La pandemia del COVID-19 ha impactado fuertemente a la industria deportiva. Es cierto que se han dado experiencias que han logrado superarla con éxito y mitigado sus efectos negativos, como es el caso de la Liga de Baloncesto de los EEUU, la NBA. Pero, hay otros casos donde, al parecer será difÃcil evitarlos. Uno de ellos es la Copa América. En principio este evento iba ser organizado por Colombia y Argentina. Ya Colombia desistió.
Los patrocinadores, que ya pagaron, no aceptaron una postergación que afecta sus estrategias comerciales. Y el gobierno argentino estarÃa asumiendo el compromiso de organizarlo en solitario. Sin embargo, se pronostica que los costos de organización ascenderÃan a U$ 28 millones. Y no hay seguridad de recuperación, y mucho menos, de ganar ingresos.
Por el contrario, ya arrecian las crÃticas internas de lo que pueda implicar un incremento de contagios e incurrir en una inversión de pérdida segura. Ante ello surge la posibilidad que la organización recaiga en EEUU, donde la vacunación avanza en forma importante. Los números definirán la decisión final. Otro evento importante impactado, son los propios JJOO.
A menos de dos meses, surgen también voces discrepantes en un momento donde se endurecen las medidas de prevención. en Japón y donde hay reclamos por los lentos avances en la vacunación. Se habla que las pérdidas en este caso ascenderÃan entre 13 a 16 mil millones de euros. Y que habrÃa disputas legales multimillonarias de postergarse. Ya no solo se trata de una disputa deportiva, se trata de dinero. ¿Cómo afrontará la industria deportiva estos riesgos, y a la misma vez, este reto que se le presenta?