Cosechas lo que siembras, y lo cosechas cuando de su fruto. Y hoy en día, ese período de maduración será lo que la ciencia y la tecnología sean capaces de desarrollar. Y eso es lo que nos ha tocado vivir, y ser testigos. La relativa rápida aparición de la vacuna contra el COVID 19 es producto de años, décadas, anteriores de investigación, y nos está salvando vidas, en un mundo que se da cuenta que, para la continuidad de la especie, cada vez hay que ser más solidarios. Hoy en el Perú tenemos más contagiados que en el peor momento de las dos olas anteriores, y por el alto porcentaje de vacunados, hoy tenemos pocas vidas perdidas que lamentar, que en un alto porcentaje son por no haberse vacunado. Los éxitos no se crean de la noche a la mañana, por eso hay que saber adónde se está y adónde se quiere ir, para organizarse estratégicamente hacia el logro de esos objetivos, que se cosechan en el tiempo. Y comunicarlos de la mejor manera posible, para que todos se sumen a ese esfuerzo colectivo de coronarlos.
Tenemos como sociedad que acostumbrarnos a vivir bajo metas a lograr, con hojas de ruta definidas, pensadas y consensuadas, con sustento técnico, profesional. Estas vacunas que nos están salvando las vidas nos está mostrando lo que ya es el mundo de hoy: el mundo del conocimiento. El conocimiento es un poder muy grande, capaz de cambiar formas de vida, salvarlas o hacer el mal, que afortunadamente la humanidad lo va intentando controlar. Y en esta economía del conocimiento que nos encontramos, debemos ver a futuro, el mundo que se nos viene y prepararnos para estar competitivamente en él, en que la velocidad de cambio es permanente y cada vez más rápida y disruptiva. Necesitamos estadistas que visualicen el futuro de la humanidad y sepan conducirnos a una inserción global, en donde el Perú por su ubicación, por su biodiversidad, y por su rica historia y diversidad cultural tiene mucho que ofrecer al mundo y recibir de él.
El año pasado, todos hemos percibido el cambio en nuestras vidas, que nos ha dado el internet, a través de diferentes medios. Hubo desde descubrimientos dentro de la Tierra y avances en medicina y biología hasta exploración espacial. Ahora, se vienen con más fuerza y más novedades, en medios de transporte, en sistemas para mejorar la salud, en cambio de hábitos de vida, en ordenadores más potentes. Conceptos como ‘Metaverso’ (concepto que denota la siguiente generación de internet, que describe una experiencia inmersiva y multisensorial en el uso aplicado de diversos dispositivos y desarrollos tecnológicos en internet), ‘NFT’ tokens no fungibles (Non Fungible Token en inglés) son representaciones inequívocas de activos, tanto digitales como físicos, en la red blockchain)., ‘Inteligencia Artificial’ ( la habilidad de una máquina de presentar las mismas capacidades que los seres humanos, como el razonamiento, el aprendizaje, la creatividad y la capacidad de planear) o ‘Blockchain’ ( cadena de bloques., de un conjunto de tecnologías que permiten llevar un registro seguro, descentralizado, sincronizado y distribuido de las operaciones digitales, sin necesidad de la intermediación de terceros), irán ganando protagonismo en el presente año. La carrera espacial no cesará, como tampoco lo harán los ciberataques, que seguirán poniendo en jaque a grandes corporaciones e instituciones. Seguramente este año surgirán regulaciones que van a forzar a las empresas a adoptar las prácticas de inteligencia artificial (IA) responsable. El año pasado, no sólo fue el espacio, con el aterrizaje en Marte de varios exploradores robóticos, diferentes pruebas y experimentos realizados en la Estación Espacial Internacional, estudios de asteroides o de planetas lejanos como Venus y sus lunas, turismo espacial, exploraciones privadas, entre otros. Hubo otros avances en temas de biología, medicina, genética, antropología y arqueología, química y física que cambiaron el rumbo de las ciencias.
El año pasado también vimos, que los más ricos del mundo aumentaron un 30% su patrimonio, resaltando la desigualdad existente. El 0,1% del 0,1%, vivió en 2021 uno de sus mejores años: con las Bolsas disparadas y los mercados inmobiliarios en máximos, las 20 mayores fortunas del mundo vieron crecer su patrimonio conjunto en 500.000 millones de dólares (440.000 millones de euros), casi un 30% más. Las 20 mayores fortunas ganaron más de dos veces el PBI del Perú. Hecho tan notorio que tensa el equilibrio mundial y llama a una más urgente necesidad de cambio en la economía mundial.
Lo que implica necesariamente, que, para estar acorde al mundo actual, hay que desarrollar exigentes niveles de educación y exigentes niveles de negociación, para atraer los capitales de inversión al Perú, que sumados a los que acá están y se van generando, hagan una dinámica de crecimiento y desarrollo, por todo nuestro extenso territorio. Hay que desarrollar métodos educativos digitales que lleguen a todos los niveles de educación que tenemos en todo el país, para que todos tengan oportunidades de aprender, desde herramientas para vivir, en cursos cortos, hasta cursos de alta complejidad, investigación, innovación y desarrollo. Necesitamos trabajar mucho el tema de la educación en todos sus niveles. Lo que sembremos ahora, lo cosecharemos mañana. No hay tiempo que perder. Hay que generar ecosistemas de negocios, en nuestros territorios, para dar un salto al mundo actual. Hagamos el país ideal. Cuál es el temor de no poder hacerlo.