Se tiene que elevar la calidad del servidor público, en todos sus niveles. Debe cumplir a cabalidad con su responsabilidad y entender la necesaria creación de valor en su ejercicio. Su labor es diversa y extendida por todo el país.
Para ello, se deben tomar medidas para garantizar la protección social de nuestra población. Priorizar el combate a la crisis alimentaria, la lucha contra la anemia y desnutrición infantil. Poner énfasis en la articulación y descentralización para trabajar con autoridades regionales y locales. Garantizar la meritocracia en el Estado para mejorar la administración. Transformación digital siglo XXI, de todo el aparato estatal, para incrementar su productividad, buscando la cooperación técnica internacional, con empresas y con países como Estonia que ha hecho toda una revolución digital.
También debe apoyar a las familias del ámbito urbano que no cuentan con vivienda o viven en condiciones precarias, a una Vivienda digna, en un ordenamiento territorial urbano sostenible. Restablecer el orden público, enfrentar a la delincuencia, pacificar el país, tomando medidas para garantizar nuestra defensa y orden interno. Especial protección a la mujer y poblaciones vulnerables.
Fortalecer nuestra Política Exterior y Defensa, continuando con los procesos de integración fronteriza, facilitación del tránsito fronterizo y del comercio, proyectos binacionales de infraestructura, cooperación en materias de salud y generación de espacios económicos ampliados. En el plano regional trabajar por la integración de América Latina y el Caribe sin distinciones ideológicas, fortaleciendo la Comunidad Andina. Mejora de la imagen exterior de nuestro país.
El Estado peruano cuenta aproximadamente con 1 millón 422,000 servidores civiles, distribuidos en todas las entidades públicas, de los cuales el 45 % pertenece al Gobierno Nacional; el 42 %, a los gobiernos regionales (incluye profesionales de la salud y educación básica), y el 13 %, a los gobiernos locales.
Imagínense todo lo que se pudiera hacer, contando con un millón y medio de personal, si este en su totalidad fuera capaz, idóneo para su cargo, competitivo globalmente, con una visión y misión clara y precisa a cumplir. Creo estaríamos mucho mejor de lo que estamos.
Por eso, debemos definir qué Estado queremos. O un Estado que sirva para reprimir, y meter golpe con total impunidad, cuando sus intereses son afectados, o un Estado eficiente en todo su ámbito de acción, que sirva a la sociedad, hasta ejerciendo su autoridad, poniendo orden, profesionalmente, sin apagar vidas.
El Estado, debe tener lo mejor dentro en toda su organización, porque es el valor colectivo que tenemos y que necesitamos. Porque el mercado todo no lo puede arreglar, porque necesitamos políticas globales, porque alguien tiene que tomar decisiones, en el acierto o en el error, porque tenemos que respetar esas decisiones, porque tenemos que movernos como colectividad, y no que cada uno haga lo que quiera.
Sin embargo, en el paso de los gobernantes, que hemos tenido, el Estado ha sido un botín, y en dónde ha ingresado cualquiera por el “tarjetazo de turno”. También hay excepciones, buenos y muy buenos, que hacen que siga la maquinaria. Pero imaginémonos por un momento, que todos fueran buenos, muy buenos y honestos.
Hay mucho por hacer. Estas son sólo algunas ideas a trabajar. Espero continuar con otras ideas que pienso debemos realizar, como un plan nacional para atraer inversiones, un plan para reducir la informalidad, planes para la innovación, entre otros temas, para dar ese salto histórico que necesitamos dar, para aprovechar todo el enorme potencial que tiene el Perú, con fortalezas en sus políticas económicas y monetarias, que nos ha servido para que la agencia calificadora de riesgo Moody’s haya cambiado este viernes la perspectiva económica de Perú de negativa a estable, lo que nos devuelve la fortaleza de Grado de Inversión. Vamos Perú, sí se puede.
“El Perú es mucho más grande que sus problemas” Jorge Basadre
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