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Manuel Portugal / Gran Ajuste de Cuentas a Nivel Mundial 

  • Manuel Portugal Velarde
  • 1 dic 2024
  • 5 Min. de lectura

En los últimos 40 años y en particular durante el presente siglo, se ha registrado un importante avance en la economía mundial, con diversos países camino a superar el subdesarrollo y cientos de millones de personas dejando la pobreza en varios continentes.

 

Sin embargo, actualmente surgen dudas sobre si este avance económico resulta sostenible, tema que se torna aún más urgente debatir, considerando las medidas anunciadas por Donald Trump, que asumirá la presidencia de EEUU en enero próximo. A continuación, algunos puntos por considerar.

 

1) Empecemos por las balanzas comerciales.

Las exportaciones de EEUU el 2022 ascendieron a US$ 2.064 billones y sus importaciones alcanzaron US$ 3.375 billones, generando un impresionante déficit comercial de US$ 1.311 billones, según el WTO (1).

 

China en el mismo año exportó US$ 3.593 billones e importó US$2.716 billones, reportando un gran superávit de US$ 877, 000 millones, de los cuáles cerca al 50% corresponden al superávit del comercio de bienes de China con EEUU en el 2022, que alcanzó US$ 422.000 millones. (1)

 

Entre otros países con importantes superávits comerciales en bienes con EEUU, se ubican, sus dos vecinos más cercanos, Canadá, con un superávit de US$ 174,000 millones y México, con un superávit de US$ 177,000 millones el 2022. (1)

 

Según Paul Krugman, Premio Nobel de Economía, con las menores tasas de crecimiento de la economía China ya no es viable mantener altas tasas de inversión, como cuando se crecía al 9% y seguir impulsando mayor capacidad productiva, que como no se puede vender internamente, se aplica modelo de exportarla generando grandes superávits comerciales para mantener el crecimiento económico. En tal sentido anuncia que se viene la guerra comercial.

 

¿El anunciado incremento de aranceles a China, Canadá y México es parte del ajuste de cuentas comerciales a nivel global?

 

2) ¿Cuánto debes?

La mayoría de los principales países desarrollados cuentan con importantes niveles de deuda bruta. Seis de los países del G7 registran deudas brutas superiores al 100% del PBI, salvo Alemania cuya deuda bruta asciende al 64% del PBI. La deuda bruta de EEUU alcanza el 118.7 % de su PBI. IMF (2). La deuda pública global podría superar el 2024, los US$ 100 billones, alrededor del 93% del PBI y con tendencia a crecer.

 

Algunas de las grandes economías emergentes también presentan niveles importantes de deuda, como es el caso de Brasil, China e India, cuyas deudas brutas varían entre el 85 y el 83 % del PBI. UNCTAD (3). Se considera que se necesita un ajuste fiscal consolidado global de 3 a 4.5% del PBI en promedio en forma sostenida para que la probabilidad de reducir la deuda sea alta.

 

Se debe tener un manejo muy fino, teniendo en cuenta que, por un lado, se requieren más fondos para manejar el cambio climático, el envejecimiento de la población, atender servicios de salud, entre varios más y que, por otro lado, las medidas de ajuste deben de evitar reducir el ritmo de crecimiento necesario para generar empleo y disminuir la pobreza.

 

¿Se tendrá la disciplina y el coraje necesarios para proceder con los ajustes de deuda pertinentes y asegurar un crecimiento sostenido y sin mayores sobresaltos?

 

3) Fondos necesarios para enfrentar el cambio climático

De acuerdo a estimados de la UNCTAD, (3) se requieren US$ 890,000 millones para mitigar y adaptarse a los efectos del cambio climático, en un primer año, hasta alcanzar el quinto año alrededor de US$ 1.4 billones.

