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Juan de Dios Guevara / Lo que estamos viviendo (1 de 4)


Todo lo que estamos viviendo, es la cosecha de lo que ha sembrado la corrupción a lo largo de los años en el poder. Y continúa ya generacionalmente.


Es lamentable recordar los videos de las visitas al SIN de un ex congresista, que ahora ve proyectada su figura de llamar la atención, cómo lo hacía continuamente, con sus “copitas” de más, con su hija congresista, que tiene un afán protagónico de querer ganar pantalla, y que por ello es capaz de lanzar un irresponsable, antidemocrático, anticonstitucional pedido de vacancia presidencial, evocando en los fundamentos de su moción, a su padre, cuando logró la vacancia del Tribunal Constitucional, tal como se jacta en forma sumisa y lamentable, ante Montesinos, en las oficinas del SIN, según lo muestran los videos. Ella, misma woman del Callao, hizo lo mismo. Su perfil, lo grafica muy bien el Twitter de Carmen McEvoy, historiadora y vecina del Callao: “Los chalacos no olvidamos tu pasado chimpunero, Patricia Chirinos, tu gestión en La Perla y mucho menos el vergonzoso spot de ese horno donde planeas incinerar a los corruptos que, para los que tenemos memoria y amamos al Callao, no combatiste cuando tuviste el poder”.


A pesar de haber prometido en campaña, según se ve en los videos, la tres veces derrotada candidata presidencial, de “que gane quien gane, ella no iba apoyar una vacancia presidencial”, lo hizo, faltando a su palabra, como ya es habitual en ella, tan igual que su padre que ofreció: Honradez-Trabajo y Tecnología. Y resultó huyendo del Perú, a su país, donde fue derrotado, en las elecciones para senador japonés, para luego ser extraditado, enjuiciado y encarcelado, manteniéndose prófugos sus familiares, y sin pagar un sol de la reparación civil que le debe al Perú. Esta corriente del fujimorismo es la misma de siempre. Es su estilo, paran buscando la impunidad, acaban de presentar un proyecto absurdo de blindaje. No les interesa hacer Perú, quieren el caos permanente, acaban de captar a una de sus congresistas, llamando a los transportistas, para que bloqueen los peajes de las carreteras y hagan un caos vehicular. Increíble, que elijan esta clase de personas, que debe su ingreso a la política por su hermana, lideresa popular, asesinada por Sendero Luminoso, que si resucitara y viera que contra los que combatió, está su hermana, se volvería a morir. Y como el fujimorismo se supera cada vez más, ahora tiene sus grupos de violencia, con varios nombres, que se pueden resumir en: “la pestilencia” El que se sume ahora al golpe, es parte de su esencia antidemocrática. Su alianza con Vox lo confirma. Cuidado, con esos fanatismos, marchas, saludos. Así empezaron los de Sendero Luminoso, e igual, tiempos más atrás, los nazis. Los fascistas.


Otro en alianza con Vox, apoyó de inmediato la vacancia, Rafael López Aliaga, que se autodenomina con el nombre de un marrano, Porky, que le debe impuestos a la SUNAT, por más de 30 millones de soles, según se lee en los medios de comunicación, y ganó unas concesiones en el gobierno del japonés, que le han generado una abultada prosperidad, según se ufana, pero ninguna capacidad, ya que cree que los casi 9 millones de votos con que ganó Castillo, van aplaudir este intento de golpe de Estado. No es consciente del tremendo caos social, económico, político que están generando. Y en su porcino cerebro, sigue deseando que el dólar suba a 5 o 6 soles, para que sufran los pobres, por no haberlo elegido.


Firma también la vacancia un marino retirado que aparece en los videos de Montesinos, firmando la carta de sujeción, y que hizo el papelón de no ser recibido en la OEA, por un supuesto fraude electoral, con otro que lo acompañó a su frustrado viaje, el vocero actual del fujimorismo, en que se le recuerdan videos donde años atrás criticaba y acusaba a los Fujimori. Hoy con una amnesia particular, es fujimorista y dice lo contrario a lo que decía antes. Son varios “nuevos” fujimoristas con ese tipo de amnesia, y todos tienen videos, que han quedado de testigos para la posteridad y, por lo tanto, les resta credibilidad y les suma antipatía.


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