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Manuel Bernales / A los que deciden (1 de 3)


Esta no es una nota para académicos, empresarios o periodistas, sino para quienes gobiernan, según el régimen constitucional, principalmente desde el Ejecutivo y el Legislativo, porque también el Judicial es uno de los tres Órganos de un único Poder constitucional, el del Estado. Es para tomadores de decisión y para quienes procuran que sean mejores.


Ha pasado medio año de instalados y me valdré de evidencias de público, incuestionables, para esta comunicación urgente.


En medio de luchas llevadas al paroxismo ideológico de sueños y pesadillas sociales, sobre todo de malas costumbres y pésimos ejemplos a diestra y siniestra, arriba y a la vez en gran parte de nuestra geografía humana, con diversas modalidades de arribismo, inestabilidad e incertidumbre multidimensionales mundiales, regionales y nacionales, evidencias, el Ejecutivo ha logrado que no se admita a debate una moción para lograr declaratoria de vacancia presidencial.


Consolidó votos de Perú Libre, sumándose congresistas de partidos llamados “de centros” y “de derechas”, que tuvieron otros candidatos presidenciales. En la primera vuelta el Congreso quedó fraccionado. Sumando los votos de las derechas, lograban una mayoría simple. Cerca de eso quedó la suma de las izquierdas. Y a disposición de analistas y de protagonistas, “los centros” inclinarían la balanza según asuntos públicos e íntimos, en negociaciones conocidas por su cálculo inmediatista. Nadie puede negar que esto acaba de suceder.


La segunda vuelta fue, otra evidencia: votación anti fujimorista inclusive de personas y sectores auto declarados de derecha. Otra evidencia: la candidata natural del fujimorismo es la política más rechazada desde el año 2000, según diversidad de encuestas coincidentes en mostrarlo y de resultados de tres elecciones nacionales. No obstante, el triunfador, solo logró alrededor de 40,000 votos de diferencia.


Esta es evidencia que muchos no reconocen cuando reiteran discursos y decisiones como si hubiesen recibido votaciones masivas en favor o apoyo a un “discurso sistemático y unívoco”, tanto en la primera vuelta, que sumando los votos “de las derechas” eran mayoría simple, como en la segunda que tuvo una diferencia de algo más de 40,000 votos.


La votación por departamentos evidenció también que respectivos votantes con más grupos en pobreza crónica y otros con millones de dólares fruto de transferencias presupuestales y con canon minero y energético, votaron por candidatos que llegan al Congreso como primeras minorías, en particular el conglomerado con diferencias internas de Perú Libre. Evidencia es también la votación en favor de la candidata nisei en departamentos y Lima y El Callao con mayor crecimiento relativo y en la Amazonía, no toda esta vez. Con base en estudios también de público dominio puede decirse que no hubo ni hay solo una notable “condición divisiva” de tipo político, sino otras fracturas complejas de la estructura y dinámica de la sociedad y Estado peruanos.


Los resultados de la primera y segunda vueltas, son evidencias duras que suelen encubrirse por el discurso de corte preelectoral, por la propaganda y mensajes, “narrativa simplificada” del Ejecutivo y de los principales actores o fuerzas políticas y sociales, inclusive eclesiásticas, lo que es otra evidencia, aplicando las conocidas reglas de la propaganda y el mercadeo político. Este es un tipo de “discurso, relato o narrativa” de las derechas, izquierdas y parte de los centros, en algunos tópicos, lo que es otra evidencia reiterada por actuaciones de sus voceros, periodistas - mujeres y varones incluidos, valga la redundancia-, y quienes adhieren y hoy inundan las “redes electrónicas sociales”.


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