Agricultura y Minería, unidas, modernas y competitivas, con inclusión y equidad
” hay que evitar que los pobres dejen de ser pobres, porque cuando dejan de ser pobres, dejarán de ser de izquierda...”. Gustavo Petro - Presidente de Colombia - 2022.
Reflexión
Agricultura y Minería son dos de los activos económicos más importantes y gravitantes para la economía nacional de cuyo desempeño, en gran parte, depende el crecimiento y desarrollo del país. Hoy representan el 75 % del total de divisas por exportación (58 mil millones de dólares) y, sumando más de 1 millón de empleos con condiciones adecuadas de empleabilidad.
El crecimiento económico del Perú en las últimas dos décadas los sectores agro y minería han encontrado un Estado indiferente e incapaz de usar y asignar con eficiencia y responsabilidad los recursos, dando pie a una amplitud de las brechas que lleva a exclusión en las poblaciones, insatisfacción e ideologización.
No se trata de buenos o malos, se trata de contradicciones de las decisiones del Estado, de aquellos que debieran tener una real y efectiva capacidad y visión para aplicar una estrategia conducente a generar espacios de convivencia social, con desarrollo para todos. Aquella estrechez aleja la realidad por los propios intereses que han abonado el avance de la corrupción.
El conocimiento de la realidad social local, que debiera ser la base para desarrollar estrategias, que sí existe en el empresariado y en la población está supeditada a los intereses externos de “expertos y especialistas” que provienen de los círculos allegados a la puerta giratoria.
Además del poder de decisión de ciertos dirigentes que no representan a la población, pero son atendidos por el Estado, llegando en algunos casos a colisionar con la seguridad jurídica, generando finalmente una permanente conflictividad social.
Para eliminar las ideologías y la labor de “escritorio”, se requiere una profunda reflexión para reconocer los errores, con un Estado que forme estrategia basada en la evidencia proveniente de la realidad y escuchando a la población, con funcionarios públicos competentes, con un empresariado agrario y minero que asuman el compromiso hacia la ciudadanía generará el desarrollo de las personas y organizaciones de nuestro Perú.
Forjen una unidad pensando en el Perú y su gente.
I. Al centro de dos carriles.
1. A pesar de las transitorias turbulencias políticas con violencia social, el espacio agrario nacional moderno sigue mostrando su dinamismo productivo y económico,
2. Pero el horizonte avizora menores inversiones y mayor desempleo por los actuales mensajes de naturaleza ideológica en temas de producción, uso de los recursos naturales, agua y tierra; mensajes que, por la baja atención del Estado, encuentran eco en personas que son mano de obra de la agricultura moderna y empresarial;
3. En ese contexto, nos gustaría creer que, por falta de conocimiento, el Ministerio de Desarrollo Agrario está jugando un papel ajeno al desarrollo, pero acercándose en convivencia con azuzadores ideologizados. Está creando un camino de doble vía;
4. Por un carril transita el sector moderno y competitivo, pero alejado de una estrategia que incluya en la cadena a miles de pequeños productores; en la otra vía, el Estado ausente hacia el pueblo, pero presente hacia dentro con más burocracia y poca inversión hacia el desarrollo;
5. Al centro de los carriles y alejados de toda posibilidad de desarrollo social y económico, siguen millones de pequeños productores, desatendidos por un Estado, sin programas de transformación, y algunos que con ceguera selectiva buscan privilegios económicos y tributarios de los niveles de gobierno de turno;
6. Esta realidad debiera generar una reflexión que conduzca a diseñar una estrategia que genere desarrollo rural, social, inclusivo y equitativo;
7. Las divisas, generadas por la agroexportación es incuestionable; en los últimos seis años el valor exportado pasó de 6,255 a 9,600 millones (+53,5 %). (Tabla 1).
