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Manuel Bernales / ¿Es hora de la integración? (2 de 5)

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    AnƔlisis Efectivo
  • 13 nov 2022
  • 3 Min. de lectura

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Para nadie es un secreto la diferente ā€œestatura estratĆ©gicaā€, (ā€œInteligencia EstratĆ©gica para la PolĆ­tica Exterior Norteamericanaā€), segĆŗn Sherman Kent, de los Estados del PacĆ­fico Sur Occidental y por ende es comprensible la polĆ­tica y forma de acción del PerĆŗ para lograr una ventajosa situación de la decisión de la Corte de la Haya. Aceptando que en ese momento no se pondrĆ­an en escena medios militares para dirimir serias controversias y oposiciones que nadie desea, persistirĆ”n Ć”reas de consenso y de conflicto, por ejemplo, asuntos limĆ­trofes en que convergen o divergen intereses de corto y aĆŗn mediano plazo de personas, grupos, empresas e instituciones a cada lado de la lĆ­nea de frontera terrestre, sobre los cuales el Estado Peruano debe hacer un pronto y enorme esfuerzo para tener una institucionalidad moderna, firme, proactiva mediante la cual, los pĆŗblico y lo privado se refuercen mutuamente hacia objetivos nacionales y de cada perĆ­odo constitucional, dejando atrĆ”s el dĆ©ficit que nos aqueja.


La agenda interestatal, luego de La Haya, no serĆ” solamente integracionista en lo económico, lo proclaman actores del World Economic Fórum de Davos, hasta en sus opositores ā€œalter mundistasā€ pasando por diversas corrientes y escuelas de pensamiento, que estudian la compleja y a la vez diversa mundialización y globalización. De manera que serĆ­a altamente probable o seguro que entre PerĆŗ y Chile habrĆ” grandes negocios formales de compra venta de energĆ­a, de productos agrĆ­colas, o pesqueros, venta de servicios, represión del contrabando y narcotrĆ”fico, expansión del turismo y la hotelerĆ­a, acuerdos para mejor gerencias los espacios inter fronterizos, sino que independientemente de las reacciones sobre el Fallo de la Corte de la Haya, apegadas al cumplimiento pacĆ­fico, consecuente, inmediato y continuo de la ley, es muy probable que reaparezca la demanda de Bolivia con aspectos y aĆŗn contenidos antes no previstos.


El valor geopolítico, económico, cultural y estratégico del espacio y mundo altiplÔnico, donde Bolivia y El Perú comparten soberanía y acceso a las fuentes de agua y sus usos alternativos, junto con vías de transporte, producción y comercio, seguirÔ teniendo un valor estratégico esencial, vital, para ambas naciones y para los intereses de Chile, Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay, por ende, del MERCOSUR, debido a la conexión geogrÔfica poco percibida y analizada. También debe continuar una política de contención del metódico armamentismo de Chile para que podamos ver y creer en la fuerza del derecho, la razón, la competencia y la cooperación, lo que conlleva grandes retos para Chile: ¿serÔ que se puede? ¿serÔ que se quiere?


La mal llamada ā€œguerra del guano y del salitreā€, fue medio y expresión de la idea estratĆ©gica de Diego Portales, expresión de una ambiciosa polĆ­tica de predominio con exclusión, incluso destrucción, ā€œdelenda est PerĆŗā€ (y Bolivia, el ā€œAlto PerĆŗā€ hasta iniciado el siglo XX). Antes y ahora es seguida al pie de la letra por grupos dominantes portalianos y acompaƱada por una cultura etno cĆ©ntrica de superioridad frente a los vecinos. Esta centenaria polĆ­tica de Estado se forjó en el marco de la expansión del colonialismo europeo en el mundo y de los aƱos de proyección estadounidense luego de su feroz Guerra Civil. Veamos solo dos citas de Portales:


ā€œSeƱor JosĆ© M. Cea. Mi querido Cea: Los periódicos traen agradables noticias para la marcha de la revolución de toda AmĆ©rica. Parece algo confirmado que los Estados Unidos reconocen la independencia americana. Aunque no he hablado con nadie sobre este particular, voy a darle mi opinión. El Presidente de la Federación de N.A., Mr. Monroe, ha dicho: ā€œse reconoce que la AmĆ©rica es para estosā€. Ā”Cuidado con salir de una dominación para caer en otra! Hay que desconfiar de esos seƱores que muy bien aprueban la obra de nuestros campeones de liberación, sin habernos ayudado en nada: he aquĆ­ la causa de mi temor.

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