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Yaneth Arteta / Luchemos por la vacuna peruana


Teniendo en nuestras manos parte de la solución para la erradicación del virus, pasamos delante de la ciencia peruana sin mirarla siquiera. Hoy políticos y candidatos de todas las especies, a excepción de un par de ellos, desdeñan a los científicos peruanos y a la vacuna que crearon para enfrentar a la pandemia, so pretextos múltiples que solamente menosprecian la capacidad peruana, al mismo tiempo que ponen en relieve su propia incapacidad de gestión ante una oportunidad que ya nos la están arrebatando laboratorios extranjeros, para vanagloriar sus posibilidades de lograr probablemente uno de los más exitosos tratamientos contra el virus mortal.


Continuamente nos quejamos del ¨capitalismo extranjero¨, de los ¨saqueadores de nuestra patria¨, cuando poco hacemos para fortalecer nuestras fortalezas, en la medida de demostrar que somos capaces de grandes logros y hazañas, si que lo somos, pero dejamos discurrir de nuestras manos las oportunidades que somos competentes de crear, sin que ello merezca la atención, ni el respaldo, tampoco el apoyo de quienes confiamos como padres de la patria.


Y lamentablemente el virus se va a quedar entre nosotros como una condición endémica, suplicando y rogando a que el extranjero nos tienda la mano para resolver nuestra catastrófica situación, mientras pateamos el tablero de nuestra propia solución; ponemos los ojos siempre en el gringuito que pensamos en una mejor capacidad científica que la nuestra, pero los investigadores peruanos han informado de una posible gran eficacia contra el COVID-19, pero para muchos intereses nacionales, lo extranjero es mejor, de por medio multimillonarios pagos para obtener las ansiadas vacunas.


Según las expectativas de la WEB de TIME TOHERD, respecto a alcanzar la inmunidad de rebaño en los países del mundo por la aplicación de las vacunas, viendo la lentitud con que se vacuna en Perú y la llegada de las vacunas a cuenta gotas, nuestro país alcanzara a ser vacunado en el 70% de su población en 6,558 días, es decir en aproximadamente 17 años, dado que a la fecha se estima que solo se ha vacunado al 1.37% de la población peruana, con 0.02% al día. Un escenario sencillamente desolador.


Es posible que las estimaciones se hagan verdaderas si es que no apresuramos la velocidad de vacunación y la gestión gubernamental para lograr una mayor cantidad de dosis, dado que a mayor número de contagios en el mundo, mayores posibilidades de mutaciones y con ello mayores probabilidades de resistencia a la primera generación de las vacunas, lo que ocasionara la producción de una segunda y tercera generación, todo lo cual será acaparado por los países ricos, en tanto que nosotros no saldremos de las primeras y nos cercaran las nuevas mutaciones sin darnos chance a correr por las nuevas generaciones de los fármacos. Seremos tortugas con muletas.


Estamos a tiempo de reconsiderar el apoyo político y económico para la solución que tenemos en nuestras manos, si es que el gobierno y todo el estado se encariña realmente de la oportunidad peruana, nuestra vacuna, y le otorga realmente la importancia necesaria para su producción, cumpliendo con el proceso de la exigencia para lograr la efectividad de ella, que bien la vamos a necesitar para los próximos años por la prevalencia de la endemia viral, teniendo que vacunarnos posiblemente cada cierto periodo.


Las estimaciones del microbiólogo Pablo Psukayama, nos dice que pasara entre un año o año y medio para que el 70% a 80% de la población mundial sea vacunada, en tanto que en ese espacio de tiempo en que se vacune a la población mundial las personas seguirán contagiándose y podrían aparecer nuevas variantes que posiblemente afectarían la eficacia de la vacuna.


Si bien algunos candidatos pregonan fortalecer la ciencia y tecnología, pues es hora de que empiecen con apoyar a la vacuna peruana y aseguro que será nuestra solución para las próximas décadas de endemia. Aludiendo a Raymondi, ¨el Perú es un mendigo sentado en un banco de oro¨, pues el oro son las grandes capacidades que hemos demostramos los peruanos en la lucha contra la pandemia, desde el proyecto de una vacuna con fuertes posibilidades de eficacia hasta las pruebas moleculares rápidas, ventiladores mecánicos, el Samay, MASI, y otros que nos pone a la vanguardia de la tecnología en la salud mundial, pero empujemos para que los mendigos en la bata de los políticos despierten ante las grandes contingencias que tienen ante sus ojos.


No permitamos que nos destinen a vivir bajo las plumas de las gallinas cuando como águilas que somos podemos conquistar el espacio y el mundo.


Nuestra inmediata salvación sanitaria, económica y social está entre nosotros, nuestros científicos y nuestra prometedora vacuna. Apuesto ciegamente por ella ¿y usted?


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