Julio Schiappa Pietra / No perder la virginidad (ética)

El ascenso al poder del Profesor Pedro Castillo ha iniciado un cambio en la vida política del país, caracterizado en esta etapa por una lucha con las fuerzas de la derecha que no logran concretar ni la Vacancia ni un proyecto conservador viable. Señal clara de ello es la división entre RN y FP, que inician la campaña pre electoral 2022 con candidaturas divididas y un significativo enfrentamiento político.

Por el lado de Castillo predomina aun una baja gobernanza del estado, una potencial división de la coalición de izquierda que lo sostiene, así como la persistencia de una mala selección de cuadros de gobierno, y la hegemonía de una correlación desfavorable en el Congreso y en la mayoría de zonas urbanas del país, como Lima. La fuente de sostenibilidad del régimen es la presencia de un respaldo de la población al Presidente Castillo, sobretodo en el interior rural y en las ciudades andinas como lo señalan recientes encuestas de IEP y APOYO.

Este respaldo es errático en la coalición-no formalizada-que lo llevó al poder (falta de unidad en el Congreso, de disciplina en las declaraciones políticas, lo cual favorece los brotes de corrupción). Sin embargo, las carencias y debilidades señaladas llevan a limar asperezas, mediante negociaciones políticas en estos días para dirimir la suerte de su gabinete, que ya cuenta con una mayoría de ministros empoderados de sus carteras, pero que carecen de una cohesión y una estrategia de gobierno. Nadie entiende para que cambiar un gabinete que ya empieza a mejorar su trabajo.

Las debilidades señaladas, requieren una acelerada transformación de la situación a partir de factores positivos como el buen desempeño de la economía, el inicio con éxito de la gestión social con el bono Yanapay, el resultado exitoso de la vacunación masiva, la reactivación inicial del turismo, el reinicio de la inversión estatal en obras públicas, entre otras obras que el Gobierno realiza.

Queda aún pendiente conseguir más eficacia y velocidad en atender las demandas populares en el vital sector de seguridad ciudadana y en educación, pilar fundamental de la gestión del gobierno. Asimismo, extirpar focos de Corrupción en el MTC, Petroperú y Perú Petro, así como en SEDAPAL y todas las empresas de agua en 25 regiones del país.

Sin embargo, el terreno en el cual se juega la batalla por la supervivencia del gobierno es el de imagen política, adónde hay una campaña negativa para negar obras del gobierno, incertidumbre generada por el lenguaje infantilista que genera miedo, incluida la tendencia a publicitar las diferencias al interior de la coalición de gobierno, la falta de realismo y sentido común en la selección de cuadros para ministros o la administración estatal. Está en curso de superarse, pero son incompatibles con el buen gobierno.

En el terreno de las redes sociales y los medios- mayormente parametrados por la derecha- se lavan los cerebros de la población para neutralizar aspectos positivos de la gestión. Si algo urge es hacer un cambio de estrategia de comunicaciones para defender al régimen. Y retirar del gobierno a agentes de prensa que fracasaron en sucesivos gobiernos, así como el entorno de herederos del Secretario Pacheco- en la cúpula del gobierno- responsables del diluvio de corruptos, que han dejado sin virginidad ética al régimen. Es clase de virginidad no la debe perder nunca un gobierno popular.