Juan de Dios Guevara / Negocios Perú y China
- Juan de Dios Guevara
- hace 33 minutos
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Negocios en doble vía, sin mitos ni «cuentos chinos»
Cuando alguien dice “Perú-China”, la mayoría piensa en barcos repletos de cobre o en montañas de celulares desembarcando en Chancay. Esa imagen es real, pero está desactualizada.
Hoy, Lima y Beijing no solo comercian, se miden, se estudian y se respetan. Son dos jugadores que saben que este partido dura décadas y que el tablero es el Pacífico entero.
Este artículo va directo al grano: ¿Qué busca China de verdad cuando invierte aquí? Y, lo crucial, ¿qué tendría que buscar Perú cuando quiere entrar de verdad allá?
Hablando de negocios directamente:
¿Qué ve China cuando mira al Perú? Control total de la cadena
Para el empresario chino, Perú no es un mercado donde vender zapatillas. Perú es la garantía de que en 2050 seguirá habiendo cobre, litio y pescado para sus fábricas.
Un presidente de una minera estatal china lo dice sin rodeos: «No venimos por el dividendo del próximo año. Venimos por los próximos cien años».
Chancay no es un puerto, es la nueva puerta de China a Sudamérica. US$ 3,600 millones de COSCO no son caridad. El puerto reduce la ruta Asia–Perú de 35-40 días a 23-25 y elimina intermediarios. Eso es soberanía logística disfrazada de infraestructura.
Minas: están dispuestos a perder plata hoy para no quedarse sin metal mañana China ya controla más del 42 % de la producción peruana de cobre (2025). Las Bambas, Toromocho, la futura ampliación de Antamina. Pagan primas altas y aceptan conflictos sociales caros porque saben que el mundo va a necesitar el doble de cobre para la transición eléctrica.
El verdadero obstáculo no es la montaña, es la licencia social. Los chinos ya aprendieron por las malas que en Perú la geología es lo fácil; lo difícil es la licencia social. Sin diálogo real, sin RSE visible en el terreno y sin entender el “guanxi peruano” (comunidades, prensa y autoridades locales), cualquier proyecto termina parado, quemado o en titulares.
II. ¿Y qué debería hacer Perú cuando mira a China? Nunca competir por precio (o morir en el intento)
Si llegas a China diciendo “te vendo más barato que Chile o Ecuador”, ya perdiste. Es suicidio comercial.
Un exportador que factura millones en Shanghái te lo resume en una frase: «En China, lo peruano tiene que ser aspiracional o directamente no existe».
Nichos premium: ahí está el dinero de verdad Perú ya es #1 mundial en arándanos, #2 en paltas, #1 en quinua orgánica y lidera las uvas de mesa. China paga 40-60 % más por calidad constante, trazabilidad impecable y una buena historia detrás.
El e-commerce es el nuevo puerto de entrada (Digital es el nuevo Callao/ Chancay) Más del 65 % del agro peruano que entra a China pasa ya por Tmall Global, JD Worldwide, Douyin o Pinduoduo. Si no estás en live-streaming vendiendo paltas a las 10 p.m. hora de Beijing, simplemente estás fuera del juego.
El socio chino no es una opción, es tu seguro de vida. Idioma, reglas que cambian cada mes, aduanas impredecibles y riesgo de copias. Sin un socio local serio garantizado, te vas a estrellar. Y de paso te salva cuando alguien intente registrar tu marca antes que tú.
Registra tu marca el día uno (o llora después) En China gana quien registra primero. Punto. Ya hay casos peruanos famosos que perdieron su nombre y ahora compran “su propia” marca a un chino.
Herramientas para no ir solo a la guerra
Lado peruano
- PROMPERÚ (subsidios, misiones, certificaciones)
- CIIE de Shanghái y las ferias regionales
- Programas de onboarding en plataformas chinas
Lado chino
- RSE que no sea pintar colegios y salir en la foto
- Equipos bilingües y biculturales que entiendan el terreno
- Fondos reales para desarrollo comunitario
De los dos lados
- CAPECHI y la Asociación de Empresarios Chinos en Perú
- Redes de confianza que evitan estafadores y proyectos fantasma
- Conclusión: el partido se gana entendiendo al otro
Dejen los clichés en casa:
- China no viene a “saquear”. Viene a asegurar toda la cadena: mina, puerto, barco, fábrica.
- Perú no tiene que ir a vender barato. Tiene que ir a vender caro y diferente a 400 millones de consumidores que buscan salud, estatus y sabor único.
- China quiere escala y seguridad en Perú. Perú tiene que querer exclusividad y margen en China.
Cuando ambos lo entienden, todos ganan de verdad. Y la historia entre el Dragón y el Inca apenas está calentando motores. Ojo.




