En 1990-94 se hicieron reformas económicas de mercado aprovechando que nuestro país estaba casi desahuciado.
En 1995-01 acompañé a servidores públicos a roadshows con inversionistas. Tuve que explicar, uno a uno, los ataques de Fujimori a la institucionalidad de su C93. Les conté quiénes eran y cómo actuaban Montesinos, Hermoza, Saucedo, Absalón, Tsuboyama, Miyagusuku y otros joyones.
En 2001-16 intentamos promover reformas pendientes y ayudar a ministros, gobernadores y alcaldes. Casi no hicimos nada. Les valía. Se administró el boom.
Se crearon aún más privilegios. Ya no en el comercio internacional como ocurrió desde la sustitución de importaciones de Velasco en adelante. En casi todo lo demás. Y a casi nadie le importó. También hubo golpes contra Bustamante y Rivero y Belaúnde. PPK no fue el primero.
Pero antecede a PPK y hace metástasis con la disolución del Congreso la presencia de las mafias en política. A la izquierda no le interesa qué hay que hacer. Ponen a liberales, mercas y mafiosos en el mismo saco. (Pero se quejan del terruqueo inmoral).
No tienen experiencia en políticas públicas. No les interesa el conocimiento. Basta y sobra lo que se escribió Marx en 1848. Y de ahí viene Piketty. No importa que lo corrijan tampoco. Me da nauseas escuchar a dirigentes empresariales. Transpiran discriminación. No se enteran.
No tengo la más mínima confianza en que adoptemos las reformas institucionales y de políticas públicas pendientes. Entre mafias, privilegios inmorales, y la izquierda ignorante e inmoral, no vamos a la esquina.
Nosotros somos responsables de esto POR NO hacer las reformas.
-56.2%. Esa es la caída de las ventas de nuestra pequeña empresa de asesoría financiera en lo que va de este año. Tratamos que empresas medianas y grandes accedan al financiamiento del mercado de capitales en vez de trabajar sólo con los bancos.
Trabajamos con una empresa de tecnologías de la información, una de agro de impacto, una de salud ocupacional, varios proyectos inmobiliarios en el A al D, una fábrica de fideos, una mina de oro, galerías y mercados. Somos muy chicos para ser representativos, pero esto es.
Como también trabajé en políticas públicas, soy muy consciente de todas las reformas que no pudimos hacer por falta de apoyo político. Las mafias, los privilegios y el desconocimiento prevalecieron. ¿Hasta cuándo? Destruyendo sólo se destruye. Necesitamos construir mejor.
Entre las mafias, los privilegios y la izquierda no se construyen nada. Se seguirá destruyendo. Al menos creo que les podemos explicar a nuestros clientes en qué medida la incertidumbre política los afectaría. Los dos sombreros ayudan. Pero así no podemos seguir.
Como ocurre con los 2.5 millones de NINIs, las empresas que quieren formalizarse en el negocio de mercados y galerías son las que sufren más. El capital se concentra en lo que conoce mejor. Han sido años terribles. Y hay mucha incertidumbre aún. Y recién empieza el circo electoral.
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