Marcos Nieto Hildebrandt / Mundos paralelos
- Análisis Efectivo

- 23 abr 2021
- 2 Min. de lectura
Cuando no podemos ponernos de acuerdo sobre aspectos esenciales de la realidad es imposible entendernos, comunicarnos con claridad, dialogar. A la larga, la convivencia se vuelve inviable y va asomándose el feo rostro del odio y la violencia.
Si aún estamos a tiempo de regresar a una etapa de diálogo más abierto y honesto, será si damos el primer paso de reconocer que, para todo efecto práctico, es como si viviéramos en mundos paralelos.
Para tomarlo con humor, en este tenso clima de segunda vuelta, llamemos a estos mundos Sushilandia (S) y Lapizmarca (L). En S la vacancia de Vizcarra no sólo fue constitucional y formalmente correcta, era necesaria, sabiendo lo que sabíamos del expresidiario, perdón expresidente. En L fue un golpe de estado.
Por el contrario, para los Lapizmarquinos, el cierre del congreso en noviembre del 19 fue una necesaria medida constitucional, contra un congreso obstruccionista. Para los Sushilandos, fue un abuso de poder, violando la constitución y los procedimientos que ella establece.
En L, el presidente Vizcarra fue admirado, aplaudido y defendido. El ingente número de miembros de la prensa con pasaporte L se dedicó a alabarlo, cerrando los ojos a las vergonzosas carencias de su gestión y al abuso de las libertades que implicaba la cuarentena. En S, Vizcarra fue una creciente desilusión. Temas como la compra de pruebas, camas UCI o las vacunas sólo confirmaron que se trataba de un inepto.
Las marchas contra Merino fueron una exaltación de la conciencia patriótica, si les preguntas a los L. Para los S, en cambio, se trató de una manifestación loable de las ganas de cambiar y vivir en un mejor país, por parte de un grupo de jóvenes ardorosos, unidos más por mala información y la manipulación mediática que alguna idea valiosa.
Inti y Bryan fueron -indudablemente- unos héroes asesinados por la policía. Salvo que preguntes en Sushilandia, donde te dirán que eran dos jóvenes con antecedentes, que fallecieron en circunstancias no aclaradas de una noche de violencia contra la policía.
No todo es perfecto, claro. la mayor parte de Lapizmarquinos piensa que sólo seremos una sociedad moderna, digna de que ellos vivan acá, si se acepta el “matrimonio igualitario”, el aborto y todos aceptamos que, si un hombre cree que es mujer, ES mujer.
Pero ahora mismo el líder L se opone a todo eso. Claro, no importa, con tal que no gane la Sushi-lider. Cosas del Orinoco.
La lista, como verán, puede seguir ad nauseam, pero termino con un último ejemplo, para mostrar que buena parte de culpa por esta tribalización la tiene la prensa. A estas alturas, ya saben que en L, Willax es el peor canal informativo. Rosa María, César y Augusto son profetas de la verdad. Para los S, la figura es justamente al revés.
Personalmente no me siento ciudadano de L o S. Escucho a Rosa María y a Beto. Veo Cuarto Poder y a Rey con Barba. Mi TL de Twitter reúne disciplinadamente a los más notables L con sus némesis de S. Procuro ir a las fuentes antes de opinar. No conozco otra manera de vivir buscando la verdad, con la esperanza de ir encontrándola día a día.
Se los recomiendo. Conversemos.








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