Armando Pillado / Insistiré

'INSISTIRÉ' será siempre mi terca canción -en vez de 'Sobreviviré', la famosa y bella canción de Gloria Gaynor- en develar la verdad, desenmascarar y rebatir la mentira, el ocultamiento conveniente, el acomodo, la confusión y la cobardía. Me refiero al 'guaidismo' mundial y continental, un nuevo anticomunismo pinochetista con maquillaje que esgrime como antes y como siempre el slogan 'democracia y libertad'. Esconden una 'democracia elitaria y libertad de presión' desde el poder económico. El guaidismo es arribismo y sometimiento encubriendo brutales golpes de estado CIA & Pentágono ultraderechistas violentos. como fue el de 1973 contra Allende, y el del 2002 contra Hugo Chávez -con Capriles y Leopoldo López ya agitando ahí-, y el golpe fallido de la foto en mayo 2019.

Ese golpe del 2002 fue rápidamente revertido y se dio, insistiré, fue dado cuando no había la excusa de una supuesta 'dictadura, corrupción y violación de derechos humanos' sino reformas laborales, agraria y tributaria. Fue articulado por la CIA con Otto Reich, el top, amigo de la rosca golpista de los Vargas Llosa y el Miami Herald, articulado con Fedecámaras y el aprismo adeco sindical, servil y mafioso, venezolano. Se reabrió luego la senda golpista de inmediato, entrenando al execrable peón golpista Juan Guaidó en Serbia, lo mismo que a jóvenes ultraderechistas de la VP fascista del gran jefe Leopoldo López, ahora articulando con los anticomunistas Vargas a Keiko Fujimori.

El guaidismo promueve 'golpes restauradores democráticos' contra todo incómodo al Pentágono, como el de Bolivia contra Evo, y otros anteriores muchos. Golpes militares o 'change of regime' contra quien se defina como 'dictador' por EEUU y las derechas locales, asociándolo a los países que fueron satélites de la URSS. El libreto es compartido por Trump, Pompeo, Bolton, los súbditos anticomunistas Bolsonaro y Duque, los Vargas llosa, Montaner y Oppenheimer (ni qué decir), por casi todo el Congreso EEUU, por el neoliberalismo, etc. Pero lamentable y tristemente también por esa 'izquierda' del 'liberalismo democrático' de La República editorial actual, por Harvard con Steve Levitsky y Ricardo Hausmann, y por media izquierda local. Hausmann fue el gobernador de Venezuela ante el BID designado por el propio Guaidó, y hoy dirige el Centro para el Desarrollo Internacional de la Kennedy School of Government en la U Harvard, de donde es pupilo Alberto Vergara, en la misma onda. El BID es hoy presidido por Mauricio Claver Carone, el cubano americano genocida que diseñó y aprobó el estrangulamiento venezolano desde el Consejo de Seguridad, nombrado allí por Bolton y Trump, como antes lo definieron Nixon y Kissinger contra Allende, hace 50 años, como se muestra en el texto de la foto (el 'Informe Pinochet' del Congreso EEUU develado públicamente, 'desclasificado', desde Clinton).

Deberían bastar dos neuronas apenas para asociar el fascismo callejero contra Allende con el despreciable peoncito servil venezolano Juan Guaidó. Se dice que 'hay que aprender de la historia', que los fenómenos y las pugnas sociales subyacen similares a lo largo de largos periodos, que por ejemplo recuperar el poder económico y militar para quien lo pierde es un imperativo elemental, que es claro que en Venezuela el imperio los digita, los entrena y los protege, ahora y en tiempos pretéritos, que combatir y evitar 'el mal ejemplo socialista' de los 'judeocomunistas' tiene cien años, pero. nada. Acomodo, cobardía y/o confusión; de eso sí hay mucho.

¡INSISTIRÉ! ¡I will survive!! Como dice Gloria Gaynor cuando canta: Tengo toda mi vida para vivir. Sobreviviré. Sobreviviré. Es como un juramento indeclinable ante ese demócrata cabal amplio, de veras, que fue 'el dictador comunista' Salvador Allende. Así lo definieron para justificar el golpe fascista de 1973, Pinochet, Eduardo Frei, Patricio Aylwin, el Cardenal, y toda la cofradía fascistoide de la época.