Ernesto Gamarra / Los capitanes
- Ernesto Gamarra
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Mario Ruíz Agüero y Wilber Ramos, capitanes del ejército, se desempeñaban como secretarios de Montesinos. Es por ello que fueron citados a la comisión Estrada. Luego de escuchar sus versiones, se les pidió elaborar una lista de congresistas que habían visto reunirse con el Doc.
Así lo hicieron: escribieron de puño y letra los apellidos de los que habían visto. Sin embargo, a diferencia de Matilde Pinchi Pinchi, no pusieron montos económicos, ya que ellos no tenían que dar cuenta del dinero entregado. Su labor era recibir a los “invitados” y luego de anunciarlos con Montesinos y hacerlos pasar a la célebre salita. Solo anotaban el nombre de cada una de las personas que entraba a la oficina de su jefe. Tal como lo refirió el propio Montesinos, “esa era su función”. A pesar de ello, no hubo mucha diferencia entre la lista elaborada por los capitanes y la de Matilde Pinchi Pinchi.
En su momento, el publicista Óscar Dufour confirmó el papel que les correspondía a los capitanes Ramos y Ruiz en el SIN. Es más, reconoció que uno de ellos le había entregado a él dinero. Pero en el caso de los congresistas, la encargada era la señora Matilde Pinchi. Ella, tal como dijo el asesor presidencial y jefe del SIN:
Bueno, [manifestó Dufour] ella era la que me entregaba a mí el dinero, porque yo no iba a sacar el dinero. Decía ‘necesito para pagar al señor fulano de tal, tal cantidad’, entonces me entregaba a mí el dinero. Yo lo ponía en un sobre, salía y entregaba al interesado. O sea, el rol de ella era habilitarme los dineros que le pedía para la entrega a los congresistas.
César Acuña Peralta, el “topo fantasma”
César Acuña alcanzó popularidad a nivel internacional cuando en el año 2016 postuló a la presidencia y tuvo una de las campañas más llamativas y polémicas de esas elecciones. Uno de los episodios más recordados se dio en un programa de televisión, de un conductor amigo de él, no pudo explicar qué era la ingeniería química (su profesión):
Todo es la…Todo lo que significa como profesional el que con todos los productos… producto naturales por medio de… por…el se…con la eh… incursión de insumos que puede ser cualitativos o cualitativos… este se transformen… se transforman en productos industriales.
También fue acusado de plagiar su tesis, e incluso de robar la autoría de un libro, ante lo cual se defendió con la famosa frase: “No es plagio, es copia”.
Pero la actividad política de Acuña no empezó en 2016, donde quedaría fuera de la contienda por entregar dinero en campaña, sino que era de larga data: también como protagonista en los tiempos de SIN.
A pesar de ser señalado por la señora Matilde Pinchi y los capitanes Ramos y Ruiz, Vladimiro Montesinos no lo mencionó ni ante el juez, ni ante las comisiones del congreso. La señora Pinchi —quien se convertiría en la testigo de cargo más importante— reiteró en varias oportunidades que Acuña no solo concurrió al Servicio de Inteligencia, sino que recibió beneficios de Montesinos. IDL Reporteros, del Instituto de Defensa Legal, escarbó en el tema y, como resultado, transcriben el acta de la sesión de la Comisión Investigadora presidida por Anel Towsend, llamada Comisión Investigadora sobre la actuación, origen, movimientos y destino de los recursos de Montesinos y su vinculación con Fujimori:
Congresista Hildebrando Tapia, miembro de la comisión investigadora: ¿Puede repetir las cifras del último congresista?”. Matilde Pinchi Pinchi: ¿Del señor Polack? 80 mil dólares, 250 mil dólares, y el último 160 mil dólares. El señor Waldo Ríos, 10 mil dólares. El señor Palomo Orefice, 15 o 20, no me acuerdo en este momento bien. El señor Beto Kouri, ya sabemos que es 15 mil… Después, a Acuña Peralta, Acuña, el gordito, dice que no, pero sí se le dio diez mil dólares también…
Es interesante poder apreciar que la congresista Anel Townsend, presidenta de la Comisión referida, terminaría de candidata a primera vicepresidenta en la frustrada candidatura de Acuña en 2016. Incluso, llegó a trabajar para la universidad César Vallejo, de propiedad del “gordito”, durante el año 2006.
Matilde Pinchi se mostró muy sorprendida cuando Anel Towsend se lanzó de candidata con Acuña, “ella lo sabía”, dijo, refiriéndose a que había sido comprado por Montesinos. “Yo se lo dije —precisó— cuando ella presidió la comisión.” Si bien se trató de una sesión reservada, la colaboradora eficaz hizo público tal hecho y antes de que los personajes aludidos estuvieran vinculados.
Pero Matilde Pinchi no solo recordó tal episodio, sino que, incluso, relató haber ingresado a una oficina en donde se encontraba el señor Mejía Galindo —que, como ya sabemos, era hombre de confianza de Montesinos— en el preciso momento en que Acuña Peralta se negaba a firmar un documento. No se sabe si el documento de dicha reunión, en la que no estaba Montesinos, era un recibo o un compromiso de sujeción, pero declara Pinchi haber oído a César Acuña decir: “Yo quiero primero hablar, que me den un ministerio”. Es decir, no estaba satisfecho con el dinero que le habían dado —que no era “plata como cancha”— sino que quería que lo hagan ministro.
A través de mensajes de Twitter, Acuña ha negado haber visitado el SIN, conocer a Montesinos e incluso ha llegado a declarar que él fue quien ocasionó la caída del gobierno de Fujimori al convertirse en el más férreo opositor de su gobierno. Sin embargo, los archivos de las sesiones del Congreso demuestran que no era tan férreo como se pinta.
Por ejemplo, cuando se pidió declarar la incapacidad moral de Alberto Fujimori y que, por lo tanto, no siguiera ocupando la presidencia de la República, Acuña y otros congresistas abandonaron el hemiciclo y no votaron. Como se puede leer en el acta, estuvieron “Ausentes de la votación” tanto Acuña Peralta como Salgado Rubianes de Paredes, Aguirre Altamirano, Becerril Rodríguez, Chávez Cossio, Joy Way, Velit Núñez, y otros, todos fujimoristas o vinculados al fujimorismo.
Según trascendidos, a Acuña Peralta lo llevó al Servicio de Inteligencia un coronel de la Policía Nacional del Perú de apellido Núñez y, según la misma fuente, se trataría de su ex cuñado, hermano de su primera esposa, Rosa Núñez Campos.
Acuña al igual que Luna Gálvez ha tenido mucha suerte en las investigaciones y procesos abiertos en su contra. Siempre han sido archivados a pesar de la contundencia de las pruebas y la variedad de irregularidades cometidas en las que los testigos ratificaban sus versiones incriminatorias.
Esa suerte lo ha acompañado no solo en procesos seguidos en donde fuera alcalde y gobernador, en la región La Libertad, sino, incluso en el extranjero, donde fuera denunciado por el abogado español Miguel Ángel Gallardo Ortiz de haber cometido irregularidades en la elaboración de su tesis para obtener un título en la Universidad Complutense de Madrid. Ello, a la luz de lo que se conoce del tan ilustre personaje, resultaba abrumadoramente cierto.