Cuando lo mejor para tu ego es lo peor para el país.
La lista de pendientes del Perú es muy larga. Desde reformas al estado, pasando por incorporar al sistema financiero y tributario a una mayoría de los peruanos, hasta una inversión colosal en infraestructura. Pero hay DOS temas que son prioritarios, de los que depende que contemos con los recursos y la energía para dedicarnos a todo lo demás: El combate a la pandemia y la reactivación de la economía
Y sólo hay DOS opciones para presidente. Castillo o Keiko. No me voy a gastar en explicar por qué ambas versiones son indeseables. Baste decir que ambas tienen un historial cuestionable, de temer. Pero al comparar propuestas la diferencia me parece evidente, indiscutible.
Pandemia
Perú Libre no menciona la pandemia en su propuesta. Sólo sabemos que no quieren cuarentena y que lo de las vacunas será, en palabras del mismo profe, “una sorpresa”. ¿Alguien conoce algún científico de su equipo? ¿Alguien serio? Son una mezcla peligrosa de improvisación con ignorancia.
Del lado de Keiko está el Dr. Bustamante, que pide pruebas moleculares desde el inicio de la pandemia y que promueve medidas sanitarias puntuales, además de la compra del equipamiento que nos ha faltado por meses, así como un portafolio de vacunas.
Economía
En este aspecto, Perú Libre es incluso peor que con la pandemia. No se trata de una omisión. Es que todo lo que plantean es una locura que llevará a nuestro país a la ruina: Ahuyentar inversiones, confiscar el ahorro previsional, maltratar a los emprendedores, separarnos del mercado global.
De Keiko podemos esperar una profundización del modelo actual. Si tiene medio ojo abierto, habrá visto en persona las limitaciones de la descentralización Toledista, así como la inmensa brecha que separa al pobre urbano del pobre rural. Usar mejor los recursos que ahora generamos y promover que se generen más es el camino lógico para seguir.
En fin, Keiko no sería mi opción para las necesidades económicas del país. Pero del otro lado no hay alternativa.
En resumen, votar por el lápiz me parece un suicidio pandémico y económico. La naranja no es ideal, pero en comparación son premios nobel. Permitir que Perú Libre llegue al poder por abstenerse de elegir puede sonar como una opción neutra, que deja tranquila la conciencia. Pero no lo es.
Que nos gobierne Castillo y sus ideas es un error y un mal objetivo, un desastre para el país que ellos mismos están anunciando.
No nos equivoquemos.
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