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  • Foto del escritorFernando Cillóniz

Fernando Cillóniz / Justicia e inteligencia… ¡dónde están! 



El 9 de diciembre pasado, 18 policías resultaron heridos – algunos de gravedad – en un enfrentamiento con un grupo de manifestantes (mejor dicho, delincuentes) que bloquearon la Carretera Panamericana Sur, a la altura de Barrio Chino, en Ica. 

 

A diferencia de bloqueos anteriores, como los de diciembre 2020, febrero 2023 y otros, esta vez el desmadre duró poco. Un par de horas, no más. Por otro lado, como los hechos ocurrieron de madrugada – “mientras usted dormía” – el bloqueo pasó inadvertido. Pocos sintieron la pegada.

 

A ese respecto… ¡un aplauso para la Policía Nacional del Perú (PNP)! ¡Así deben actuar, siempre! ¡Qué tranquilidad – y cuánto aprecio y gratitud – se siente cuando la policía actúa oportuna y eficazmente! Ni un delincuente herido, tránsito restablecido en cuestión de minutos, cosecha de uvas a tope, empresas y comercios iqueños a capacidad plena… Todo, gracias a la decidida y oportuna intervención de la policía. ¡Bravo PNP!

 

Pregunta: ¿por qué tan poca preocupación por los policías heridos? ¿Por qué, sólo cuando hay delincuentes heridos, salen a relucir las instituciones defensoras de los derechos humanos? ¿Acaso los policías no tienen derechos? Poder Judicial, ONG´s, políticos, periodistas – supuestos defensores de los derechos humanos – ¿de qué lado están? 

 

En el bloqueo en cuestión, tres delincuentes fueron detenidos – en flagrancia – y puestos a disposición del Ministerio Público. ¡Ya era hora! – dijimos algunos – que se sancione como corresponda a los delincuentes que bloquean carreteras. Pero no… la Fiscalía los dejó libres.

 

 Entonces, repito la pregunta: ¿de qué lado está el Sistema de Justicia en nuestro país? ¿Acaso no es delito bloquear carreteras? ¿Para qué – entonces – el Premier Otárola anunció el aumento de penas de “hasta 15 años de prisión para aquellas personas que causen disturbios durante las protestas”? … refiriéndose – precisamente – al bloqueo de Barrio Chino.

 

Bueno pues – por lo que se está viendo en materia justiciera – claramente el Ministerio Público y el Poder Judicial están del lado de los delincuentes. Me refiero a muchos jueces y fiscales – no todos, por cierto – que no sólo liberan y exculpan a delincuentes y criminales, sino que – peor aún – acusan y sancionan a policías y ciudadanos que combaten a los delincuentes. Incluso, haciendo uso de sus derechos a la defensa personal y material. ¡Ay de aquel que ose defenderse y le cause daño a un delincuente! … porque – de hecho – será procesado y castigado con prisión preventiva. O sea, el mundo al revés.

 

La justicia en nuestro país está patas arriba. No hay duda al respecto. Pero… ¿y la inteligencia? ¿Dónde está la inteligencia? ¿Será que los jueces y fiscales son corruptos (léase coimeros) y por eso sueltan a los delincuentes? ¿Estarán siendo amenazados por éstos, y por ello – por miedo – los exculpan? ¿Coimeros o miedosos? … una de dos. ¡No queda otra!

 

Por otro lado ¿quiénes están detrás de los bloqueos de carreteras? Porque en el caso de Barrio Chino – por ejemplo – no son los trabajadores de las empresas iqueñas. Al contrario… ellos son los principales detractores de los bloqueos, al ser ellos los más perjudicados, pues se ven forzados a dejar de trabajar… ¡contra su voluntad! Entonces ¿quiénes son los verdaderos cabecillas? ¿Qué hacen esos tipos desconocidos deambulando sospechosamente por Barrio Chino, sin que nadie investigue y ni descubra sus movidas – evidentemente – nada santas? ¡Claro que falta una buena labor de inteligencia!

 

Ahora bien, es verdad que los expresidentes Sagasti y Castillo – ¡tal para cual! – desmantelaron los servicios de inteligencia de la PNP. Pero ¿por qué no los recomponen? He ahí una crítica constructiva al Ministerio del Interior que – repito – está actuando muy acertadamente en garantizar la seguridad y operatividad de nuestras carreteras. Pero si además de garantizar el libre tránsito, aplicaran inteligencia para dar con los cabecillas… ¡cuántos problemas se evitarían! Muerto el perro, muerta la rabia. Efectivamente, si dieran con los cabecillas… ¡se acabarían los bloqueos!

 

CONCLUSIÓN: Justicia de la buena… no de la mala, como la que tenemos. E inteligencia – también – de la buena… como la que Sagasti y Castillo desmantelaron. ¡Por ahí va la cosa!

 

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