La salinización de las tierras agrícolas en la costa peruana.
La pesada herencia de los grandes proyectos hidráulicos.
III. Irracionalidad o desconocimiento
Son muchas las experiencias dejadas por las grandes obras de irrigación construidas a largo de los últimos 60 años en el campo agrario y económico. Bastará sostener reuniones con expertos constructores para llegar a concluir que,” todas han carecido de una mirada y visión de futuro”, cuyos resultados hoy pueden verse en la pérdida de capacidad de almacenamiento de agua consecuencia de los procesos acelerados de sedimentación. Un claro ejemplo de esta realidad es que la represa Poechos demandará entre 120´000,000 a 150´000,000 de soles para aumentar su actual capacidad de almacenamiento hídrico.
Otro gran problema que afecta a los productores agrícolas beneficiarios de los primeros grandes proyectos de irrigación, es la salinización de sus suelos y su consiguiente pérdida de productividad física y económica, situación debido a la falta de obras de drenaje y un plan de mantenimiento de estas infraestructuras, así como, al mal manejo y uso del agua a nivel de parcela (6). Las consecuencias económicas son pérdida de valor tanto de la infraestructura de riego, reservorios, los propios suelos agrícolas y de los ingresos de los productores.
Los impactos negativos que se generan en el largo plazo para la agricultura y la economía reflejan la poca racionalidad y el poco conocimiento de los responsables del diseño y operación de estas millonarias inversiones. El desconocimiento del sistema agrícola por parte de los diseñadores de la construcción de una represa o reservorio, se ve reflejado en el deterioro que estas obras muestran en el tiempo. Se tienen muy buenos ingenieros civiles y agrícolas como constructores de infraestructura, pero muy lejos de ser constructores del desarrollo; a ello, se agrega la falta de planificación agrícola o el uso de modelos de planificación para el desarrollo. Parece que priorizan el aprovechamiento de la tierra y la rentabilidad de corto y mediano plazo, dejando de lado la necesaria identificación y cuantificación de los potenciales riesgos, una vez entrado en operación el sistema hidráulico.
En conclusión, la ausencia o debilidad de una visión de desarrollo agrícola de la gran infraestructura hidráulica en términos económicos y financieros terminan siendo muy costosa y de baja rentabilidad para la sociedad.
(6) Ernesto Contreras, especialistas en riego señala que la eficiencia de riego en la costa va entre 35 – 45 % dependiendo de las zonas, cultivos y técnicas de riego.