Cómo venimos escribiendo en estos últimos artículos, vamos a seguir tratando sobre la importante ubicación geopolítica central en la Cuenca del Pacífico, en el Pacífico Sur, que tiene el Perú, para que se tome conciencia, se reflexione, y se logre un amplio consenso, que nos definan las acciones a seguir. Acciones que son muchas, y que deberían movilizar a todo un país.
Es una oportunidad histórica, que define nuestro rol protagónico en la economía mundial, por lo que debemos saber qué hacer, y cómo hacerlo, de la mejor manera posible. Y las decisiones con visión al futuro, se tienen que tomar desde ya, para ir cosechando progresivamente, en forma sostenida, al saber adónde se va, y qué se puede lograr.
Al realizarse más de los 50% del comercio mundial por el Pacífico, las dos superpotencias, USA y China, ubicadas también en el Pacífico, con modelos de gobierno diferentes, están en pugna permanente, por la supremacía mundial.
USA con su Doctrina Monroe creada por EE.UU. hace 200 años para «proteger» al continente americano. “Los continentes americanos, por la condición de libres e independientes que han asumido y mantienen, no deben ser considerados en adelante sujetos de futura colonización por ninguna potencia europea”, dijo el 2 de diciembre de 1823 el presidente James Monroe (1817-1825) en un discurso ante el Congreso de EE.UU. Esta advertencia acabó convirtiendo a Latinoamérica en el «patio trasero» de Washington, y descuidaron una presencia económica empresarial, más activa en la región.
Grave error, que los chinos han sabido aprovechar, lanzando su OBOR (One Belt One Road= Yīdài yīlù = Un cinturón, una ruta), que es la iniciativa de la Ruta de la Seda del siglo XXI, un proyecto colosal que propuso China en el 2013, por medio del presidente chino, Xi Jinping, quien lo calificó como “el proyecto del siglo” y manifestó que “requiere de esfuerzos dedicados”.
Este programa insignia de la política exterior china tiene como objetivo reinventar la antigua Ruta de la Seda, que tal como se establece en los documentos chinos, se centraba en tres rutas principales, para unir tres continentes, Asia, Europa y África, a través de masivas inversiones marítimas, en carreteras y proyectos ferroviarios -con miles de millones de dólares financiados por bancos chinos. El plan se ha ampliado para incluir el Atlántico y las Américas.
Con ello, China piensa fortalecer su economía extendiendo el comercio a través de una amplia red de comunicaciones, en dónde los territorios comunicados estarán expuestos a una significativa y permanente influencia china, no sólo en lo comercial, e inversiones, sino también a nivel político y estratégico, cómo obviamente, se pueden deducir.
Refleja su visión sinocéntrica del orden internacional. La Iniciativa OBOR intenta construir una red de transporte tanto marítimo como terrestre y ferroviario fomentando el comercio y las comunicaciones, centrado en Asia Central, pero que se extiende a Europa, Asia del Sur, al Sudeste asiático, al Medio Oriente, África Oriental, y que, al seguir extendiéndose, alcanza a América del Sur, a través del corredor transoceánico y el proyectado Ferrocarril Bioceánico, que atraviesa Brasil. Estamos entre dos BRICS.
América Latina y el Caribe, resultan importante para China, porque acá están las principales fuentes de materias primas que ellos necesitan para su desarrollo económico. Y para nuestra región, si se aprovechara este interés, deberíamos obtener beneficios, cómo el de poder diversificar nuestra economía y no ser sólo exportador de materias primas. Ante ello: ¿Qué negocios se van a promover, y cuál será la cadena de valor, para ser competitivos? ¿Qué forma de hacer negocios, y con quiénes haremos Joint Ventures, con quiénes, modalidades convencionales y no convencionales de comercio exterior, qué se tiene pensado, qué planes tenemos?
América Latina es uno de los destinos de más rápido crecimiento para las inversiones portuarias chinas. Ser parte, de OBOR, es la decisión política principal que el Perú ha tenido que tomar en el siglo XXI. No se conoce, por parte de las autoridades, cuál fue la evaluación y cuáles son los planes futuros que tiene el Perú, ante tal decisión ¿Cuáles son los planes, que uno se imagina se deben haber tenido para poder suscribir un acuerdo de tal magnitud?
Lo que sí se conoce, es que Perú se ha convertido en el último país de América Latina que se sumó a la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda, pese a las advertencias de Estados Unidos sobre el aumento de la influencia de China en la región. El gobierno peruano firmó en abril 2019 un memorando de entendimiento en Pekín para unirse a la ambiciosa iniciativa de infraestructura.
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