Tratado de la calipigia o de las bellas nalgas
Los traseros masculinos en la Pintura son, también, célebres (no deseo me tilden de machista, aunque lo fuera): “Hombre en el baño” de Gustavo Caillebotte, “Edipo y la esfinge” de Jean Auguste Dominique Ingres, “Joven desnudo frente al mar” de Hyppolite Flandrin, “Ted Starkowski” de George Platt Lynes, “Caín” de Wilhelm Von Gloeden, y “Derrick Cross” de Robert Mapplethorpe.
De la Escultura y, para no agotar al lector, desde la “Venus Capitolina” de Praxíteles hasta las rellenitas de Botero, pasando por el escuálido trasero del “David” de Miguel Ángel en Florencia. Por supuesto, “El joven de Magdalensberg” del siglo I AC y el “Narciso” del siglo II, en el Museo Altes de Berlín. Griegos y romanos fueron prolíficos en estas expresiones artísticas.
La fotografía irrumpió con el desnudo a partir de 1880 cuando el proceso de develado fue más asequible, y las fotografías se vendían para un público ávido por estas. Son notables las tomas de glúteos y traseros de eximios fotógrafos como Edward Weston, Helmut Newton. Patricia Saavedra, Jeanloup Sieff, Howard Schatz, Albert Watson, Lucien Clergue, Jan Saudek, Richard Avedon, y Ruth Bernhard, entre otros, cuyo arte puede apreciarse en la red de internet.
En la danza es nítida la importancia del derriere, sin cuya gracia sería inútil el garbo, salero y elegancia de bailarines como Vaslav Nijinsky, Anna Pavlova, y en nuestros tiempos, Elvis Presley, John Travolta y Chayanne. En lo referente a canciones, aún recuerdo la melodía que animaba el programa “Triki Trak” de Rulito Pinasco, “mueve la colita”, y con cadencias como “Culo” de Pitbull, “No te metas con mi cucú” de la Sonora Dinamita, “Mueve el culo” de Jay T El Papá, “Menea el Bullarengue” de Siniestro Total, “Booty de Goma” de La Materialista, “Tu pum pum” de El General, y “La canción del culo” de Migueli Marín, todas con denominación explícita.
En el Séptimo arte son cada vez más frecuentes los desnudos y la exhibición del culo, tanto de actores como de actrices. Se han desnudado Halle Berry, Ben Affleck, Michael Fassbender, Ewan McGregor que tiene el récord, Kate Winslet, Amanda Seyfried, y las inolvidables Isabel Sarli, Jayne Mansfield, Briggitte Bardoy y Marilyn Monroe, por citar algunos casos. Al respecto, es curiosa la norma de Facebook que castiga la publicación de los desnudos de actores y actrices, pero permite los desnudos en pinturas y esculturas. Es una de las formas de prejuicio que aún no desaparece.
El vocablo “Calipigia” proviene del griego “kallos” (bello) y “pyge” (nalgas), por lo que se refiere a unas nalgas hermosas, redondas, firmes y sensuales. Hay quienes afirman significa el gesto de mostrar las nalgas que, inicialmente, tenía una motivación estética en la cultura griega y, actualmente para muchos constituye una falta de respeto, comportamiento inadecuado y mal gusto. Felipe Lorenzo del Río menciona como posible sinónimo, “Anasirma” o “anasyrmos” de ‘ana’ (arriba) y ‘syrma’ (falda, vestido) que consiste en el “acto mágico-sagrado de diosas y mujeres de la antigüedad para mostrar su sexo o sus nalgas levantando su falda o vestimenta larga con algún fin apotropaico (rito mágico que aleja el mal o propicia el bien) o para despertar sorpresa, hacer reír o aliviar el dolor de alguien. Estos ritos eran frecuentes en los misterios eleusinos y en culturas tan dispares como las nórdicas y las africanas. Los griegos rindieron culto a Afrodita Kallipygos "la de las nalgas bonitas".
El término «calipigia» se emplea para “referirse a toda obra artística en que las nalgas de el/la modelo aparecen colocadas de tal forma que atraen el interés del espectador, transmitiéndole una sensación agradable”, y a continuación el relato que motivó la construcción del templo a la “Afrodita de las Bellas Nalgas”:
Érase una vez un granjero que tenía dos bellas hijas. Un día, las muchachas discutieron cuál tenía el trasero más hermoso, cuando paseaba un joven rico. Las muchachas se los enseñaron y, este votó a favor de la mayor de ellas, de la cual se enamoró, y luego le comentó el suceso a su hermano menor quien también evaluó a ambas y se enamoró de la menor, culminando ambos casos en matrimonio. Ambas fueron llamadas “las de las bellas nalgas”, como relata Cercidas de Megalópolis en sus versos yámbicos.
En el Perú que somos tan propensos a declarar el día del cebiche, el ingeniero, el árbol, el pollo a la brasa, solo nos falta el día de la Calipigia.