top of page
  • Juan Escobar

Juan Escobar / Mantaro y riesgo de La Oroya (2 de 2)

El valle del Mantaro y el riesgo que implica para su futuro el Complejo Metalúrgico de La Oroya


Dada las experiencias y los graves daños ocurridos en el pasado, es imprescindible que esta empresa de trabajadores dé muestras tangibles de contar con el respaldo económico para su emprendimiento. Bajo ningún concepto debe permitirse operaciones encubiertas, y menos que se permita afectar nuevamente los valles que son tributarios de los ríos Mantaro y Yauri, principalmente.


Como se sabe, el río San Juan de Mantaro se ubica en la parte central del país, recorriendo unos 725 Km a través de los departamentos de Pasco, Junín, Huancavelica y Ayacucho; en el puerto Bolognesi se une al rio Apurímac para formar el Ene. Como se podrá deducir, la influencia territorial del río Mantaro es alta.


Tanto en el pasado como en el presente, la minería formal ha jugado un rol de la máxima importancia para el país: por su aporte al PBI, a la tributación y por su contribución al desarrollo de distintas cadenas de proveedores, entre otros temas; sin embargo, su trabajo debe ser, inexorablemente, amigable con el medio ambiente.


El valle del Mantaro provee alimentos a millones de habitantes, incluido a parte de la población de Lima. En ese marco, es de máxima importancia resguardar la seguridad y sanidad alimentaria de nuestra población, en lo particular.


En la línea de negocios, la gastronomía se levanta como una actividad necesaria y en desarrollo a nivel nacional e internacional, no solo generando empleo e ingresos, sino también promocionando nuestros productos agrarios. A los peruanos nos genera orgullo que distintas empresas peruanas de gastronomía sean catalogadas como las mejores del mundo.


Por la salud y por el desarrollo de estas actividades económicas promisorias, no podemos aceptar que nuestros productos agrarios se contaminen, enfermen a la gente y hagan mala fama a los productos. No hace mucho, algunos embarques peruanos en el exterior han sido rechazados porque se les encontró restos de agroquímicos que excedían lo máximo permisible; y hace unas semanas, CONCYTEC ha presentado el informe “Del Campo a la Mesa”. El monitoreo reveló que 51 de 84 muestras de ají, amarillo, apio, fresa, betarraga, pimiento cebollita china y tomate que venden en supermercados como Metro, Totuss, Wong, Plaza Vea, Vivanda y Minka ponían en riesgo la salud de las personas al contener pesticidas por encima del máximo permitido en el Perú.


El documento de Concytec también toma como referencia el monitoreo realizado por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) el año pasado a alimentos agropecuarios para verificar la presencia de agroquímicos. El SENASA halló que el 19% de 5,181 muestras tomada a nivel nacional estaban contaminadas como el ají amarillo, paprika, pimiento, tomate, melocotón. Así mismo encontró sustancias prohibidas como el carbofurano y el metamidofos, dos agroquímicos peligrosos utilizados para controlar plagas de los insectos en los cultivos (Salud con Lupa por Rocío Romero).


Estos sucesos y evidencias son perjudiciales para el país y se convierten en una real amenaza para el perfil agroalimentario y agro gastronómico que queremos construir. Una manifestación letal en ciudadanos sería fatal para la salud de los peruanos y para las perspectivas de la gastronomía nacional e internacional.


Los trabajadores del Centro Metalúrgico de La Oroya deben haber pasado muchas penurias cuando se quedaron sin empleo durante varios años y la requieren; sin embargo, esperamos que nuestras dudas no sean ciertas y tengan las condiciones óptimas para desarrollar su proyecto, pero si fueran ciertas, debemos activar al máximo nuestra resistencia para evitar que el daño a la salud, ambiente y al desarrollo de negocios agrarios y gastronómicos se afecten.


Existen comentarios que señalan que, tras la iniciativa de la empresa de trabajadores, existan otros agentes económicos – de naturaleza mercantil-, con interés de participar tras bambalinas en este negocio. En realidad, sería altamente pertinente y capital verificar que el reinicio de las actividades del Complejo Metalúrgico cuente objetivamente con la capacidad de gestionar empresarial y ambientalmente el complejo metalúrgico.


En caso contrario, el río, los valles y la población misma necesitará ser defendida con toda la fuerza de la ley y acompañada de movilidad social a escala nacional.



5 visualizaciones0 comentarios
bottom of page