 

El indicado monto estimado para el primer año, representa el 1.4% del PBI de los países desarrollados. Como referencia los gatos militares en 2023 fueron muy superiores y ascendieron al 1.9% del PBI de los países desarrollados y los subsidios aplicados a los combustibles fósiles el 2022, el 3.6%, casi triplican, lo requerido el primer año para manejar el cambio climático. Finalmente, los gastos por el Plan Marshall, aplicados por EEUU, durante cuatro años, para la recuperación de 16 países después de la 2da guerra mundial, ascendían al equivalente por año del 1.3% del PBI de los países desarrollados.

 

Para todos resulta claro que la mayor parte de los inmensos gastos militares que se aplican cada año, en tanques, aviones, submarinos, entre otros, se esconden bajo tierra o en el mar y felizmente nunca llegan a ser utilizados, lo que constituye un impresionante desperdicio de recursos en bienes que no sirven para producir otros bienes.

 

Con alrededor del 75%% de los  indicados fondos destinados a gastos militares, se podría invertir US$ 900,000 millones por año en impulsar las economías de países en desarrollo de Asia, África y América Latina (alrededor de US$300,000 millones por año por cada una de estas regiones), lo que permitiría cubrir la mayor parte de las brechas en infraestructura de, educación, salud, carreteras, vías férreas y puertos, entre otros, de la mayoría de países de dichas regiones, contribuyendo de forma notable a cerrar brechas de pobreza, desigualdad, así como a generar un mundo más seguro y socialmente más estable.

 

¿Se efectuarán los ajustes para cambiar el patrón de gastos global, dedicando más fondos a impulsar el desarrollo y menos a gastos militares y a polucionar el ambiente?

 

4) Encrucijada China

China ha sido el gran impulsor de la economía mundial desde los 90s. Según estimados del FMI (2) el PBI de China en términos reales creció a una tasa promedio de 9.6% por año en 2006 – 2015 y entre 6 a 6.9 % en 2016 – 2019. Actualmente la desaceleración de la economía China es más notoria, estimándose un crecimiento de 4.8% para el 2024 y culminar la presente década con una tasa de 3.3%, tendencia derivada, en medida importante, por la desaceleración demográfica. Para EEUU se estima un crecimiento de 2.8% el 2024 y culminar el 2029 con una tasa de 2.1%

 

En este marco, a corto plazo China deberá enfrentar la necesidad de un cambio en su modelo exportador con grandes superávits, así como la gran sobre oferta inmobiliaria, con precios en declive y varios millones de viviendas contraídas no vendidas y los posibles incrementos arancelarios a sus exportaciones a EEUU., entre varios otros retos. Resulta muy claro que si la tasa de desaceleración de la economía China es mas pronunciada que la de EEUU., la tan ampliamente tratada convergencia económica con EEUU se va a prolongar o no tendría lugar.

 

Lo antes comentado supone un gran reto para la especie humana. Quedará claro realmente lo que somos los humanos y cuáles nuestros límites. ¿Mantendremos la saga de guerras, invasiones y matanzas entre pueblos? o seremos capaces de cooperar entre países para enfrentar enormes desafíos, como la desaceleración del crecimiento demográfico, los efectos del cambio climático, la reducción de la pobreza y el manejo de los avances tecnológicos, entre otros.

 

En conjunto contamos con los fondos, con los recursos humanos y el conocimiento para superar la mayor parte de los citados desafíos o mitigar otros. Los tan comentados avances tecnológicos pueden contribuir de forma notable en esta tarea.

 

En tal sentido, queda la esperanza de que la anunciada guerra EEUU – China y cualquier otra en general, no tenga lugar en el campo bélico, sino a través una sana competencia en lo económico, comercial y tecnológico, para beneficio de todos.

 

 

Referencias:

1.- WTO – Trade Profiles, 2023

2.- IMF – World Economic Outlook, 2024 – October

3.– UNCTAD – Trade & Development Report, 2024 - October

4.- UNCTAD – The New Collective Quantified Goal on Climate Finance, 2024 - November


 

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