes, sino una transformación estructural que redefine la competitividad global y las interdependencias económicas. La capacidad de las economías del Pacífico para consolidar su crecimiento y su influencia, junto con la necesidad de las naciones atlánticas de adaptarse a este nuevo panorama, marcará la trayectoria del comercio internacional en las próximas décadas.
Para Perú, ubicado estratégicamente entre estas dos poderosas cuencas, con un mega puerto en Chancay con línea marítima directa a Shanghai, la pregunta es crucial: ¿Seremos actores principales y estratégicos o dejaremos pasar esta gran oportunidad? Como dice la primera lección empresarial, la ubicación lo es todo. Es momento de tomar acción, para aprovechar nuestra ubicación estratégica frente al Pacífico, colindante con Brasil frente al Atlántico.
Si hacemos corredores económicos este a oeste y viceversa, y sur a norte y viceversa, aprovecharemos de nuestra ubicación central en Sudamérica. Ojalá logremos un gran Acuerdo Nacional, y construyamos un desarrollo sostenible, para el beneficio del Perú y sus futuras generaciones
¡Felices Fiestas Patrias!